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La obesidad y la diabetes, una amenaza creciente de daño hepático grave

Expertos advierten del riesgo creciente de enfermedad hepática avanzada entre los pacientes obesos, con diabetes tipo 2 y con el llamado síndrome metabólico.

26/10/2021

Aproximadamente una de cada cuatro personas en el mundo padece la enfermedad del hígado graso, según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., generalmente se asocia con el alcoholismo o la hepatitis, pero la obesidad y la diabetes se están convirtiendo en una amenaza aún más grave de daño ...

Aproximadamente una de cada cuatro personas en el mundo padece la enfermedad del hígado graso, según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., generalmente se asocia con el alcoholismo o la hepatitis, pero la obesidad y la diabetes se están convirtiendo en una amenaza aún más grave de daño hepático potencialmente fatal, según un reciente estudio publicado en ´The New England Journal of Medecine´.

"La persona promedio, e incluso muchos médicos, no aprecian que existe un riesgo creciente de enfermedad hepática avanzada entre los pacientes obesos, con diabetes tipo 2 y con el llamado síndrome metabólico", advirtió el Dr. Scott Friedman, jefe de enfermedad hepática en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. "Muchos de ellos pueden estar albergando una enfermedad hepática silenciosa pero progresiva que puede llegar a ser letal", añadió.

El síndrome metabólico comprende un grupo de problemas de salud que se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2. Incluyen aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa abdominal y niveles anormales de colesterol.

Para el nuevo estudio, la Dra. Jeanne Clark, directora de medicina interna de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, y su equipo analizaron a un total de 1.773 personas que padecían la enfermedad del hígado graso durante cuatro años, para ver cómo la afección afectaba su salud.

Los investigadores encontraron que, a medida que las cicatrices relacionadas con la grasa progresaban en el hígado, las personas eran más propensas a sufrir complicaciones relacionadas con el hígado como hemorragia interna, exceso de líquido y confusión mental causada por una acumulación de toxinas en el cuerpo.

Según avanza la enfermedad del hígado graso, los pacientes son tendentes a desarrollar diabetes tipo 2 y deterioro de la función renal, aseguraron los autores del estudio. Las personas que sufrieron ese tipo de complicaciones relacionadas con el hígado tenían aproximadamente siete veces más probabilidades de morir, según los autores de este trabajo. "Estos resultados indican la necesidad de estar en guardia cuando uno es obeso y tiene diabetes", concluyó el Dr. Friedman.

La investigación hace un llamamiento a la necesidad de las pruebas de enfermedad hepática, particularmente en poblaciones con diabetes tipo 2, y crea una hoja de ruta para futuros tratamientos de la enfermedad del hígado graso no alcohólico que, incluso, podrían prevenir trasplantes en personas con enfermedad avanzada.

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