Publicidad
Publicidad

Asocian dormir siestas regularmente con un incremento de la presión arterial y accidente cerebrovascular

Las siestas diurnas frecuentes en adultos podrían asociarse con un 12% más de riesgo de desarrollar presión arterial alta y un 24% más de sufrir un accidente cerebral.

26/07/2022

Dormir siestas regularmente se asocia con riesgos más altos de presión arterial alta y accidente cerebrovascular, según una nueva investigación publicada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés). Los investigadores examinaron si las siestas frecuentes podrían ser un factor de riesgo causal potencial para la presión ...

Dormir siestas regularmente se asocia con riesgos más altos de presión arterial alta y accidente cerebrovascular, según una nueva investigación publicada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).

Los investigadores examinaron si las siestas frecuentes podrían ser un factor de riesgo causal potencial para la presión arterial alta o los ataques o derrames cerebrales. Este es el primer estudio en el que se emplea tanto el análisis observacional de los participantes durante un largo período como la aleatorización mendeliana, que es una validación del riesgo genético para investigar si tomar siestas frecuentes se asocia con la presión arterial alta y los accidentes cerebrovasculares isquémicos.

"Estos resultados son especialmente interesantes, ya que millones de personas podrían tener el hábito de disfrutar de una siesta regular o, incluso, diaria", según el Dr. E Wang, profesor y presidente del Departamento de Anestesiología en el Hospital Xiangya de la Central South University y el autor correspondiente del estudio.

Principales hallazgos

Un porcentaje mayor de las personas que tomaban siestas habituales eran hombres, tenían niveles de educación e ingresos más bajos, e indicaban que fumaban cigarrillos, bebían alcohol diariamente, sufrían de insomnio, roncaban y eran personas de hábitos nocturnos en comparación con las personas que indicaban que tomaban siestas a veces o nunca.

En comparación con las personas que informaron que nunca tomaban siestas, las personas que normalmente tomaban siestas tuvieron un 12% más de probabilidades de desarrollar presión arterial alta y un 24% más de probabilidades de sufrir un ataque o derrame cerebral.

Los participantes menores de 60 años de edad que, normalmente, tomaban siestas tenían un riesgo un 20% mayor de desarrollar presión arterial alta en comparación con personas de la misma edad que nunca dormían la siesta. Después de los 60 años de edad, este hábito de forma rutinaria se asoció con un riesgo un 10% mayor de manifestar presión arterial alta en comparación con aquellas personas que informaban que nunca tomaban siestas.

Por otra parte, alrededor de tres cuartas partes de los participantes permanecieron en la misma categoría de siestas durante todo el estudio.

El resultado de la aleatorización mendeliana mostró que si la frecuencia de las siestas aumentaba en una categoría (de nunca a a veces o de a veces a normalmente), el riesgo de desarrollar presión arterial alta aumentaba en un 40%. Una mayor frecuencia de siestas estuvo relacionada con la propensión genética al riesgo de sufrir de presión arterial alta.

"Esto puede deberse a que, aunque tomar una siesta en sí no es perjudicial, muchas personas que toman siestas pueden hacerlo debido a que duermen mal por la noche. Dormir mal por la noche está asociado con una mala salud, y las siestas no son suficientes para compensar eso", señaló el Dr. Michael A.Grandner, experto en sueño.

Publicidad
Publicidad
Nuestros Podcasts