Desde la Organización Mundial de la Salud/Región Europa se ha constatado que la actual situación de la pandemia no dista mucho a la registrada en el verano de 2021, solo que esta vez la ola de Covid-19 en curso está siendo impulsada por sublinajes de la variante Omicron, en particular BA.2 y BA.5.

Y es que en la región europea es que se asiste a una avalancha de casos nuevos desde hace seis semanas, con cerca de 3 millones uevos informados en los últimos siete días, lo que representa casi la mitad de todos los casos nuevos a nivel mundial, con un promedio de cerca de 3.000 fallecimientos, cada semana, por Covid-19.

Si bien las tasas de hospitalización se han duplicado en el mismo período, las admisiones a la unidad de cuidados intensivos hasta ahora se han mantenido relativamente bajas, aunque las tasas de infección en los grupos de mayor edad continúan aumentando.

Estrategia para el próximo otoño

Ante el panorama observado la OMS/Europa está difundiendo su estrategia de otoño/invierno para ayudar a prepararse para las próximas oleadas de infección. "Esperar a que el otoño actúe será demasiado tarde", según ha manifestado,al respecto, el director regional, Dr. Hans Henri P. Kluge.

La estrategia insta a los países a relanzar los esfuerzos de mitigación y estar preparados para responder a una mayor carga sobre sus sistemas de atención de la salud.

Desde dicha organización se considera fundamental la aplicación constante de cinco estabilizadores pandémicos que consisten en: aumentar la aceptación de vacunas en la población general;  administrar una segunda dosis de refuerzo a personas inmunocomprometidas de cinco años o más y sus contactos cercanos, y considerar ofrecer un segundo refuerzo a grupos de riesgo específicos, al menos tres meses después de su última dosis; promover, de nuevo, el uso de la mascarilla en interiores y en el transporte público; ventilar espacios públicos y concurridos; y aplicar protocolos terapéuticos rigurosos para aquellos ciudadanos en riesgo de enfermedad grave. 

Dichas pautas deben estar respaldadas, según reafirma OMS/Europa por una serie de medidas a aplicar que pasan por fortalecer las capacidades de los laboratorios para garantizar la detección y el seguimiento de variantes del SARS-CoV-2 de diagnóstico rápido confiable, complementado con el uso continuo de pruebas de diagnóstico rápido en la població.

Además, se precisa integrar los sistemas de vigilancia basados ​​en la población para la influenza, el SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios para monitorear la propagación y la intensidad de los virus respiratorios;  priorizar el rastreo de contactos y la cuarentena según las recomendaciones de la OMS para personas, entornos de alto riesgo y situaciones de preocupación.

A ello se suma promover elecciones individuales informadas en torno a las medidas de protección, incluida la higiene respiratoria, el uso de mascarillas, la ventilación, el lavado de manos y la vacunación, junto con reforzar las prácticas de control de infecciones en todos los entornos de atención y atención de la salud, así como en la comunidad.