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Es más preciso que nunca acercarnos al objetivo de mejorar la equidad en salud

Por una salud no determinada: una Hoja de Ruta hacia la Equidad en Salud. Presentación de la Fundación Gaspar Casal. El lugar de residencia, el género o el acceso de educación son algunos de los determinantes que condicionan los resultados en salud.

14/06/2022

En todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE), las condiciones sociales determinan la existencia de desigualdades sociales en salud evitables. Existe un gradiente social en el estado de salud, donde las personas que han tenido un menor acceso a la educación, una clase ocupacional más baja o menores ...

En todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE), las condiciones sociales determinan la existencia de desigualdades sociales en salud evitables. Existe un gradiente social en el estado de salud, donde las personas que han tenido un menor acceso a la educación, una clase ocupacional más baja o menores ingresos tienden a morir a una edad más temprana y tienen una mayor prevalencia de la mayoría de los tipos de problemas de salud, incluidas las condiciones crónicas y las situaciones de multimorbilidad.

Lo cierto es que los servicios de salud, asistenciales y de salud pública, siempre necesitarán la acción complementaria de otros sectores para garantizar la equidad en salud. También, se hace imprescindible poner el foco en los más vulnerables. Prevenir la desigualdad antes de que se acumule con el tiempo: colocar las intervenciones en edades tempranas en la parte superior de la agenda política; promover un comienzo digno y no demorado en la vida laboral; romper vínculos bien conocidos entre las desventajas socioeconómicas y el estado de salud; mitigar las desigualdades arraigadas (por género, grupos de edad, minorías, etcétera).

Para todo ello, se necesita más información sobre los determinantes sociales de la salud, de tal forma que permitan orientar las políticas hacia la equidad en salud y tomar mejores decisiones basadas en evidencia y no en estereotipos. Si bien es cierto que de desigualdades en salud sabemos más acerca de los elementos que inciden en las mismas que del modo en que pueden ser corregidas. El aprendizaje sobre los cómos de la implementación es esencial, así como contar con herramientas-guía que nos sitúen en el rumbo de la mejora de la equidad en salud, No queremos una "salud determinada" más allá de lo marcado por factores inmutables.

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Dentro de ese propósito y siguiendo el lema de la Fundación Gaspar Casal de "transformar el conocimiento en acción", dicha organización presente este martes en el Congreso de los Diputados su Hoja de Ruta hacia la Equidad. Rosa Romero Sánchez, presidenta de la Comisión de Sanidad del Congreso, afirmó que abrir las puertas de la institución les ayuda a hacer su trabajo parlamentario, para que sus decisiones sean lo más acertadas posibles. "La salud es nuestro principal patrimonio. Si algo tiene que estar en la agenda política es todo lo que tiene que ver con invertir en Sanidad", comentó. La pandemia lo ha constatado. Éste es un "estudio interesante, porque se ha centrado en determinantes sociales que pueden condicionar la salud de las personas y la accesibilidad a los servicios sanitarios". El lugar de residencia, el género o el acceso de educación son algunos de los determinantes que condicionan los resultados en salud. Las desigualdades "están afectando a las personas". Puso de manifiesto que tenemos un sistema sanitario que es "envidiable, aunque queda camino por recorrer".

Ana Argelich Hesse, presidenta de MSD España, resaltó que sólo un 17% de la salud depende de la genética. "Es importante ver cómo los determinantes sociales nos van a dejar mejores resultados en salud", aseveró. Precisamente, la parte de la equidad está cogiendo más importancia. El objetivo es ver cómo se puede dar un paso más allá. Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, explicó la meta deben ser desarrollar medidas que asienten los principios de equidad y universalidad de la Sanidad. "Estamos ante un tema que son palabras mayores. Estamos saliendo de una pandemia atroz. Estamos con una invasión atroz en Ucrania. Es más preciso que nunca acercarnos al objetivo de mejorar la equidad en salud. Porque, la situación en términos de desigualdad es preocupante", avisó. El trabajo se ha estructurado en tres ejes: determinantes sociales, el análisis de la evidencia y de todas las políticas implantadas e implementación de políticas selectivas. Hay que generar acciones intersectoriales y políticas que lleven la promoción de la salud a un primer plano. Habría que crear un centro de salud publica "independiente", que coordine a todos los organismos de salud pública. Opinó que en España siempre han preocupado estos temas, pero cuesta llegar a los colectivos más frágiles que más necesitan estas acciones. "Nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestras viviendas, la geografía, la educación, la renta, la raza, el género, la orientación sexual, el acceso a la sanidad… impactan en la salud y determinan la cantidad y la calidad de vida por vivir. Son los determinantes sociales de la salud", apuntó.

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Después, se celebró un moderado por Roberto Nuño, director de Formación e Investigación de la Fundación Gaspar Casal. "Aquí queremos recuperar el focus group, por una salud no determinada", expuso. Preguntó cómo podemos avanzar en una cultura de salud pública para que seamos más efectivos en el avance de la equidad en salud. María Luisa Carcedo, diputada del Grupo parlamentario PSOE y exministra de Sanidad, recordó que la salud pública es una asignatura pendiente. "El ejemplo que vivimos ahora de la Covid-19, la pandemia es en sí misma de salud comunitaria. Lo barato que es la promoción de la salud y lo caro que es curar las enfermedades, cuando sabemos que muchos cánceres son evitables", lamentó. Se refirió a la necesidad de fomentar el autocuidado. No existe "suficiente cultura" de la salud pública, de la salud comunitaria, de lo que significa la salud y la prevención. Opinó que no nos faltan leyes, elaboraciones teóricas o evidencias, sino "voluntad de ponerse a ello". Destacó que "el virus entiende de clases sociales", algo que ya advirtió al principio de la pandemia.

Manuel Arellano, vicepresidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) de España, coincidió en las grandes líneas y remarcó que la prevención "no estaba encima de la mesa". "No se nos ha quedado claro que tenemos que prevenir. No vamos a cosas individuales, sino colectivas. El código postal pesa mucho", criticó. Para él, la colaboración, la importancia de comunicar de forma transparente, la responsabilidad individual por el bienestar colectivo, se han puesto en evidencia. Pese a la unidad, ha habido un 30% de personas que dejó de tomar la medicación en la pandemia. El 7% de las personas dice que ha superado el bache emocional, queda el 93% restante. Añadió que "sólo queda sensibilizar a la gente de que tenemos que hacer las cosas de manera distinta". Aseveró que se "ha atemorizado a los pacientes, y tenemos pánico por salir, más la gente que tiene una vulnerabilidad". El sistema debe ser transparente y dar información científica veraz.

Por su parte, Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández (Alicante), reconoció que con la pandemia todos los actores han hecho un curso acelerado, pero "corremos el riesgo de un olvido rápido" si no se adoptan las medidas pertinentes. Para mejorar la salud pública, lo primero es que los Gobiernos hablen de políticas de salud. "Qué nos digan cómo van a ganar salud. Hay muchas formas de ganar salud, no sólo a través de los servicios sanitarios. Y hay que atender a los referentes en salud, que son los profesionales sanitarios", propuso. No es una cuestión sólo de justicia, sino de efectividad clínica. En el asunto de incluir la equidad, hay que pensar en el tipo de profesionales que están en la atención. A los representantes públicos les pidió que hagan cumplir las normas y lo que acordaron en la Comisión de Reconstrucción.

Clausuró el encuentro Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados y exministra de Sanidad, que fue presentada por Alicia del Llano, responsable de Asuntos Públicos de la Fundación Gaspar Casal. Indicó que los determinantes de la salud recogidos en el informe son fundamentales a la hora de analizar la morbimortalidad. Para avanzar en esa equidad, hay que tener una agencia de salud publica "y calidad asistencial", que sea independiente. La salud es "pública e integral". Señaló que la potabilización del agua aportó más años a la esperanza de vida que el propio sistema sanitario.

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