Dentro de un mercado en el que el dilema es crecer o crecer mucho, la deriva demográfica hacia el envejecimiento poblacional motiva que el consumo de los medicamentos destinados a las neoplasias de la sangre crezca, pero también pueda ser modulado por pandemias, biosimilares o contracciones de la economía que afecten al gasto público. Aun dentro de ese contexto, y año a año, las terapias avanzadas siguen situando a la hematología en primera línea de la lucha contra el cáncer.

Especialidad en auge

Ejemplo de la preponderancia de la Hematología es el trabajo de sus especialistas para lograr la estandarización de los estudios de secuenciación masiva. A ello se aplican los miembros de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) que componen el Grupo de Biología Molecular en Hematología (GBMH) en esta sociedad científica. Profesionales que propugnan que se dé entrada a la PCR digital de rutina en todos los servicios hospitalarios de la especialidad por su idoneidad para la cuantificación absoluta. Dado que hoy resulta claro que la biología molecular es una pieza clave para lograr diagnósticos y pronósticos más precisos en las enfermedades hematológicas.

En el terreno de la mejora continua, los hematólogos comparten también con el colectivo médico en su conjunto, la posibilidad de usar plasma como inducción de apoptosis de las células malignas. Así lo recogió la revista ´Physics of Plasmas´ porque se trata de un posible tratamiento estudiado por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (China), con la intuición de que dosis de plasma y concentración de especies reactivas podrían resultar útiles frente al cáncer, en virtud de una posible diferencia de letalidad respecto a las células sanas.

Sobre estos y otros aspectos también trataron los hematólogos reunidos en la ciudad de Córdoba durante las terceras jornadas Farmacéuticas-Hematológicas en Andalucía, celebradas a instancias de la Asociación Andaluza de Hematología y Hemoterapia (AAHH), entre otras entidades científicas. Con la voluntad de hacer factible la idea del trasplante de progenitores hematopoyético domiciliario, autólogo y alogénico, la administración de quimioterapia domiciliaria, la telefarmacia y el abordaje de determinadas enfermedades raras basadas en la sangre o sus estructuras afines.

Con mención, además, a lo novedoso que resulta frente a la leucemia mieloide crónica (LMC) la discontinuación con inhibidores orales de la Tirosina Cinasa (ITCs) de cara a mejorar la tasa de supervivencia libre de recaída molecular, sin necesidad de reinicio de terapia.

Sin salir del terreno farmacéutico, el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dio por bueno que Imbruvica (ibrutinib) se pueda administrar a pacientes naïf adultos con leucemia linfocítica crónica (LLC). Decisión celebrada por Janssen, por avalar, de momento, la combinación oral de duración fija con venetoclax (I+V). A la espera de que esta propuesta sea ratificada como inhibidor de la tirosina quinasa de Bruton (BTK) en toma única diaria como tratamiento de primera línea.

En la misma línea, la compañía Novartis destacó también recientemente el respaldo del mismo comité de la EMA para Scemblix (asciminib) en el tratamiento de pacientes adultos con leucemia mieloide crónica con cromosoma Filadelfia positivo en fase crónica (LMC Ph+ FC), tratados anteriormente con dos o más inhibidores ITCs.

Los hematólogos toman la palabra

Desde su posición institucional, el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), doctor Ramón García Sanz, declaró que la pandemia tuvo un impacto dramático por la sensación de soledad que atenazó a los especialistas en su día a día clínico. Además de ver reducidos en 20-25% los nuevos diagnósticos de tumores hematológicos, es decir que, uno de cada cuatro o cinco pacientes desarrollaron cáncer sin saberlo, desde la llegada del SARS-CoV-2 y según un muestro realizado con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Algo palpable en palabras de García Sanz en las cifras de un laboratorio colaborador de referencia de su hospital cuya capacidad permite procesar 18.000 muestras al año, y que tuvo un descenso del 75% en marzo y abril de 2020. Lo que ha obligado a esperar un año para recuperar los niveles previos de recepción de muestras, tal como confirmó el presidente. Ejemplos, por tanto, de un impacto terrorífico según el también jefe del laboratorio de histocompatibilidad y biología molecular del servicio de Hematología y Hemoterapia en el Hospital Universitario de Salamanca.

Acerca de la llegada a consulta de enfermedades hematológicas en estados más avanzados que antes, y aun a falta de estudios completos, el presidente afirmó que, en casos de pacientes jóvenes con linfoma de Hodgkin, se dejó de ver en fases precoces a un 60-70% para no detectar ninguno en el primer tramo de la pandemia. Hasta la reaparición de los primeros casos de esta enfermedad en fechas tan tardías como abril y mayo de 2022.

Confirmó, así mismo, que también los ensayos clínicos se vieron afectados, tanto a efectos de falta de pacientes para su reclutamiento como por el protagonismo dado por la investigación al Covid-19. Lo que llevó a una gran profusión de trabajos pero con dispersión de su calidad media. Una situación que, sin embargo, describió con alivio, se ha ido normalizando.

Para García Sanz, en 2021 el número de muestras para diagnóstico superó al de 2019, con un aumento del 5% anual, tras el bache sufrido entre 2019 y 2020. En trasplante de médula ósea, por ejemplo, tras la fuerte contracción de la primavera de 2020, este tipo de intervención ha recuperado su productividad en fecha reciente. Dado que, en ese año 2021, se realizaron 3.610 trasplantes de progenitores hematopoyéticos (TPH) por lo que se alcanzó su récord histórico que superó en un 7% los realizados en 2020. De todos ellos, 2.156 trasplantes fueron autólogos a partir de células madre sanguíneas del propio paciente, y los 1.454 trasplantes restantes fueron alogénicos por vía de donación de una persona distinta al paciente receptor.

Toda esta actividad, informada por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), justificó la presentación de una nueva guía sobre ejercicio para pacientes trasplantados de médula, a iniciativa de la SEHH y su Fundación Española de Hematología y Hemoterapia (FEHH). Instituciones que consideran muy relevante el crecimiento de los trasplantes elogénicos, que aumentaron un 10% en 2021 respecto a 2020, es decir, representando un 12% más que los contabilizados en 2019.

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