En esta jornada se ha hablado sobre lo aprendido durante el confinamiento y durante toda la crisis sanitaria de la Covid-19, qué cosas no deberíamos perder y qué deberíamos mejorar, y cómo se perfila la nueva sociedad en la que nos estamos convirtiendo. Para debatir sobre ello, María Martinón, directora del ...
En esta jornada se ha hablado sobre lo aprendido durante el confinamiento y durante toda la crisis sanitaria de la Covid-19, qué cosas no deberíamos perder y qué deberíamos mejorar, y cómo se perfila la nueva sociedad en la que nos estamos convirtiendo.
Para debatir sobre ello, María Martinón, directora del Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana (CENIEH), ha destacado conocer cuáles son nuestras capacidades, fortalezas y estrategias para un afrontar un mundo cambiante y "la medicina te da esta perspectiva porque recoge esta esencia, la lucha por la supervivencia".
La experta ha remarcado que las grandes infecciones nos han acompañado en toda la historia y es signo de modernidad "ello acelera la evolución biológica y favorece las mutaciones de los patógenos porque las bacterias buscan maneras de sobrevivir, son capaces de mutar, por tanto la selección natural es algo normal y no solo para los seres humanos. Es una señal de la cultura de nuestra especie".
Para José Antonio Marina, filósofo y pedagogo, se distingue entre un genoma biológico y uno cultural y es complicado saber donde empieza uno y otro, "cuando los grupos humanos empiezan a vivir en las ciudades aparecen enfermedades típicas de las ciudades grandes. Las pandemias están relacionadas con la capacidad de movilidad, como ya ha sucedido otras veces, la velocidad de transmisión es un efecto de la cultura humana".
Con el fin de desgranar los aprendizajes de esta pandemia, el experto ha indicado que a partir de ahora vamos a aprender de la experiencia, aunque es realmente complicado "podemos olvidar todo lo que ha pasado y recuperar cómo era nuestra vida antes con mucha rapidez pero esto da a entender que vamos a entender muy poco, la ciencia sí ha aprendido mucho y esto es destacable; la sociedad aprende con lentitud".
María Martinón señala que tenemos capacidad de aprendizaje alargada que nos permite aprender hasta muy tarde. El experto cree que normalmente dirigimos el comportamiento por normas, "vemos que la sociedad ha seguido un proceso progresivo de socialización pero que sufre colapsos éticos y el pensamiento tribal se impone".
La profesional ha remarcado que nos hemos comunicado en un ambiente antinatural en un contexto nuevo y de incertidumbre.
Al hablar de obligatoriedad y prohibición, José Antonio Marina opina que es un tema delicado, "si lo único que había para parar la pandemia era la vacunación creo que se debería haber hecho obligatorio, a veces la seguridad y la libertad pueden entrar en choque, y depende los casos hay que priorizar uno u otro".
María Martinón lo ve un problema global que debe tratarse así de forma global, "y la ciencia es fundamental en esta amenaza que no va a desparecer. Hay cosas que se pueden evitar como la prevención, ir hacia la investigación científica, la capacidad humana de los investigadores que trabajan en equipo para poder anticiparnos a un problema". En esto coincide el experto, "los problemas son globales y precisan de soluciones globales. Hemos visto que en situaciones de estrés se castiga a los vulnerables por esto hay que mejorar los sistemas de protección social". También aboga por una total sinergia entre los fondos estatales y privados, "debemos rediseñar el sistema sanitario donde la atención básica es el primer frente. Así, la AP debe fortalecerse junto a los sistemas educativos para evitar que se sobrecarguen los sistemas sanitarios de gran nivel como los hospitales".