"La adherencia es lo que falta para tener buenos resultados en salud". Jesús Vázquez Castro, director General de Asistencia Sanitaria y Aseguramiento del Servicio Madrileño de Salud, ha afirmado tajante el punto sobre donde la administración madrileña está dedicando gran parte de sus esfuerzos en el marco de la presentación este jueves en Madrid del primer `Libro Blanco de la Adherencia en España´.

Acompañado de los presidentes del Grupo OAT y la Fundación Weber, organizaciones impulsoras del Proyecto ADHER en el que se engloba este documento, Vázquez ha alertado de cómo han aumentado los casos con peores perspectivas tanto en pacientes con tumores como en jóvenes con una mala salud mental. Hechos que afectan a la adherencia a tratamientos de manera crucial.

Por este motivo, se ha alegrado de que el Libro Blanco haya reunido al grupo de 134 expertos en un estudio Delphi multidisciplinar, y que la jornada haya dado "mucha visibilidad a algo que no es tangible y está ahí". De tal forma que debe ser el primer paso hacia un sistema que se traduzca en indicadores "y sobre todo en salud" para desembocar en "escenarios creíbles y poderlos medir".

Durante el acto de clausura del evento, el presidente de la Fundación Weber, Álvaro Hidalgo Vega, ha aportado la perspectiva de la innovación como motor del cambio. No solo la tecnológica, sino también la que atañe a la gestión, como forma de mejorar "la adherencia, la atención, la salud y la calidad de vida de los pacientes".

La llamada a la colaboración ha venido por parte de José Luis Casteig Ayestarán, presidente - CEO del Grupo OAT, quien la ha enunciado al principio de la jornada y la ha vuelto a repetir al final de esta. "Desde el OAT estamos abiertos para colaborar con administraciones sanitarias y organizaciones. Para mí es una pieza clave para que nos dejen vehiculizar determinados proyectos. Sin ese apoyo será mucho más difícil", ha asegurado.

Medidas para la práctica clínica real

La última mesa redonda del acto, moderada por José María Castellano Vázquez, vocal del Comité Científico del Grupo OAT, director Científico de la Fundación de Investigación HM Hospitales y coordinador de Investigaciones Clínicas en el CNIC, se ha centrado en la implementación de medidas para la mejora de la adherencia en la práctica clínica real.

Un ámbito en el que se antoja necesario aplicar la simplificación de los procesos, según ha pronunciado Jacinto Espinosa García, jefe de estudios de la Unidad docente Don Benito-Villanueva de la Serena, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, C. S. Villanueva de la Serena Norte (Badajoz).

"Simplificar es la acción más efectiva en el tratamiento de la adherencia", ha afirmado. Bajo esa premisa, ha pedido que se aplique esa simplificación tanto en la sospecha hacia si el paciente "está correctamente controlado o no", como en el adecuado diagnóstico que tiene que recibir y, en último lugar, establecer una serie de estrategias de mejora. La principal: "simplificar el tratamiento".

Y más aún cuando se toman como referencia algunas de las cifras que ha arrojado María José Piña Vera, jefa del Servicio de Promoción del Uso Racional del Medicamento de la Subdirección de Farmacia y Prestaciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Según un reciente estudio elaborado por esta institución, con datos de todo 2021 y hasta el 31 de marzo de 2022, el 3% de los pacientes crónicos y polimedicados no retiran ni un solo envase de sus prescripciones. Entre el 3% y el 30% retiran algunos envases, y solo el 60% de este colectivo de pacientes retira todos los envases asignados al tratamiento.

Gran parte de la culpa, ha reflexionado Piña, está en la polimedicación. El SAS tiene a más de 300.000 pacientes que toman "entre 15 y 48 medicamentos". Por eso, se ha preguntado: "¿quién va a retirar 48 medicamentos?", y ha lamentado que la española sea una sociedad "polimedicada" que dificulta la adherencia.

Jesús Gómez Martínez, vocal del Comité Científico del Grupo OAT, presidente Ejecutivo de la Fundación SEFAC y farmacéutico Comunitario de Barcelona, ha respondido al respecto que, como parte de las soluciones, más que información al paciente hace falta formación al profesional. Una formación que ponga más atención a aspectos coyunturales, como el estado anímico.

"Ante una persona con estado anímico bajo, no se va a conseguir nada. Entre el 35% y el 40% de pacientes que entran en la farmacia, lo hacen con estado anímico bajo", ha expuesto. En la tarea de revertir la situación, ha apelado a la administración como facilitador de "una comunicación directa" entre los farmacéuticos comunitarios y los "profesionales y asociaciones de pacientes".

No solo es que el paciente no siga el tratamiento, sino que como también había señalado Piña, es que ni llegan a acudir a la farmacia a retirar los medicamentos. Para Cristina López Méndez, psicóloga y logopeda especializada en gestión del estrés, inteligencia emocional y mindfulness en el Gabinete Bonamind, una de las medidas que no se toman y deberían estandarizarse es "analizar por qué el paciente sale de la consulta y no va a la farmacia hospitalaria a retirar sus medicamentos".

Desde su especialización, ha destacado la importancia de conocer "el entorno familiar, laboral, cultural…" del paciente y, "con toda esa información", comprender desde una perspectiva multicausal a la persona que acude a consulta. "La adherencia es un comportamiento que se da a lo largo del tiempo para monitorizar las distintas variables", ha dicho.

Entre esas causas, "el miedo y la soledad" tras el diagnóstico son las que ha sacado a relucir Andoni Lorenzo Garmendia, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP). Ante ello, ha reclamado incidir en la "sensibilización y la concienciación" de los pacientes mediante una mejor comunicación. "Pero para realizar todo esto, lo que hace falta es tiempo", ha matizado. Entre otras cosas, es lo que está provocando un "repunte de pacientes en sanidad privada".

Por último, Natividad Calvente Cestafe, vocal del Comité Científico del Grupo OAT y presidenta del Capítulo Español de ISPOR, ha querido aclarar que apostar por la mejora de la adherencia no ha de calificarse como un gasto. "No, esto es inversión. Trabajar en adherencia es inversión, pero sobre todo inversión en salud. Pero también inversión sanitaria", ha finalizado.