Jefe de Servicio de Hematología y Hemoterapia y director del programa de Trasplante de progenitores hematopoyéticos y Terapias avanzadas del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca en Murcia, José María Moraleda (nº colegiado: 303004890) está al frente además de la Red de Terapia Celular (TerCel) del Instituto de Salud Carlos III y ha sido presidente de la SEHH hasta 2019. "La hematología y hemoterapia es una especialidad integrada en la que confluyen la medicina clínica y el diagnóstico de laboratorio, el cuidado del paciente y el manejo de los aparatos y las técnicas de laboratorio como la morfología, la citometría o la biología molecular".

Precisamente esta integración hace del hematólogo un médico científico que realiza diagnósticos muy precisos y tratamientos personalizados dirigidos a dianas moleculares. "El hematólogo es responsable de varios servicios críticos para el funcionamiento de los hospitales tales como el banco de sangre, el laboratorio de hematimetría y de coagulación, también de la clínica hematológica específica y de las unidades de trasplante y terapias avanzadas".

Una disciplina integral que José María Moraleda combina en una triple faceta: la asistencia, la docencia y la investigación. "En el aspecto asistencial, enfoqué mi atención al cuidado de los pacientes sometidos a trasplante de progenitores hematopoyéticos y los problemas derivados de esta terapia" comenta el jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, y añade: "Mi línea de investigación trasnacional está encaminada a resolver los problemas de este tipo de pacientes y particularmente a la terapia celular, una nueva forma de enfocar el tratamiento de las enfermedades con células".

La hematología por su naturaleza clínico-biológica es una especialidad innovadora en sí misma. "La integración de la clínica y laboratorio es un maridaje perfecto para la investigación y el desarrollo de innovaciones que mejoren el diagnóstico y el tratamiento de nuestros pacientes". En los últimos años, el desarrollo tecnológico en el laboratorio de hematología ha sido exponencial, "lo que ha acelerado la automatización y la robotización de las pruebas diagnósticas y la obtención y validación de resultados de excelencia en un contexto progresivo de gestión de la calidad y acreditaciones de buenas prácticas del laboratorio".

En el laboratorio diagnóstico cabe destacar la implantación de las técnicas de biología molecular como la secuenciación génica en la realización de diagnósticos más precisos y el establecimiento de biomarcadores. "La generación y registro de millones de datos genómicos (Big Data), su interpretación y su correlación con las enfermedades clínicas es una disciplina en sí misma".

Todos estos avances han permitido que la hematología sea una especialidad pionera en la lucha contra la enfermedad. "Los hematólogos españoles han contribuido a estos avances con sus grupos cooperativos y sus redes de investigación, siendo pioneros en descubrimientos de nuevos tratamientos y modelos para hacer accesibles los medicamentos de terapia avanzada como las células CAR-T o la terapia génica en la anemia de Fanconi".

La especialidad tiene un futuro esperanzador. "Se trata de una disciplina con gran componente tecnológico y de ingeniería biomédica, lo que la permeabiliza para colaborar con otras disciplinas", sostiene el jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, y continúa: "Además y dada su amplitud diagnóstica y terapéutica, permite la colaboración con otras especialidades para el trabajo multidisciplinar en la resolución de los problemas de los pacientes, con gran impacto en la actividad hospitalaria".