La depresión y la ansiedad continúan contribuyendo a la carga de la enfermedad mental, situación que ha empeorado con la COVID-19. No en vano se registran unos 130.000 suicidios anuales en la región europea. Y es que solo un porcentaje de pacientes reciben tratamiento o atención ante su estado, teniendo en cuenta que más de 150 millones de personas en la región europea de la OMS viven con una afección de salud mental, y solo 1 de cada 3 personas que viven con depresión reciben la atención que necesitan.

Sobre estas cuestiones se debatió en la primera reunión de la recién creada Coalición Paneuropea de Salud Mental, puesta en marcha el pasado septiembre de 2021, con el objetivo de fomentar un nuevo enfoque para la salud mental y tomar medidas a todos los niveles para satisfacer las necesidades no abordadas en la materia, en colaboración con líderes nacionales, profesionales, miembros de la sociedad civil, representantes de organizaciones internacionales y expertos.

"La cobertura sanitaria universal, con la salud mental en el centro, es la clave para obtener mejores resultados en materia de salud pública. Esta es la razón por la cual la Coalición de Salud Mental es una de las cuatro iniciativas emblemáticas del Programa de Trabajo Europeo, nuestra estrategia global para la salud y el bienestar en toda la Región Europea de la OMS, acordada por todos los Estados Miembros", expuso en este marco el Dr. Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa, en el encuentro celebrado recientemente.

La clave, a juicio de Stelios Kympouropoulos, miembro del Parlamento Europeo, está en "aspirar a un plan europeo totalmente inclusivo que impulse a los Estados miembros a fomentar un nuevo enfoque del concepto de salud mental", al tiempo que instó a que la salud mental sea una prioridad política para todos los gobiernos, con "importantes inversiones financieras a nivel de investigación científica y recursos humanos".

Salud mental en situaciones de emergencias

Uno de los principales temas abordados fue la integración de la salud mental en la respuesta a emergencias con el caso de la guerra de Ucrania como modelo de como la salud mental de millones de personas puede deteriorarse debido a la exposición directa a la violencia y las atrocidades, el desplazamiento y la separación familiar, el caos y la carencia de necesidades básicas. "Satisfacer las necesidades de salud mental de las personas durante emergencias es un área de trabajo clave para la Coalición", según se puso de manifiesto.

El informe sobre la situación de Ucrania ilustró que un sistema de salud mental bien planificado, compuesto por profesionales y voluntarios bien capacitados y motivados, puede perdurar incluso en las circunstancias más extremas.

Tras el estallido de la guerra, la OMS/Europa desplegó un equipo de profesionales de la salud mental en Ucrania y los países vecinos, estableciendo y dirigiendo grupos de trabajo para coordinar con los gobiernos y otras organizaciones de ayuda, incluida la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).

Todos juntos trabajaron para brindar a los sobrevivientes todo tipo de apoyo de salud mental, desde seguridad básica y apoyo familiar hasta servicios especializados para personas con condiciones de salud mental graves.