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Los pacientes con migraña en España sufren hasta 7 años de retraso diagnóstico

Siete sociedades involucradas en la atención de la migraña, junto con la Asociación de Pacientes AEMICE han publicado recientemente el `Libro Blanco de la Migraña en España´

23/11/2021

Siete sociedades involucradas en la atención de la migraña (Atención Primaria, Neurología, Enfermería, Urgencias, Farmacia Hospitalaria y Comunitaria), junto con la Asociación de Pacientes AEMICE y en colaboración con la compañía farmacéutica Lilly, ...

Siete sociedades involucradas en la atención de la migraña (Atención Primaria, Neurología, Enfermería, Urgencias, Farmacia Hospitalaria y Comunitaria), junto con la Asociación de Pacientes AEMICE y en colaboración con la compañía farmacéutica Lilly, han publicado recientemente el `Libro Blanco de la Migraña en España´. Este martes, Pablo Irimia, especialista en Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, lo ha presentado en el marco de la LXXIII Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

En primer lugar, recuerda que la migraña afecta a cinco millones de personas en España, es la principal causa de discapacidad entre los 15 y 49 años, y además, es una enfermedad neurológica con un enorme gasto. "Estos grandes números nos tienes que hacer pensar en que realmente es una patología que requiere muchos recursos, un diagnóstico lo más precoz posible, y un tratamiento adecuado para disminuir la discapacidad que produce".

En este sentido, "uno de los problemas de la migraña en España es que el retraso diagnóstico está en aproximadamente 6,2 años en la migraña episódica; y más de 7 años en la migraña crónica. Esto quiere decir que tenemos un problema importante. No podemos tardar tanto en alcanzar un diagnóstico, sobre todo porque estamos retrasando el adecuado tratamiento de nuestros pacientes", remarca el experto.

Por otro lado, el perfil del paciente tipo con migraña en nuestro país, según lo concluido por los expertos en el Libro Blanco, es el de una mujer en plena etapa productiva desde el punto de vista laboral y de desarrollo familiar, y que va a padecer migraña episódica. "Y lo que nosotros vemos habitualmente en las consultas es que la migraña tiene un alto impacto en la calidad de vida: hasta un 25% su empleo como consecuencia de la enfermedad, o tienen problemas para ascender laboralmente (hasta un 43% de los pacientes lo afirman)", manifiesta Irimia.

Otro de los problemas son las bajas laborales, pues, en teoría, la migraña no figura expresamente en el listado de enfermedades por las que se puede pedir una discapacidad. "De hecho, solo un porcentaje muy pequeño de pacientes la reciben o consiguen una baja laboral prolongada. Hay muchas dificultades para obtenerla, no hay buena comunicación entre los tribunales médicos y los facultativos que atienden a los pacientes. De esa forma, no podemos hacer patente el problema que sufren los pacientes, especialmente cuando es frecuente e incapacitante. Asimismo, solo un 3% de los pacientes con migraña reciben una prestación de la Seguridad Social, ya sea por incapacidad laboral o permanente", explica el especialista.

Por lo tanto, "la migraña tiene altos costes, y no relacionados con el diagnóstico y el tratamiento, sino asociados al coste indirecto. Es decir, al absentismo (el paciente no va a trabajar) o al "presentismo" (va a trabajar, pero su rendimiento y su productividad están muy disminuidas)". "Según estimaciones, el coste de la migraña es de aproximadamente 13.000 euros por paciente con migraña crónica, y 5.000 en pacientes con migraña episódica", agrega.

Así pues, se han propuesto en el `Libro Blanco´ una serie de medidas para reducir el impacto económico de la enfermedad. Estas van relacionadas, detalla el facultativo, "con promover el diagnóstico precoz para conseguir que el paciente recibe el tratamiento adecuado lo más pronto posible; concienciación a todos los niveles, para que puedan progresar desde el punto de vista laboral y que el hecho de padecer migraña no sea un problema; también se necesitan estudios económicos para demostrar que los fármacos son coste-efectivos en pacientes con migraña, especialmente ahora que tenemos tratamientos con mayor coste, pero que benefician a un porcentaje más elevado de pacientes; y estandarizar la atención tanto en AP como en la especializada; promover el uso de tratamiento sintomático y preventivo adecuado a todos los pacientes que lo necesiten".

Destaca, asimismo, que "ahora mismo existe una estigmatización de la migraña a todos los niveles, por lo que habría que incrementar la visibilidad de la enfermedad; concienciar socialmente de la importancia que tiene en cuanto a su enorme frecuencia y la discapacidad que produce. Así conseguiremos que los pacientes se sientan mucho mejor comprendidos".

Al mismo tiempo, manifiesta que echan en falta una estrategia nacional. "Cada comunidad autónoma tiene unos procedimientos distintos, los pacientes no son atendidos de una forma adecuada, y los retrasos diagnósticos son muy variables en las diferentes comunidades. Por lo tanto, habría que disponer de un plan estratégico nacional, transferible a todas las comunidades autónomas, que permitiera que la equidad fuese una realidad en el tratamiento de la equidad", apunta.

Además, para él la migraña no debería ser un problema únicamente clínico. "Es decir, los pacientes necesitan un abordaje individual, pero además, es un problema de salud pública muy frecuente y muy incapacitante. Por lo tanto, se necesitaría, además de abordaje individual de cada paciente, un abordaje desde el punto de vista poblacional".

Por último, opina que "tenemos escasas acciones para visibilizar lo que es la migraña". En este sentido, "necesitamos parte de una estrategia nacional para continuar hablando de la enfermedad en el tiempo. Que los pacientes vean que nos preocupamos por ellos y que la sociedad está informada permanentemente sobre los avances en el diagnóstico y el tratamiento".

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