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Alrededor del 30% de las muertes por enfermedad cardiovascular tienen un componente medioambiental

El Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular pone el foco en la urgencia de incorporar a la práctica clínica habitual una nueva subdisciplina: la `Cardiología Ambiental´

28/10/2021

La ciencia muestra evidencias incuestionables de que la contaminación del aire, el agua y los alimentos por compuestos tóxicos contribuyen al impacto de la enfermedad cardiovascular. Por eso, el Congreso SEC21 de la ...

La ciencia muestra evidencias incuestionables de que la contaminación del aire, el agua y los alimentos por compuestos tóxicos contribuyen al impacto de la enfermedad cardiovascular. Por eso, el Congreso SEC21 de la Salud Cardiovascular, que se celebra en Zaragoza del 28 al 30 de octubre, ha puesto el foco, en el marco de la rueda de prensa inaugural, en la urgencia de incorporar a la práctica clínica habitual una nueva subdisciplina: la `Cardiología Ambiental´. Es un eje fundamental para afrontar los retos de un cambio climático que debe ser tenido en consideración para la prevención y el tratamiento de las patologías cardiovasculares, que siguen siendo "la primera causa de muerte en nuestro país", como recuerda Ángel Cequier, presidente de la SEC.

Un dato significativo al respecto es que "en el tiempo que dura esta reunión fallecerán entre 10 y 12 pacientes, y en los tres días que dura el congreso, lo harán aproximadamente unos 1.000 pacientes. Esto supone alrededor de 120.000 muertes por enfermedades cardiovasculares en España al año". Es casi una pandemia, señala Cequier, que además va a aumentar. "A pesar de que con las innovaciones tecnológicas y los avances la mortalidad relativa va a disminuir, al contabilizar en valores absolutos cada vez hay más pacientes que fallecen como consecuencia de algunas de estas patologías. La razón es la prolongación de la esperanza de vida, dado que en los pacientes de edad avanzada, la mortalidad puede doblar e incluso triplicar la mortalidad del cáncer, que es la segunda causa. Esto es un problema, porque en el futuro cada vez va a haber más pacientes de mayor edad, que además tienen otras enfermedades que requieren tratamientos complejos y con impacto económico sobre el sistema sanitario muy importante".

Por tanto, "es absolutamente determinante concienciar no solamente a la sociedad, también a los responsables que hacen la planificación, para poder enfrentarnos en los próximos años a esta situación", subraya.

Por su parte, Julián Pérez Villacastín, presidente electo de la SEC cree que "cuando hablamos de prevención, no solo hacemos referencia a la cardiovascular, engloba todas las enfermedades".

"El hábito de vida que incluye realizar ejercicio, estar activo, tener una dieta adecuada y evitar los tóxicos conlleva que tu vida sea más saludable. No solo vas a tener menos riesgo de enfermedad cardiovascular, también menos cáncer, menos probabilidad de demencia, etc. Es decir, vas a vivir más, y vas a vivir mejor. O involucramos a las personas en el cuidado de nuestra salud, o va a ser muy difícil que la sociedad progrese en este sentido", agrega.

Es Ana Navas-Acién, epidemióloga y profesora en Columbia University Mailman School of Public Health (Nueva York), quien profundiza en el factor de riesgo desconocido de las enfermedades cardiovasculares. "La mayoría de las personas, tanto en la población general como en el mundo clínico no piensan que el aire que respiramos, la contaminación del agua que bebemos, u otros contaminantes pueden tener un papel determinante en la salud y en la salud cardiovascular en particular".

Es, a su juicio, "un cambio de paradigma que requiere incorporar el conocimiento de que junto a los estilos de vida, el medioambiente también juega un papel fundamental en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares". Por ejemplo, expone, "en este momento se están produciendo de 10 a 12 casos de muertes por enfermedades cardiovasculares. Según la OMS, de ellas, alrededor del 30% tienen un componente medioambiental, debido a la contaminación del aire, al tabaquismo pasivo, y a algunos compuestos tóxicos esenciales, específicamente el plomo.

Es un momento único para este reconocimiento a la importancia del medioambiente en la importancia de la salud cardiovascular".

Los datos existentes son "muy firmes", insiste la experta. Por un lado, demuestran resultados a corto plazo. "Está muy demostrado con miles y miles de estudios que los días que hay más contaminación hay más ingresos por infarto, por muerte súbita, arritmias o insuficiencia cardiaca". Esos son los efectos agudos, "pero también hay evidencias que confirman cómo los efectos crónicos, esa pequeña dosis de contaminante que uno recibe cada día, a largo plazo se asocia con el desarrollo de arterioesclerosis".

A nivel clínico, señala Navas-Acién, lo que le interesa a los cardiólogos es qué pueden hacer. "Lo principal tener ese conocimiento, pensar cómo debemos proteger a nuestros pacientes, teniendo en cuenta incluso si viven en áreas con mayor riesgo de contaminación ambiental".

Además, como ha comentado, "el plomo es uno de los metales que la OMS considera importante en el impacto de las enfermedades cardiovasculares". Menciona al respecto un ensayo clínico estadounidense que ha demostrado que "eliminar los metales del cuerpo, porque muchos metales no sabemos eliminarlos y se acumulan de por vida, tiene beneficio para los pacientes que han tenido un infarto o aquellos que tienen diabetes".

En cuanto a la formación de unidades de cardiología ambiental, Ángel Cequier apunta que son un terreno por explorar en España. "Es un entorno nuevo. Se conoce la contaminación, pero hasta ahora no había demasiadas evidencias salvo en salud pública, es decir, en el ámbito hospitalario aún no ha entrado". La experiencia en Estados Unidos es parecida a la de España, apostilla la experta. "No hay unidades de cardiología ambiental, salvo algunos grupos pequeños que ya se están organizando. Pero hay muchas oportunidades para crecer en este ámbito".

En este sentido, el presidente electo de la SEC concluye que la sociedad colabora "muy estrechamente" con el Ministerio de Sanidad en el desarrollo de la nueva estrategia de salud. "Es ya estrategia de salud cardiovascular que contempla la promoción, y se mencionarán específicamente políticas de salud ambiental".

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