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Las células T podrían desempeñar un papel clave en el desarrollo de la preeclampsia en embarazadas

Estas células inmunitarias parecen contribuir a un círculo vicioso en el que la placenta no ofrece la vía adecuada para que la sangre de la madre, que está repleta de nutrientes esenciales y oxígeno, llegue al feto.

19/07/2022

Las células T que, normalmente, protegen al organismo, parecen desempeñar un papel clave en el desarrollo de la preeclampsia. Y es que parecen contribuir a un círculo vicioso en el que la placenta no ofrece una vía adecuada para que la sangre de la madre, repleta de nutrientes esenciales y ...

Las células T que, normalmente, protegen al organismo, parecen desempeñar un papel clave en el desarrollo de la preeclampsia. Y es que parecen contribuir a un círculo vicioso en el que la placenta no ofrece una vía adecuada para que la sangre de la madre, repleta de nutrientes esenciales y oxígeno, llegue a su futuro bebé. La presión arterial de la ge aumenta para tratar de forzar más de lo esencial; se desarrolla inflamación y daño tisular; y las células T se mueven para ayudar. Pero lo que realmente sucede es que las células inmunitarias multiplican la inflamación, la disfunción de los vasos sanguíneos y el daño renal resultante en la madre.

"Todo debería estar en equilibrio y lo que podría estar sucediendo en la preeclampsia es una mayor tendencia al estrés proinflamatorio y prooxidativo", según el Dr. John Henry Dasinger, investigador postdoctoral senior en el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de Georgia en la Universidad de Augusta.

En este escenario, las células T típicamente protectoras reclutan aún más células de este tipo que, a su vez, generan más especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés), en su probable esfuerzo bien intencionado de ´acabar con el desorden´. ROS, un subproducto del uso de oxígeno por parte del cuerpo que en niveles bajos sirve como un importante mecanismo de señalización para las células, es tóxico en niveles altos y en la preeclampsia. Al respecto, el investigador Dasinger parece tener evidencia de que las células T están produciendo una gran cantidad de ROS.

El investigador sospecha que las células T se dañan en respuesta a lo que está sucediendo y tiene evidencia de que este tipo de célulasque está transfiriendo y pueden producir ROS lo harán, lo que producirá nuevamente una exacerbación del círculo vicioso insalubre.

En animales de laboratorio, según datos manejados por el Dr. Dasinguer, la preeclampsia produce una tasa de mortalidad del 25-30 % para la madre en el segundo embarazo que sube a más del 50 % de mortalidad en el tercer embarazo. Pero las ratas que no tienen células T o no pueden generar ROS sobreviven a tres embarazos, lo que podría constatar que las células T y las ROS están relacionadas con el daño y la muerte asociados con la preeclampsia.

Asimismo, el experto está explorando más a fondo la disfunción renal que se produce y el mayor riesgo de por vida de la madre de enfermedad renal crónica y muerte que puede resultar. La enfermedad renal crónica puede ser consecuencia de exacerbar los problemas de presión arterial alta. Ello puede aumentar el riesgo de un accidente cerebrovascular o requerir diálisis de por vida y/o un trasplante de riñón.

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