¿Cómo es posible que desde hace 100 años se esté tratando de hallar una vacuna efectiva contra la malaria y en solo unos meses se haya desarrollado una contra el coronavirus empleando ingentes cantidades de dinero público?, reflexiona Lorenzo Fernández Fau, profesor de cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid y cofundador de Integración Iberlatinoamericana en Neumología y Cirugía Torácica.

Aproximadamente, el 80% de la población europea está vacunada y acaso llega al 10% en África. La globalización ha producido unas desigualdades e injusticias que han dado lugar a una brecha dolorosa entre un mundo cada vez más rico y poderoso y otro cada vez más pobre y dependiente.

A medida que el mundo se une para hacer frente a la pandemia, es importante mostrar que no lo ha hecho para hacer frente a los problemas de salud como la tuberculosis. "Como nuestro mundo es desigual e injusto y no parece que vaya a mejorar a corto plazo, la mejor guía personalizada que podemos tener por ahora para manejar la tuberculosis y la Covid-19 estará basada en el equilibrio entre la medicina basada en la evidencia y la realidad de nuestro sistema de salud", apunta Carlos Rodríguez Taveas, jefe del servicio de Infectología del Hospital Central de las Fuerzas Armadas en República Dominicana.

La tuberculosis estaba asociada con la carga más alta de mortalidad global causada por una enfermedad. A causa de la Covid-19, principal causa infecciosa de mortalidad mundial en 2020, se produciría la interrupción de la detección y tratamiento de casos de tuberculosis en el 42% de los países y produciría 6,3 millones de casos adicionales entre 2020 y el 2025 y 1,4 muertes adicionales en este periodo. En España, tan solo muere por tuberculosis una persona al día y en la India son 445.000 al año. "Ha hecho falta una pandemia de la gravedad de la covid-19 para que las muertes que suceden al día sobrepasen ligeramente las que suceden por tuberculosis", exhibe Javier García Pérez, presidente de la Sociedad Madrileña y Cirugía Torácica y secretario general de la Red TBS.

Para esta infección solamente existe una vacuna, y de hace más de 100 años. Además, más del 95% de los casos y de los fallecidos se encuentran en países en vías de desarrollo cuyo mayor factor de riesgo importante está ligado a la pobreza y al hambre, por eso, "no hay voluntad política para su erradicación", manifiesta Carlos Rodríguez. "Los gobiernos deben mantener procesos que permitan una política que integre el diagnóstico y la atención de ambas enfermedades y que garantice que los programas TB no se interrumpan en los esfuerzos de control de la Covid-19, sino que mejoren el diagnóstico y control de la tuberculosis".

Tuberculosis: retos y oportunidades

"Podemos haber perdido 10 años en la lucha por la tuberculosis a causa de la pandemia de la Covid-19", lamenta Javier García. Por ello, es necesario el mantenimiento de los programas de control de la TB y desarrollar estrategias sinérgicas para luchar contra ambas enfermedades. También hay que consolidar los mecanismos de atención social mejorando el acceso a los sistemas públicos de salud.

Además, es vital incrementar los fondos para financiar la tuberculosis. "Hemos duplicado los fondos desde el 2006 y vamos a necesitar unos 15.000 millones de dólares en el 2022", dice el secretario general de la Red TBS. "La Covid-19 pasará en un periodo más o menos corto, pero la tuberculosis permanecerá", recuerda.

En cuanto a las oportunidades que se presentan, el diseño de los nuevos métodos moleculares ya permite tratar y diagnosticar rápidamente la tuberculosis. Igualmente, después de muchos tratamientos pesados ya se puede dar un tratamiento MDR de seis y nueve meses. También es necesario recalcar que la alarma y vigilancia actual ante los síntomas respiratorios puede disminuir el retraso diagnóstico y que las mascarillas pueden ayudar a reducir la transmisión de la infección.