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¿Qué papel juega la dietética en el desarrollo del cáncer?

Conocer el tratamiento que el paciente va a recibir es esencial para entender qué pautas nutricionales necesita.

26/05/2022

La alimentación es esencial en el abordaje del cáncer. Comer los alimentos adecuados antes de que surja la enfermedad, así como durante y después del tratamiento, tiene una incidencia directa en la salud del organismo. Los hábitos dietéticos son responsables del desarrollo de cáncer hasta en un 35%. Así, lo ...

La alimentación es esencial en el abordaje del cáncer. Comer los alimentos adecuados antes de que surja la enfermedad, así como durante y después del tratamiento, tiene una incidencia directa en la salud del organismo. Los hábitos dietéticos son responsables del desarrollo de cáncer hasta en un 35%. Así, lo ha asegurado la Dra. Bianca Tabita, dietista-nutricionista del Hospital General Universitario de Valencia y profesora colaboradora de la Universidad Internacional de Valencia-VIU, durante su participación en la masterclass "Nutrición y cáncer: recomendaciones imprescindibles y mitos" impartida en esta universidad.

"Hoy en día, la obesidad está relacionada con un mayor riesgo de aparición de distintos tipos de cáncer, ya que implica más estrés oxidativo. Por eso, es importante saber que hay alimentos que favorecen el riesgo de padecer cáncer al consumirlos. Por ejemplo, en el en el caso del cáncer colono rectal está aumentado por una baja ingesta de fibra o un exceso de ingesta de carne ultra procesada, mientras que el exceso de sal está relacionado con cáncer gástrico. Así, aquellas personas que se alimentan bien, es decir, que toman frutas y verduras tienen un menor estrés oxidativo y eso hace que tengan un menor riesgo de cáncer", explica la Dra. Tabita.

La intervención nutricional es necesaria tanto para la prevención del cáncer y sus problemas asociados, como una vez detectada la enfermedad, lo que hace esencial que se entiendan las pautas nutricionales que va a necesitar el paciente. No es lo mismo si ha sido operado de órganos que influyen en la absorción de los alimentos que si está recibiendo quimioterapia, la cual suele ir asociada a náuseas, cambio de sabor en los alimentos y hasta anemias o problemas hepáticos.

Pero ¿qué es lo que hay que saber para elegir la mejor alimentación para un paciente con cáncer?

  • Realizar una valoración nutricional adecuada del paciente. Es imprescindible determinar el tipo de tumor, la operación a la que se va a someter al paciente y el tipo de tratamiento. Asimismo, es fundamental prestar atención a la masa muscular para prever ciertas situaciones desde una fase precoz, así como realizar un análisis bioquímico para revisar toxicidades relacionadas con la nutrición.

  • Efectuar un diagnóstico nutricional. Tras analizar si sufre o no desnutrición, también es necesario averiguar si hay sarcopenia, mucositis, disfagia a sólidos o a líquidos, si sufre cambio de sabor en los alimentos o boca seca. De ese modo, se conocerá el tipo de paciente ante el que se encuentra el médico y podrá establecer el soporte nutricional.

  • Establecer el soporte nutricional. Según los datos comentados por la docente de VIU, hasta el 50% de los pacientes con cáncer puede tener desnutrición en algún momento de la enfermedad. Para evitarlo, es clave establecer un soporte nutricional para saber si deben suministrarle los alimentos triturados, si necesita suplementos o si es necesario recurrir a la nutrición parenteral como última opción.

  • Seguimiento nutricional al paciente. Una vez establecida esta pauta, es necesario realizar un seguimiento correcto al paciente para ir ajustando los indicadores en función de sus necesidades y del avance de la enfermedad.

El objetivo final de esta intervención nutricional en un paciente oncológico es evitar y prevenir la carencia de nutrientes para conservar la masa magra el mayor tiempo posible. Al igual que el ejercicio o la psicología, es un tratamiento de soporte que ayuda a mejorar la tolerancia de los tratamientos, reduce la falta de energía o vitalidad y protege la función inmune.

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