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Tranquilidad en las ventas de fármacos para el Sistema Nervioso

Aunque con una cifra levemente inferior, la tranquilidad fue la tónica en las ventas de fármacos para el Sistema Nervioso (N) hasta el pasado verano. Con una expansión del 2,61% en valor, volvieron al crecimiento todas sus principales clases terapéuticas, a excepción de los medicamentos para la enfermedad del Parkinson y los Otros Productos para el SNC. Señal de que, por otro lado, se recuperan los niveles de actividad asistencial y una mayor demanda de fármacos para la Salud Mental, agudizada por la pandemia de Covid-19.

14/10/2021

Junto al cáncer y las enfermedades infecciosas que podrían poner en riesgo la supervivencia de la especie humana, las enfermedades neurodegenerativas que incrementan sus tasas de prevalencia en todo el mundo, las enfermedades mentales que condenan al sufrimiento a centenares de millones de personas y sus familias, y otros desórdenes ...

Junto al cáncer y las enfermedades infecciosas que podrían poner en riesgo la supervivencia de la especie humana, las enfermedades neurodegenerativas que incrementan sus tasas de prevalencia en todo el mundo, las enfermedades mentales que condenan al sufrimiento a centenares de millones de personas y sus familias, y otros desórdenes que se producen a escala del sistema nervioso, hacen más necesario que nunca difundir por qué cauces progresa la salud mental de las personas y hasta qué punto es preciso conocer cada día mejor ese órgano tan complejo que es el cerebro.

Antes de que sea tarde

Tanto en la dimensión clínica de la salud, como a efectos de mercado, encajar fenómenos adversos debe despertar todas las alertas, especialmente, si son los primeros. Desde esta perspectiva, el servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, el Vall d´Hebron, el Instituto de Investigación (VHIR) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) elaboraron en unión un estudio destinado a demostrar qué factores de riesgo concretos podrían provocar un empeoramiento de los síntomas de un primer episodio psicótico no afectivo. Aspectos como, por ejemplo, recibir dosis bajas de antipsicóticos, mostrar sintomatologías depresivas graves o contar con antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos. A los que se podría unirse, igualmente, carecer de una buena reserva cognitiva o enfrentarse a situaciones de pasividad premórbida.

Este trabajo, que fue publicado en la revista European Neuropsychopharmacology, aboga a partes iguales por las intervenciones tempranas en las personas descritas, además de incidir en los tratamientos personalizados y el cuidado del medio psicosocial y personal de los pacientes diagnosticados o potenciales. El estudio se centró, a su inicio y a los dos años, en los síntomas en su dimensión positiva, negativa, depresiva, ansiosa, desorganizada y somático/cognitiva.

Echar las redes

Así como los médicos y otros científicos de los centros citados se afanan en atajar males mayores que deterioren la salud mental de los pacientes, la Neurociencia sigue su camino con paso decidido.

En su terreno, los cultivos de redes neuronales son un modelo de estudio simplificado para procesos de memoria, conectividad y testeo de fármacos. Misión para la que se emplean modelos 2D en placas de cultivo, aunque con reducido alcance predictivo. Para cubrir esta laguna insuficientemente cubierta, el Grupo de Óptica Fótonica y Biofotónica (GOFB) del Centro de Tecnología Biomédica (CTB-UPM), radicado en la Universidad Politécnica de Madrid, combina técnicas microfluídicas y de micro-nanofabricación con su modelo de emulación llamado organ-on-a-chip. Que consiste en replicar la estructura de un tejido u órgano, sin que pierda ni su fisiología ni su funcionalidad, dada su naturaleza de dispositivo microfluídico. De forma que hace posible controlar las condiciones del cultivo en tiempo real, como parece que ocurre en neuronas de determinados invertebrados a la hora de conocer la formación de sus redes neuronales, para superar las metodologías habituales hasta la fecha.

También en relación con las redes neuronales, la Universidad de Flinders (Australia) explicó recientemente que el sistema nervioso entérico (SNE), propio del intestino y que dicta su funcionamiento, se asemeja a ciertas redes neuronales del cerebro y de la médula espinal, en este caso entre humanos.

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