Solo un 20% de los casos de cáncer de pulmón se detectan en estadios iniciales, cuando diagnosticar y tratar antes supone un aumento de la supervivencia de hasta el 80%, además de una mejora en la calidad de vida y un ahorro de costes al sistema sanitario. Se estima que ...
Solo un 20% de los casos de cáncer de pulmón se detectan en estadios iniciales, cuando diagnosticar y tratar antes supone un aumento de la supervivencia de hasta el 80%, además de una mejora en la calidad de vida y un ahorro de costes al sistema sanitario. Se estima que el gasto por paciente es de 63.000€ en fase inicial y de 103.000€ en fases avanzadas. Así se deriva del informe elaborado por `Visionarios en cáncer de pulmón: diseñando el futuro en estadios tempranos´, un proyecto que hace una llamada a la acción para actuar con urgencia por la prevención y el diagnóstico precoz de un tumor que sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en nuestro país, con más de 21.000 fallecidos durante 2020 y que se espera que siga aumentando en los próximos años. Aunque se asocia al tabaco en un 80% de los casos diagnosticados, en los últimos años hay una tendencia ascendente en no fumadores.
Para el doctor Bartomeu Massuti, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Alicante y miembro de la Junta Directiva del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), que ha participado en el proyecto, la elevada mortalidad de este tumor se asocia principalmente a su abordaje tardío. "Una situación que responde a que el diagnóstico en situaciones iniciales curativas es minoritario. No llega a un 30% de los casos. Por lo que la prioridad para reducir la mortalidad es ser capaces de detectar en situaciones más iniciales. Su diagnóstico tardío se debe en parte a que su sintomatología no es específica y es bastante similar a la de otras enfermedades respiratorias".
Todo ello hace que la urgencia de detectarlo y tratarlo antes sea una prioridad clara, que es cuando existen posibilidades de curación. "Se trata de diagnosticar el tumor cuando está localizado en el pulmón y no afecta a los ganglios. Aquí las posibilidades de curación están por encima del 50%, incluso cerca del 80%. Por el contrario, cuando ya existe afectación en los ganglios cercanos al pulmón, la probabilidad de supervivencia es significativamente inferior al 50%. Por lo tanto, un diagnóstico en situaciones tempranas es crítico para los resultados", añade el doctor Massuti.
Visionarios integra la perspectiva multidisciplinar de profesionles sanitarios, pacientes y gestores, partiendo de un análisis de la situación actual de la enfermedad, con especial énfasis en los estadios tempranos, e identificando las necesidades y tendencias de futuro en cada una de las etapas del proceso asistencial. Tal y como explica Federico Plaza, director de Corporate Affairs de Roche Farma España, "hemos desarrollado este trabajo mano a mano con todos los profesionales que representan las diferentes disciplinas implicadas (neumólogos, cirujanos, oncólogos, radiólogos, anatomopatólogos, radioterapeutas, psico-oncólogos, farmacéuticos hospitalarios, y fisioterapeutas), con pacientes y con gestores sanitarios. Bajo esta perspectiva, que es la adecuada para contar con una foto real de la situación, es preciso favorecer la prevención y el diagnóstico precoz de una enfermedad como ésta, con un gran impacto socio sanitario, que requiere el compromiso de todos".
Retos frente al cáncer de pulmó
Como se señala en el documento de `Recomendaciones para el abordaje presente y futuro del cáncer de pulmón en estadios tempranos´ elaborado por Visionarios, muchos de los retos actuales frente a este tumor se resumen en dos adjetivos: temprano y multidisciplinar. Temprano, porque así debe ser su detección y abordaje, y multidisciplinar porque no hay un abordaje adecuado sin la labor de un equipo integrado por todas las especialidades implicadas y enfocado a planificar el mejor tratamiento y seguimiento posibles para cada persona.
En este contexto, Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón (AEACaP), experto que también ha participado en el proyecto, ha destacado el papel de las asociaciones de pacientes. "Realizamos una labor fundamental en el ámbito de la prevención y detección temprana. En AEACaP somos conscientes de que la información es clave para saber reconocer qué síntomas nos deben alertar y, por tanto, debemos consultar con profesionales de la medicina. El tiempo es vital y saber reaccionar ante la menor sospecha puede ayudarnos a detectar el tumor en estadios iniciales y mejorar nuestras opciones terapéuticas y posibilidades de supervivencia", señala Gaspar.
Por su parte, José Martínez Olmos, profesor de Salud Pública en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), ex secretario general de Sanidad, que ha participado como experto en gestión sanitaria, ha comentado que los gestores deben estar atentos a cualquier innovación que permita avanzar en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades con tanto impacto como es el cáncer de pulmón. "La aprobación de nuevos procesos, por parte de la administración sanitaria, responde a que se ha encontrado la mayor eficiencia y los mejores resultados, haciendo sostenible el sistema, a la vez que se avanza en la innovación. Algo que, sin duda, es complejo porque muchas veces nos encontramos con novedades que pueden ser disruptivas y que pueden tener mucho impacto presupuestario o que implican cambios organizativos".
Respecto al abordaje multidisciplinar, el doctor Massuti destaca que es fundamental, teniendo en cuenta que es un tumor que, en la mayoría de los casos tratados con cirugía, cuando hay posibilidades de curación, hay una probabilidad elevada de volver a recaer. "Esto implica que, aunque la prioridad sea diagnosticar en fases iniciales, también es reducir las posibilidades de que el tumor vuelva a aparecer. Los tratamientos multidisciplinares, con intervenciones antes y después de la cirugía, son las que minimizan el riesgo de recaída, facilitando la cirugía si se administran antes de la intervención, reduciendo el riesgo de recaídas si se administran después de la cirugía, contribuye a incrementar las posibilidades de curación".
Áreas de mejora
A partir del análisis realizado por Visionarios en cáncer de pulmón se establecen una serie de prioridades. Para Martínez Olmos, proyectos como Visionarios permiten identificar las áreas de mejora, algo clave para poder avanzar en una mejor atención a los pacientes con esta enfermedad. "Así –añade-, se ha visto que se debe mejorar el soporte desde la Atención Primaria, para que el diagnóstico y tratamiento tempranos sean posibles. Estableciendo protocolos y formando a estos profesionales para que puedan detectar mejor los casos, tanto desde los servicios de urgencias como desde las consultas".
De la misma opinión es el doctor Massuti que pone en valor que gracias a este proyecto se ha realizado una revisión crítica de la situación actual del tratamiento del cáncer de pulmón en nuestro país, poniendo el foco en los estadios iniciales: "a partir de aquí se establecen claramente tres prioridades: en primer lugar, la necesidad de dirigirnos hacia un diagnóstico en estadios más iniciales, por vías de detección rápida en caso de sospecha y de programas de cribado a población de riesgo; en segundo lugar, subrayando la multidisciplinariedad en su manejo, individualizando la toma de decisiones en cada paciente bajo la supervisión de un equipo multidisciplinar para obtener los mejores resultados terapéuticos y, en tercer lugar, apostando por la medicina de precisión y la inmunoterapia, que ya son una realidad en estadios avanzados y que se tiene que empezar a aplicar en los estadios más tempranos".
Mayor concienciación y educación para la salud
Pese al impacto social y económico de esta enfermedad, para las personas implicadas sigue siendo un tumor con escasa visibilidad. "El cáncer de pulmón y los posibles síntomas son todavía desconocidos por gran parte de la población general y por determinados profesionales de la salud", asegura Bernard Gaspar, quien insiste en "intensificar las actuaciones dirigidas a generar un mayor conocimiento. Cuantas más personas estemos informadas y cuanto más conozcamos acerca de la enfermedad, mayor será el beneficio social, sanitario, e incluso emocional".
En relación a las elevadas cifras de tabaquismo que sigue habiendo en España, Martínez Olmos considera que la clave no está tanto en endurecer las leyes, como en hacer un mayor esfuerzo educativo a nivel poblacional. "Hay que trabajar mejor, sobre todo, en los programas de deshabituación, que es donde existe una gran área de mejora. Hay mucha gente que quiere dejar de fumar y necesita apoyo y el sistema tiene que dar respuesta a esa necesidad. También es fundamental la educación para la salud, para convencer sobre que es mejor no empezar a fumar", concluye.