El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE alcanzaron, recientemente, un acuerdo para rearmar el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Ello permitirá a este organismo desempeñar un papel más consistente en el apoyo a la UE y sus Estados miembros en la prevención y el control de las amenazas de enfermedades transmisibles y mejorar la preparación europea para futuros desafíos sanitarios.

Las diferencias en la respuesta de las autoridades nacionales ante la pandemia de coronavirus y la descoordinación entre los Estados miembros llevó a la Comisión Europea a demandar más poderes para el ECDC de cara a futuras crisis sanitarias.

El acuerdo alcanzado a nivel institucional aporta nuevas prestaciones por parte del ECDC, como una vigilancia de vanguardia de futuros brotes, más preparación conjunta y planificación de la respuesta con los Estados Miembros, una orientación más sólida durante las emergencias, y más apoyo a los Estados Miembros en todas las etapas de la gestión de crisis de salud.

Asimismo, se ha proyectado crear una unidad de expertos europeos (task-force) en materia sanitaria para ofrecer un mejor apoyo a la reacción a nivel local ante la detección de una enfermedad y asesorar tanto a los Estados miembro como a la Comisión Europea en la elaboración de planes de prevención.

Asimismo, se desarrollarán plataformas digitales que faciliten la vigilancia epidemiológica en el territorio de la UE, al tiempo que se establecerá una cooperación más estrecha con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Autoridad sanitaria, pendiente

Sin embargo, como indicó al respecto la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides. "No podemos tener un Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades sólido sin reglas estrictas de la UE para las amenazas transfronterizas para la salud y una Autoridad Europea de Preparación y Respuesta a Emergencias Sanitarias (HERA) empoderada. Necesitamos todas las piezas para finalizar el rompecabezas", que es otro pilar clave de esta estrategia a consolidar.

Desde el comienzo de la pandemia, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades ha estado a la cabeza de los esfuerzos comunes para enfrentar esta situación sin precedentes, proporcionando evaluaciones de riesgo y mapas oportunos y claros para facilitar la libre circulación segura, rastreando el brote del virus en el UE y recomendando medidas para su control. "Sin este trabajo, la coordinación a nivel de la UE no habría sido tan fuerte como lo es hoy", añadió Kyriakides