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Con una tasa de suicidio similar al resto de Europa, España se encuentra muy por debajo en cuanto a recursos disponibles

En 2020 la cifra de suicidio fue la más alta durante los últimos 20 años en nuestro país, con un 8% de suicidios más que en 2019.

25/11/2021

En 2020 la cifra de suicidios fue la más alta de los últimos 20 años, con ...

En 2020 la cifra de suicidios fue la más alta de los últimos 20 años, con un 8% más que en 2019. En total, en 2020 en España se suicidaron 3.941 personas. "Esto sin contar las tentativas de suicidio, que son 10 veces más", asegura la doctora Ana González-Pinto, presidenta de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM). "Las enfermedades mentales tienen un origen biopsicosocial. La incidencia de la mayoría de los trastornos de salud mental en España es similar a la del resto de países europeos Sin embargo, lo llamativo en el caso español es que estamos a la cola de Europa en cuanto a los recursos que se destinan para paliar esta nueva pandemia", asegura la experta en el transcurso de la Jornada Depresión y suicidio en España, organizada por la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed), que ha contado con el apoyo de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la colaboración de Janssen. Además, la doctora reclama tiempo para hacer más abordajes psicoterapéuticos.

En España la media de psiquiatras por habitante es de 11 por cada 100.000, cuando la media es de 18 profesionales por cada 100.000 habitantes en la Unión Europea. En este sentido, el doctor Celso Arango, presidente de la SEP, asegura que "estamos también muy por debajo de la media en psicólogos clínicos y enfermeras de salud mental, por lo que urge una inversión en recursos humanos dentro de la atención que se presta a estas patologías en el Sistema Nacional de Salud (SNS)". La patología mental subyace en el 90% de los casos de suicidio, siendo la depresión la más prevalente, seguida de las adicciones y los trastornos de personalidad y psicóticos. Se estima que una de cada 17 mujeres y uno de cada 23 hombres padecerá un trastorno de depresión mayor.

A este respecto, el doctor Víctor Pérez-Sola, presidente de la SEPB, asegura que tras la pandemia en Cataluña el número de consultas se ha reducido un 40%. "Lo que choca frontalmente con el aumento en la incidencia de estas patologías. Hay una clara disociación entre lo que necesitamos atender y lo que podemos atender", asegura este experto. Algo "inexplicable", en opinión de Cecilia Borrás, presidenta y fundadora de la Asociación Después del Suicidio. "Llama poderosamente la atención, cuando la depresión es la enfermedad mental más prevalente en nuestro país y con una tendencia en aumento de los casos, ver que la situación puede agravarse por la falta de medios para el seguimiento de las personas que la sufren y sus familias. No es aceptable una visita de 30 minutos cada 3 o 4 meses", asegura.

Todos los participantes en la jornada han coincidido en destacar dos aspectos fundamentales. El primero de ellos gira en torno a la necesidad de realizar un diagnóstico precoz de las patologías mentales como herramienta básica para prevenir el incremento de este tipo de patologías y el agravamiento de las mismas. El segundo de estos puntos es la necesidad de dotar de un presupuesto concreto las diferentes estrategias regionales y, por supuesto, la dotación y puesta en marcha de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio con financiación finalista e inversión en recursos humanos.

Las personas que sufren depresión grave presentan un riesgo de suicidio un 21% superior al de la población general. "Con un riesgo tan elevado en otro tipo de patologías físicas sería incuestionable su abordaje para la mejora de la calidad de vida de la persona y su pronóstico vital", asegura Borrás. La atención a la depresión es una estrategia efectiva para la prevención del suicidio, según los expertos, para el que existe un abordaje farmacológico y psicoterapéutico. La doctora González-Pinto asegura que echa en falta "la integración de la salud mental con la salud general, con algunos programas ya desarrollados como la psicooncología que aúnen esfuerzos tanto de Primaria como de Especializada".

Por su parte, el doctor Arango explica que es "necesario dotar a la Atención Primaria de recursos y formación para que puedan servir de puerta de entrada de estos pacientes al SNS bajo un diagnóstico precoz y un acceso equitativo. El acceso a los tratamientos farmacológicos innovadores en España es comparativamente inferior respecto al de otras enfermedades".

El doctor Pérez-Sola, por su parte, subraya cómo la depresión es una enfermedad que tiene un fantástico pronóstico si se trata bien y a tiempo. "Ahí tenemos una serie de limitaciones en nuestro país. Una de ellas es que cuesta más que en otros llegar a la innovación terapéutica, hay tratamientos que son más eficaces que los que tenemos, pero no nos llegan. La otra asignatura pendiente es la falta de tratamiento psicoterapéutico en nuestro país", asegura el doctor.

Consenso político

"La salud mental no entiende de signo político," asegura el doctor Arango. "Es significativo que una vez detectada la necesidad todos los partidos estén dispuestos a sumar soluciones. Se trata de una necesidad tan urgente e imperiosa que une a toda clase de políticos de manera irrefutable en busca de áreas comunes de interacción y actuación. Este es el punto crucial, es hora de dejar de lado las palabras y las leyes y pasar de manera inminente a la acción. Es decir, invertir y aumentar partidas en Presupuestos Generales del Estado y que las Comunidades Autónomas destinen un porcentaje de gasto sanitario a salud mental al menos igual a la media europea".

"Las estrategias actuales son absolutamente insuficientes porque están escritas, pero no tienen presupuesto que las respalden para implementarlas en muchos casos", -explica el doctor Pérez Sola. Y, desde luego, es necesaria una estrategia a nivel nacional que lidere y coordine el resto de las estrategias, dotada de recursos suficientes y que cuente con planes de acción basados en indicadores. Somos la excepción de Europa, ya que muy que no tengan una estrategia de suicidio".

En este punto, la doctora Mercedes Navío, psiquiatra y coordinadora del Libro Blanco Depresión y Suicidio 2020, asegura que "llevamos 10 años sin una actualización de la Estrategia Nacional de Salud Mental". Para abordar globalmente este fenómeno es necesario que el Plan Nacional de Prevención del Suicidio que se solicita sea un plan multinivel, similar a los modelos internacionales, que alcance todas las dianas más allá del ámbito sanitario, abordando el educativo y el social, entre otros. En este punto, la experta recuerda que las características generales de estas estrategias pasan por "identificar poblaciones de riesgo y garantizar su acceso rápido al sistema sanitario, establecer alianzas intersectoriales entre administraciones y diferentes facilitadores sociales, realizar campañas de sensibilización en población general para acabar con el tabú y limitar el acceso a medios potencialmente letales".

La depresión en los servicios de Urgencias

"Es muy importante que las urgencias de psiquiatría formen parte de las urgencias generales, que las plantas donde están los enfermos mentales estén dentro de los hospitales generales, y con las mismas condiciones de habitabilidad y de estancia que el resto de los pacientes. Hay un trabajo muy importante de la sociedad por normalizar este tipo de enfermedades", asegura en el transcurso de la jornada el doctor Pérez-Sola. Un punto en el que se muestran de acuerdo el doctor Tato Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Emergencias y Urgencias (SEMES), y la doctora Iria Miguéns, miembro de la Junta Directiva de SEMES.

Coincidiendo con la finalización de la primera ola de la pandemia por SARS COV2, se ha percibido un incremento de motivos de consulta relacionados con ansiedad, depresión y también tentativas de suicidio. "La dimensión de los motivos es variable, desde pacientes que no han podido realizar su seguimiento habitual por la no disponibilidad de recursos durante esa época, hasta tentativas de suicidio derivadas de la precipitación de los efectos de la propia pandemia por COVID19", asegura la doctora Miguéns.

La atención al paciente con tentativa de suicido tiene dos hechos relevantes: la estabilización inicial que requiere un conocimiento experto en soporte vital, en atención al trauma y en toxicología (casusas frecuentes de tentativas) y el abordaje posterior. En la primera parte se precisa de una cualificación de excelencia como establece el curriculum europeo de la especialidad de Urgencias y Emergencias, ya que es una patología dependiente. En la segunda actuación en la que el paciente está ya físicamente estable, será valorado en la esfera psicológica y psiquiátrica. "Una valoración que se realiza a cualquier hora y habitualmente en un ambiente que no es el más adecuado. Además, este acercamiento requiere de un nivel de competencia muy elevado", indica la doctora Miguéns.

"Desde SEMES consideramos que la atención al suicido es una patología a tiempo dependiente y requiere del desarrollo de un código específico enmarcado en un plan estratégico nacional", asegura el doctor Tato Vázquez. "Es clave una formación homogénea y reglada de los profesionales de urgencias para la atención de las tentativas de suicido", asegura Vázquez. Conscientes de esta carencia, SEMES ha creado un Grupo de Trabajo de Salud Mental "en base a la necesidad acuciante en nuestra práctica médica diaria". "Como líneas prioritarias sobre las que estamos trabajando están: la detección de signos de alarma en la asistencia al Servicio de Urgencias y Emergencias, el abordaje del paciente con enfermedad de salud mental y con conductas suicidas, el seguimiento y continuidad asistencial de los pacientes con patología de salud mental y la detección de pacientes vulnerables", concluye el doctor Vázquez.

En el transcurso de la jornada participaron también Rosa Romero, presidenta de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; Ana Prieto, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad del Congreso; Elvira Velasco, portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Sanidad del Congreso; Juan Luis Steegmann, portavoz del Grupo Vox en la Comisión de Sanidad del Congreso, Rosa María Medel, portavoz del Grupo Unidas Podemos en la Comisión de Sanidad del Congreso y Guillermo Díaz, portavoz del Grupo Ciudadanos en la Comisión de Sanidad del Congreso.

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