Cristina Calvo (nº colegiada: 282840019) se formó como pediatra en el Hospital Universitario La Paz, trabajando posteriormente en Atención Primaria y en el Hospital Universitario Severo Ochoa, donde dedicó parte de su trabajo a las enfermedades infecciosas. Hace siete años volvió al Hospital La Paz donde desarrolla su labor en el Servicio de Pediatría Hospitalaria, Enfermedades Infecciosas y Tropicales. "He estado siempre muy vinculada a la AEP y a la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) de la que soy la actual presidenta. Trabajo en una unidad de referencia para todo tipo de infecciones pediátricas. Atendemos consultas especializadas de tuberculosis, SIDA, infecciones congénitas, etc., y dedicamos una parte muy importante al tratamiento de niños hospitalizados con infecciones graves y con cuadros complejos como neumonías complicadas o abscesos".

Uno de los principales aspectos en infectología pediátrica es el tratamiento de infecciones multirresistentes. "Esto es un problema de ámbito mundial que afecta tanto a adultos como a niños. Es fundamental la mejora de las técnicas de diagnóstico microbiológico y los sistemas de detección de estas infecciones, así como su tratamiento con antibióticos muy específicos".

Una de las mayores novedades, en este sentido, es la aparición de antibióticos dedicados a estas bacterias multirresistentes. "Infecciones como el SARS-CoV-2 o el virus respiratorio sincitial causan importante morbilidad en niños, y es fundamental investigar tanto en tratamiento como en prevención". Otro ámbito en el que es necesario avanzar, según la presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica, es en la búsqueda de tratamientos adecuados.

La pediatría, sostiene, es una especialidad absolutamente necesaria. "Todos los niños deberían ser atendidos por un pediatra que conozca adecuadamente la patología específica del niño, su desarrollo desde el nacimiento a la adolescencia, y sus diferencias enormes con los adultos". De ahí que sea necesario invertir en la formación especializada. "Y, por supuesto, necesitamos formar también especialistas pediátricos en las diferentes áreas de capacitación y conocimiento: neonatología, cuidados intensivos, cardiología, oncología, etc., y en enfermedades infecciosas".

Y es que está demostrado que la presencia de un médico especialista en enfermedades infecciosas mejora el pronóstico y disminuye la mortalidad de los pacientes, "además de contribuir a un uso racional de los antibióticos y a mitigar el desarrollo de infecciones por microorganismos multirresistentes, que serán un problema enorme en los próximos años".

Por tanto, urge reconocer las distintas especialidades pediátricas no solo para garantizar que los profesionales puedan realizar bien su trabajo, sino para que todos los niños puedan ser atendidos por un pediatra de referencia formado en su patología específica. "Necesitamos pediatras especialistas en enfermedades infecciosas que sean expertos en SIDA, o en tuberculosis, o en Covid-19 o en infecciones por bacterias multirresistentes".

Otra prioridad es la apuesta por la investigación. "Hay que aumentar la inversión en investigación, sin la cual no es posible el avance de la medicina". Estamos ante una especialidad con gran desarrollo en los próximos años. "La pediatría seguirá siendo una especialidad necesaria y de futuro. Los niños serán los adultos del mañana, así que es prioritario cuidar de ellos. Es nuestra mejor inversión".