Tras `Memorias de la Covid-19 (Relatos de la FASE 1)´, la Red TBS - Stop Epidemias sigue con su labor divulgativa y este miércoles ha presentado, durante la celebración de la 10ª Jornada de Actualización en Tuberculosis - COVID-19, un trabajo en el que ha recopilado el relato de profesionales de diferentes ámbitos en el continente americano. Bajo el título `Memorias de la COVID-19. La pandemia en las Américas´, el libro recorre 38 ciudades de 19 países, que perfilan cómo se vivió la pandemia en los diferentes rincones del continente iberoamericano.

El prólogo corrió a cargo del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, figura a la que han querido agradecer durante el acto de presentación su colaboración en este trabajo mastodóntico. Como han recordado los ponentes, Carmen Comas-Mata Mira, secretaria general de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) y Julio Ancochea Bermúdez, presidente del Comité Científico de la Red TBS-Stop Epidemias, en una mesa presidida por Tomás Cobo Castro, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, han colaborado representantes de 22 países de ambos continentes, 18 universidades y 22 instituciones públicas, colegios profesionales y oenegés, entre otros organismos.

Además, durante el proceso de elaboración se han remitido 10 cartas abiertas a gobiernos, nueve de ellas a americanos y una a la Unión Europea.

Tal como hace en el libro, Cobo ha defendido la necesidad de abordar la COVID-19 como un problema global que requiere de un reparto equitativo de las vacunas. Esta medida ayudaría a detener las fases agudas de la pandemia y comenzar la reconstrucción de las sociedades y economías globales.

"Con la irrupción de una emergencia sanitaria a la que no nos habíamos enfrentado antes y que ha llevado a la humanidad al borde del abismo, los médicos y médicas afrontamos un cambio de paradigma", ha advertido durante el acto.

Por su parte, Ancochea ha recogido el guante de Cobo cuando ha señalado que esta obra no es otra cosa que, sobre todo, "un guiño a la esperanza". Además, ha puesto en valor cómo en él se recogen "muchos son los problemas" a los que la humanidad, y en especial los sanitarios, se enfrentarán "en la próxima década".

La experiencia en primera persona la ha traído Comas-Mata, quien además ostenta el cargo de directora de la Oficina de Relaciones Internacionales del Defensor del Pueblo. Así, ha rememorado cómo la pandemia trajo consigo ciertos cambios normativos, en especial para la población reclusa (visitarla es uno de sus cometidos).

Así, las sociedades más vulnerables vivieron, al igual que pudo pasar en la española, una privación de movimientos a causa de los confinamientos que se decretaron durante los primeros meses de decretada la crisis sanitaria global. "Aunque no haya privación de libertad sí ha habido privación de movimientos. Y en algunas zonas sin medios de transporte, era imposible que algunas personas se reuniesen con sus familias", ha evidenciado.

Además, ha detallado cómo la labor de la FIO fue principalmente de monitorización de las medidas de los gobiernos. Un seguimiento "muy pulcro" para asegurarse de que estas restricciones de derechos y libertades se llevasen a cabo acorde con los valores democráticos. Ya que estas sirvieron, a su vez, como pretexto para "muchas vulneraciones de los derechos humanos".

Comas-Mata también ha querido reconocer la labor de los equipos sanitarios. Así, ha mencionado el testimonio de una profesional de Enfermería, que señaló como clave "el trato humanizado" para mejorar la calidad de vida de los pacientes ingresados por COVID. Algo que también salió a relucir en aquellos meses en la Iberoamérica que desgrana el libro fue la solidaridad. Un momento en el que "todo el mundo ayudaba fabricando respiradores, donando alimentos…".

Por último, la secretaria general de la FIO ha expresado su anhelo de que la importancia que se ha dado a las políticas sanitarias en estos dos años "no sea un espejismo y cristalice".