La Asamblea Mundial de la OMS ha acordado este martes poner en marcha un proceso para alcanzar un acuerdo mundial para reforzar la prevención, la preparación y la respuesta ante las pandemias. La decisión se adoptó en una sesión extraordinaria, la segunda desde la fundación de la OMS en 1948.

La decisión de poner en marcha un Tratado Internacional de Pandemias es una reivindicación de la OMS desde la aparición de la COVID-19, y ha contado con el apoyo de la mayoría de Estados miembros.

La pandemia de COVID-19 ha sacado a la luz numerosos fallos del sistema mundial de protección de la población frente a las pandemias: "personas más vulnerables, sin vacunas; trabajadores sanitarios, sin equipos necesarios para realizar su labor de salvar vidas; y los enfoques de "yo primero" obstaculizan la solidaridad mundial necesaria para hacer frente a una amenaza mundial", destacó el director general de la OMS Dr. Tedros. Por ello ha calificado de histórica la decisión de la Asamblea Mundial. "Representa una oportunidad única para fortalecer la arquitectura sanitaria mundial y para proteger y promover el bienestar de todas las personas", señaló el dirigente sanitario.

La decisión de la Asamblea establece, bajo la denominación "The World Together", un órgano intergubernamental de negociación (INB) para redactar y negociar un convenio, acuerdo u otro instrumento internacional de la OMS sobre prevención, preparación y respuesta ante una pandemia, con vistas a su adopción en virtud del artículo 19 de la Constitución de la OMS, o de otras disposiciones de la Constitución que el INB considere oportunas.

Dicho artículo confiere a la Asamblea Mundial de la Salud la facultad de adoptar convenios o acuerdos sobre cualquier asunto de la competencia de la OMS. El único instrumento establecido en virtud del artículo 19 hasta la fecha es el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que ha contribuido de forma significativa y rápida a proteger a la población del tabaco desde su entrada en vigor en 2005.

Ejecución del proyecto

Según la decisión adoptada hoy, el INB celebrará su primera reunión antes del 1 de marzo de 2022 para acordar las formas de trabajo y los plazos y la segunda antes del 1 de agosto de 2022 para discutir el progreso de un borrador de trabajo. También celebrará audiencias públicas para informar sus deliberaciones; entregar un informe de progreso a la 76 ªAsamblea Mundial de la Salud en 2023; y someter su resultado a la consideración de la 77ª Asamblea Mundial de la Salud en 2024.