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Botox contra el cáncer de estómago

La inactivación del nervio vago reduce la incidencia y progresión de la enfermedad en varios modelos animales.

05/09/2014

La inervación gástrica juega un papel clave en todas las fases de la tumorigénesis en el cáncer gástrico. Así lo demuestra un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. En 3 modelos animales independientes, la denervación farmacológica mediante inyección local de toxina botulínica de tipo ...

La inervación gástrica juega un papel clave en todas las fases de la tumorigénesis en el cáncer gástrico. Así lo demuestra un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. En 3 modelos animales independientes, la denervación farmacológica mediante inyección local de toxina botulínica de tipo A (Botox), o la quirúrgica mediante vagotomía, redujeron la incidencia de la enfermedad y la progresión del tumor solamente en la porción denervada del estómago. La supresión tumoral parece estar mediada por la inhibición de la proliferación de células madre tumorales inducida por Wnt, un conjunto de proteínas que regulan las interacciones intercelulares durante algunas fases del desarrollo embrionario.

Un estudio adicional in vitro demostró que las neuronas utilizan esta vía para estimular el crecimiento del tumor a través de receptores colinérgicos, mientras que otro estudio en animales confirmó que la tumorigénesis gástrica puede ser inhibida mediante el bloqueo de los receptores muscarínicos M3 y que es prácticamente virtual en ratones que carecen de este receptor. En pacientes con cáncer gástrico, el estadio de la enfermedad presenta correlación con la densidad neuronal y el grado de activación de la vía Wnt. Los hallazgos son consistentes con la elevada inervación observada en los tumores gástricos en pacientes y la correlación entre grado de inervación y prognosis.

La denervación vagal puede, por tanto, representar una opción terapéutica en el control del cáncer gástrico. El uso de Botox para este propósito ofrece la ventaja de poder ser aplicado localmente o a través de gastroscopia, en un procedimiento que sólo requiere unas horas de estancia en el hospital. Además, el Botox va dirigido a las células madre cancerosas, la subpoblación responsable de la perpetuación de la proliferación tumoral.

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