El hecho de que las madres fumen durante el periodo inmediatamente anterior y posterior a la concepción está relacionado con un retraso en el desarrollo embrionario, con fetos más pequeños en el momento de la ecografía de las 20 semanas y un menor peso al nacer, según un estudio publicado en la revista ´Human Reproduction´.

La investigación siguió a 689 mujeres con embarazos únicos entre 2010 y 2018. Los investigadores descubrieron que, en la décima semana de embarazo, el desarrollo del embrión se retrasaba casi un día en las mujeres que fumaban diez o más cigarrillos al día en comparación con las no fumadoras, y 1,6 días en las fumadoras que habían concebido mediante fecundación in vitro (FIV) e inyección intracitoplasmática de esperma (ICSI).

También descubrieron que los embriones no eran capaces de "recuperar" su desarrollo a lo largo del embarazo y tenían más probabilidades de nacer pequeños para la edad gestacional y con un peso medio al nacer inferior en 93 gramos al de los bebés nacidos de mujeres no fumadoras.

Este es el primer estudio que investiga la relación entre el consumo de tabaco por parte de las madres desde 14 semanas antes de la concepción hasta 10 semanas después de la misma (el periodo periconcepcional) y el desarrollo de los embriones, evaluado mediante la observación de la forma externa e interna del embrión (la morfología) durante los embarazos en curso.

Los investigadores utilizaron la realidad virtual para observar el desarrollo de los embriones y compararon la morfología con las etapas establecidas del desarrollo embrionario, conocidas como etapas de Carnegie.

La doctora Melek Rousian, ginecóloga del Centro Médico Universitario Erasmus MC de Róterdam (Países Bajos), que dirigió el estudio, resalta que "uno de los mensajes clave de este estudio es que el retraso en el desarrollo embrionario debido a que las madres fuman en el periodo periconcepcional también se asocia a medidas fetales más pequeñas en la ecografía de las 20 semanas y a un menor peso al nacer".

"Parte de los resultados fetales y neonatales pueden explicarse por el tabaquismo durante el periodo periconcepcional y el retraso en el desarrollo embrionario", añade.

Las etapas de Carnegie sólo cubren el desarrollo embrionario durante las primeras 10 semanas de gestación, por lo que los investigadores no pudieron comparar las formas del embrión con un estándar acordado más allá de esta etapa, pero las ecografías y los pesos al nacer proporcionaron, en cambio, información sobre el desarrollo, incluyendo las circunferencias cefálica y abdominal y la longitud de los huesos del muslo.

"El impacto del tabaquismo materno periconcepcional en el retraso del desarrollo embrionario parece tener un mayor efecto en el segundo trimestre del embarazo que en el momento del nacimiento --resalta Rousian--. Creemos que quizá haya un cierto crecimiento de recuperación durante el segundo y el tercer trimestre, pero el retraso en el desarrollo morfológico no puede recuperarse del todo en el transcurso del embarazo, como muestran las ecografías de las 20 semanas y los pesos al nacer".

Las madres participaban en la cohorte periconcepcional de Rotterdam, un gran estudio prospectivo integrado en la atención a pacientes del departamento de obstetricia y ginecología del Erasmus MC, Centro Médico Universitario de Rotterdam, que es un hospital de atención terciaria para la preconcepción y la atención prenatal. Por tanto, no representan a la población general. Sin embargo, Rousian asegura que los resultados son importantes para todas las mujeres que planean quedarse embarazadas.

"Los resultados de este estudio subrayan la importancia de dejar de fumar antes de la concepción y que los esfuerzos para ayudar a las mujeres a dejar de fumar deberían centrarse en esta ventana temporal --advierte--. Si es posible, las mujeres deberían dejar de fumar desde el mismo momento en que planean quedarse embarazadas, pero siempre es bueno dejar de fumar de todos modos, especialmente en cualquier etapa del embarazo".

"Fumar no sólo influye en el crecimiento del embrión durante el embarazo y en el peso al nacer, sino también en el desarrollo del embrión desde las primeras fases del embarazo --recuerda--. Pudimos demostrar un efecto dosis-respuesta del tabaquismo materno sobre la morfología embrionaria y el crecimiento fetal; cuantos más cigarrillos fumaba una mujer, mayor era el retraso en el desarrollo".

La ginecóloga resalta que "esto subraya la importancia de las iniciativas de salud pública para promover la educación y los cuidados previos a la concepción, incluidos los programas eficaces para ayudar a las parejas a dejar de fumar".

Ahora la doctora Rousian y sus colegas están estudiando la mejor manera de ayudar a los futuros padres a dejar de fumar con la ayuda de consultas presenciales, visitas de seguimiento e intervenciones digitales sobre el estilo de vida. Creen que esto es importante, ya que numerosos estudios han demostrado que los factores que afectan al desarrollo del feto pueden repercutir no sólo en el embarazo, sino también en la salud más adelante.

"Por ello, el periodo periconcepcional es un área de investigación importante, ya que muchos futuros padres no son conscientes de la presencia de un embrión en desarrollo en los primeros días, cuando el embarazo aún no se ha confirmado", afirma.

Los nuevos avances, como la mejora de las técnicas de imagen, incluida la realidad virtual, han permitido estudiar el desarrollo de un embrión con mucho más detalle, en lugar de depender de la información obtenida en las investigaciones de laboratorio.

El primer autor del estudio, el dotor Carsten Pietersma, candidato al doctorado y ecografista del Erasmus MC, comenta que, "como se sabe que el tabaquismo afecta negativamente al crecimiento del feto durante el embarazo, queríamos estudiar cómo puede afectar también al desarrollo del embrión. Este estudio morfológico del desarrollo mediante las etapas de Carnegie tiene en cuenta múltiples dimensiones del embrión, en lugar de un solo parámetro de crecimiento".