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La estimulación cerebral puede facilitar la rehabilitación de niños con artrogriposis

Uno de cada 10.000 recién nacidos nace con artrogriposis múltiple congénita, un trastorno del sistema musculoesquelético. Las posibles estrategias de rehabilitación pueden incluir estimulación cerebral no invasiva para facilitar el movimiento de extremidades.

27/12/2021

La artrogriposis es un trastorno congénito del sistema musculoesquelético que causa deformación de las extremidades, articulaciones y músculos subdesarrollados y movimiento limitado. Uno de cada 10.000 recién nacidos nace con artrogriposis múltiple congénita (AMC). La enfermedad no suele progresar con la edad ni afectar a las capacidades cognitivas de un ...

La artrogriposis es un trastorno congénito del sistema musculoesquelético que causa deformación de las extremidades, articulaciones y músculos subdesarrollados y movimiento limitado. Uno de cada 10.000 recién nacidos nace con artrogriposis múltiple congénita (AMC). La enfermedad no suele progresar con la edad ni afectar a las capacidades cognitivas de un niño.

Para las personas con artrogriposis, es importante, entre otras cosas, restaurar la capacidad de doblar el codo, lo que puede ayudar al individuo a cuidarse de forma independiente. A ello ayuda el trasplante de músculos capaces de controlar la flexión del codo. En tales casos, es necesario enseñar al cerebro del paciente a controlar la extremidad de una manera que antes no era posible, ya que este desconoce dicho patrón de movimiento,al no haber estado incluido en las actividades diarias del paciente.

El estudio de la actividad cerebral relacionada con la flexión del codo permite el desarrollo de métodos efectivos para rehabilitar a las personas con artrogriposis después de un trasplante de músculo, según se desprende del trabajo publicado en ´Frontiers in Pediatrics´. Estos estudios escasean en casos con niños, a pesar de que cada vez más la edad de cada paciente que se somete a una cirugía de autotrasplante va disminuyendo y se necesita más información sobre la actividad cerebral de los pacientes jóvenes con AMC, que puede diferir significativamente de la de los adultos.

Al respecto, académicos del Instituto HSE de Neurociencia Cognitiva, en Rusia, estudiaron la función sensorial-motora en niños con AMC en comparación con los controles y adultos sanos de la misma edad. Invitaron a cuatro niños con AMC y cinco niños sanos de entre 5 y 10 años al Centro MEG conjunto MSUPE-HSE equipado con una magnetoencefalografía (MEG) única de 306 canales. Tres de los cuatro niños con artrogriposis habían pasado previamente por una cirugía de trasplante muscular para restaurar la flexión del codo.

Se solicitó a los participantes del experimento que se sentaran en una mesa y se llevaran la mano a la boca después de escuchar un comando de voz de un investigador, imitando el proceso de alimentarse a sí mismos. Mientras tanto, su actividad cerebral se registró utilizando MEG. A cada participante se le pidió que realizara 80 movimientos, 40 con cada mano.

El análisis combinado MRI-MEG de las fuentes de la actividad cerebral mostró que en pacientes con artrogriposis que se habían sometido a un trasplante de músculo, la activación de la corteza bilateral que acompañaba al movimiento de la mano prevalecía en comparación con la activación contralateral en el control sano. Además, en los pacientes con AMC, la actividad sensoriomotora cortical estaba menos restringida a las áreas fisiológicamente relevantes de la corteza sensoriomotora en comparación con los niños y adultos sanos. Mientras, los movimientos de AMC fueron menos precisos y más lentos en comparación con los grupos de control sanos.

Según se desprende del estudio, la dinámica de la actividad cerebral en los pacientes con este trastorno fue diferente a la de los grupos de control sanos: las respuestas del cerebro al movimiento se extendieron durante una mayor cantidad de tiempo. Cuanto más lento es el movimiento del paciente, más extendido es el patrón de actividad resumida que lo acompaña. Es probable que esto se deba a la participación de un mecanismo compensador complicado en el proceso de flexión del codo.

Según los investigadores, "dado que iniciar un movimiento es más difícil para los niños con artrogriposis después de un trasplante de músculo, las posibles estrategias de rehabilitación pueden incluir estimulación cerebral no invasiva, lo que les facilitaría el inicio del movimiento".

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