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La pandemia de COVID-19 ha influido negativamente en la implementación de planes nacionales frente a la resistencia a los antimicrobianos

Tras los resultados de un reciente estudio de la OMS, se insiste en la necesidad urgente de acelerar la priorización, el cálculo de costos, la implementación y el seguimiento de las actividades de resistencia a los antimicrobianos así como garantizar el funcionamiento eficaz de las estructuras de coordinación multisectorial.

12/11/2021

Un reciente estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud, sobre resistencia a antibióticos (RAM), constata como la pandemia de COVID-19 ha influido negativamente en la implementación de planes nacionales frente a esta "epidemia silenciosa". La reducción de fondos, la falta de apoyo para las reuniones de coordinación, así ...

Un reciente estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud, sobre resistencia a antibióticos (RAM), constata como la pandemia de COVID-19 ha influido negativamente en la implementación de planes nacionales frente a esta "epidemia silenciosa". La reducción de fondos, la falta de apoyo para las reuniones de coordinación, así como el aplazamiento de campañas y otras actividades dirigidas para atajar el problema fueron los principales puntos observados durante los últimos meses en detrimento de las acciones necesarias en esta materia.

Los resultados del estudio de la OMS, en el que han participado más de 160 países, ponen de manifiesto la necesidad urgente de priorizar acciones, el cálculo de los costes, la ejecución y el seguimiento de las actividades de lucha contra la RAM, así como garantizar el funcionamiento eficaz de las estructuras de coordinación multisectorial. También se señala la necesidad general de reforzar el compromiso político, de invertir más recursos y de fomentar la concienciación sobre la RAM. Y es que, como se desprende del documento, solo el 50% de los países que han participado en el estudio cuentan con un mecanismo funcional de coordinación multisectorial de la resistencia a los antimicrobianos para ayudar a priorizar, calcular los costos, implementar y monitorear los planes de acción nacionales de la resistencia a los antimicrobianos, y que solo el 20% de los países están monitoreando activamente la implementación de sus planes nacionales.

Escasas campañas de sensibilización

Del estudio se desprende, asimismo, que sólo el 56% de los países lleva a cabo campañas de sensibilización sobre la resistencia a los antimicrobianos, que, además, suelen se a pequeña escala y limitadas.

Alrededor del 72% de los países tienen sistemas para recopilar datos a nivel nacional para las infecciones bacterianas comunes en pacientes hospitalizados y comunitarios, y en el 53% de ellos existe un sistema nacional de vigilancia de RAM estandarizado alineado con la resistencia y el uso de antimicrobianos globales.

Asimismo, mientras que el 91% de los países señalaron que tienen leyes y regulaciones sobre la prescripción y venta de antimicrobianos para uso humano, solo el 55% poseen sistemas que monitorean las ventas de antimicrobianos a nivel nacional y el uso a nivel regional, sin embargo, el 23% de los países no cuenta con sistemas para monitorear el uso de antimicrobianos en la salud humana.

Prevención y control de infecciones

Por otra parte, solo el 35% de los países participantes en dicho estudio disponen de programas nacionales de Prevención y Control de Infecciones (PCI) basados ​​en los componentes básicos de la PCI de la OMS, que se están implementando en todo el país y se evalúan periódicamente. El 54% de los países ha desarrollado programas o planes nacionales de PCI, pero no se están implementando o solo se hace en establecimientos de salud concretos.

Además, sólo el 33% de los países cuenta con directrices y prácticas para optimizar el uso de los antimicrobianos que se están aplicando a nivel nacional y utilizan los resultados de la vigilancia se utilizan para actualizar las directrices de tratamiento y las listas de medicamentos esenciales.

No obstante, se ha constatado un aumento de un 10% de países adheridos a la clasificación AWaRe (Access, Watch, Reserve) de antibióticos en su lista nacional de medicamentos esenciales, es decir, un 36% en comparación con el 26% del pasado año.

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