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Condiciones socioeconómicas más deprimidas aumentan el riesgo de adoptar estilos de vida no saludables

Un nuevo artículo del proyecto Predimed-Plus del IDIAPJGol y la Universidad Rovira i Virgili, relaciona los factores socioeconómicos y el estilo de vida con el sobrepeso y la obesidad.

20/10/2021

Investigadores del IDIAPJGol, la URV, el IISPV, y centros asociados al proyecto PREDIMED-Plus de Cataluña han publicado recientemente un artículo en la revista científica Nutrients. En el trabajo se relaciona el hecho de vivir en un área socioeconómicamente deprimida con la calidad de la dieta y la actividad física. Según ...

Investigadores del IDIAPJGol, la URV, el IISPV, y centros asociados al proyecto PREDIMED-Plus de Cataluña han publicado recientemente un artículo en la revista científica Nutrients. En el trabajo se relaciona el hecho de vivir en un área socioeconómicamente deprimida con la calidad de la dieta y la actividad física. Según esta investigación, con datos de 1.512 personas de entre 55 y 80 años en Cataluña, tener bajos ingresos se relaciona con seguir una dieta menos saludable y con llevar a cabo menos actividad física.

Las mujeres comen más sano, pero hacen menos deporte

En el marco del estudio se clasificaron los participantes en cuatro categorías: dieta no saludable y baja actividad física; dieta no saludable y alta actividad física; dieta saludable y baja actividad física; y dieta saludable y alta actividad física. Los investigadores encontraron que, en general, las mujeres seguían una dieta mediterránea en mayor proporción (dieta saludable). Por ejemplo, el 68,3% de las personas que seguían una alimentación saludable, pero hacían poco deporte eran mujeres. En el caso de las personas con un patrón alimentario saludable y que realizaban mucha actividad física, el 59,8% también eran mujeres.

En cuanto a las diferencias según el índice de deprivación (vivir en áreas desfavorecidas), los resultados del estudio muestran que las personas con menos recursos consumían más pastelería industrial, en comparación con las que tenían una mejor situación económica. Además, el grupo con menos recursos económicos estaba compuesto de un mayor porcentaje de personas con estudios inferiores y en situación de paro. En este grupo se observó que había un porcentaje más alto de personas sedentarias o con hipertensión.

En el artículo ha participado la investigadora Nancy Babio, de la Unidad de Nutrición Humana de la URV-IISPV, y el catedrático Jordi Salas-Salvadó, responsable de esta unidad de investigación. Encabeza el trabajo Josep Basora, director de la Fundación Instituto Universitario para la Investigación en Atención Primaria de Salud Jordi Gol y Gurina (IDIAP Jordi Gol), que también es investigador de la Unidad de Nutrición Humana. Los tres, junto con otros investigadores del proyecto, forman parte del Consorcio Ciber, Fisioterapia de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).

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