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El Alzheimer puede causar un `círculo vicioso´ entre la red cerebral y las disfunciones de las células inmunes

Múltiples factores relacionados con la enfermedad de Alzheimer encajan en el vínculo entre el sistema nervioso y el inmunológico, que podrían paliarse con intervenciones terapéuticas capaces de suprimir tanto la actividad epiléptica como la inflamación cerebral.

27/10/2021

Desde hace tiempo se sabe que la enfermedad de Alzheimer está asociada con una inflamación crónica en el cerebro. Un impulsor de esta inflamación parece ser la acumulación de proteínas amiloides en forma de "placas", un sello neuropatológico de la enfermedad. En nuevo estudio, realizado en el Instituto Gladstone de Enfermedades ...

Desde hace tiempo se sabe que la enfermedad de Alzheimer está asociada con una inflamación crónica en el cerebro. Un impulsor de esta inflamación parece ser la acumulación de proteínas amiloides en forma de "placas", un sello neuropatológico de la enfermedad.

En nuevo estudio, realizado en el Instituto Gladstone de Enfermedades Neurológicas de California, EE.UU., los investigadores identificaron la actividad epiléptica no convulsiva como un factor crítico de la inflamación cerebral crónica en un modelo de ratón relacionado con el Alzheimer. Este tipo sutil de actividad epiléptica también ocurre en una proporción sustancial de personas con enfermedad de Alzheimer y puede ser un predictor de un deterioro cognitivo más rápido.

Por tanto, los autores del trabajo, publicado en la revista ´iScience´, se centraron en hallar intervenciones terapéuticas capaces de suprimir tanto la actividad epiléptica como la inflamación cerebral, para lo cual recurrieron al uso de ingeniería genética para eliminar la proteína tau, que promueve la hiperexcitabilidad neuronal (la activación de demasiadas neuronas al mismo tiempo). También pudieron revertir las alteraciones de la red neuronal y las células inmunes, al menos en parte, al tratar ratones con un fármaco antiepiléptico. El nuevo estudio reafirma lo prometedores que podrían ser estos tratamientos para las personas en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.

Probabilidad de sufrir Alzheimer

El Dr. Lennart Mucke, director del Instituto Gladstone de Enfermedades Neurológicas, y su equipo descubrieron que, cuando redujeron la actividad epiléptica en el cerebro del ratón, uno de los factores inflamatorios más afectados fue TREM2, que es producido por microglia, las células inmunes residentes del cerebro. Las personas con variantes genéticas de TREM2 tienen de dos a cuatro veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, pero los científicos todavía están tratando de descifrar las funciones precisas que desempeña esta molécula en la salud y la enfermedad.

Los científicos demostraron por primera vez que TREM2 aumentaba en cerebros de ratones con placas amiloides, pero se reducía después de la supresión de su actividad epiléptica. Para averiguar por qué, examinaron si TREM2 afecta la susceptibilidad de los ratones a dosis bajas de un fármaco que puede causar actividad epiléptica. Los ratones con niveles reducidos de TREM2 mostraron más actividad epiléptica en respuesta a este fármaco que los ratones con niveles normales de TREM2, lo que sugiere que TREM2 ayuda a la microglía a suprimir las actividades neuronales anormales.

"Esta función de TREM2 fue bastante inesperada y sugiere que el aumento de los niveles de TREM2 en el cerebro en realidad podría tener un propósito beneficioso. TREM2 se ha estudiado principalmente en relación con las características patológicas de la enfermedad de Alzheimer, como placas y ovillos. Aquí, encontramos que esta molécula también tiene un papel en la regulación de las funciones de la red neuronal ", indicó Melanie Das, científica del grupo de Mucke.

"Las variantes genéticas de TREM2 que aumentan el riesgo de enfermedad de Alzheimer parecen afectar su función "Si TREM2 no funciona correctamente, podría ser más difícil para las células inmunitarias suprimir la hiperexcitabilidad neuronal, lo que a su vez podría contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y acelerar el deterioro cognitivo", concluyó Mucke.

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