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"La formación en urología funcional actual es como tirarse en paracaídas sin preparación"

La última sesión de la 2ª Reunión Nacional Virtual del Grupo de Urología Femenina, Funcional y Urodinámica va dedicada a los residentes y urólogos jóvenes

08/10/2021

A los residentes y urólogos jóvenes va dedicada la última sesión de la 2ª Reunión Nacional Virtual del Grupo de Urología Femenina, Funcional y Urodinámica, dedicada a la formación en urología funcional. Luis ...

A los residentes y urólogos jóvenes va dedicada la última sesión de la 2ª Reunión Nacional Virtual del Grupo de Urología Femenina, Funcional y Urodinámica, dedicada a la formación en urología funcional. Luis Eduardo Resel, especialista del Hospital Clínico San Carlos de Madrid la define como "tirarse en paracaídas sin preparación", porque ni en España ni en el resto del mundo existe formación específica.

Recuerda que "la formación como especialista pasa por el sistema MIR y diversas fuentes de información, como libros, literatura científica, asociaciones científicas, congresos, cursos, masters, rotación externa, o workshops". Bajo su punto de vista, "el MIR representa uno de los mejores sistemas de formación en el mundo", y define la urología como "la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, tratamiento y diagnóstico de las afecciones médicas y quirúrgicas del aparato urinario y retroperitoneo en ambos sexos y del aparato genital masculino sin límite de edad, motivadas por padecimientos congénitos, traumáticos, sépticos, metabólicos, obstructivos y oncológicos. Además, establece ocho áreas de conocimiento, entre las que figura la urología funcional".

El marco legislativo actual, el BOE de 2006, "establece los contenidos teóricos, prácticos y científicos, con tres niveles de responsabilidad progresivos; y la formación como especialistas sigue la Pirámide de Miller, que a grandes rasgos valora la educación por sus resultados y no por sus aportaciones, es decir, nos interesa lo que los alumnos puedan hacer al final de la formación, que no es lo mismo que lo que les hemos enseñado", agrega.

En este sentido, explica Resel, "el método vigente tradicional de formación se basa en el modelo maestro-aprendiz. Aunque son múltiples sus ventajas, tiene también una gran variabilidad. Uno de los inconvenientes es la falta de la regulación y acreditación de los colaboradores docentes. La formación un MIR puede verse muy condicionada por un mal colaborador". Además, "no todos los centros disponen de los mismos medios, protocolos de formación y objetivos, ni existen directrices claras que orienten o establezcan unos objetivos mínimos exigibles al final de la residencia. Y el marco legislativo que regula nuestra especialidad es antiguo, sin previsión de renovación. Se iba a llevar a cabo el proyecto de la troncalidad en 2019, pero está paralizado por el Tribunal Supremo".

Por otro lado "la demanda de subespecialización es cada ves mayor en países como USA, donde la especialización depende de programas de `fellowship´. En España no está regulada ni amparada dentro del actual programa MIR".

Tampoco "es oro lo que reluce" en cuanto a la satisfacción de los residentes, manifiesta el experto. "Hace pocos años se publicó una encuesta en la que se vio que la actividad asistencial es de unas 40 horas semanales, sin contar las guardias y que el 68% no libra; el grado de participación quirúrgica es bajo: como cirujano principal, 1-10 horas a la semana; y al acabar la residencia tienen una alta confianza autopercibida para realizar procedimientos de menor complejidad, pero baja para otros más complejos. Asimismo, un 28% no se siente capacitado para realizar una consulta de urología general y un 67% para una consulta especializada".

La satisfacción de los residentes, por otro lado, "parece estar muy influenciada por la actividad quirúrgica, especialmente como cirujano principal. Por ejemplo, España es líder mundial de trasplantes, sin embargo, lo habitual es que un residente no realice un trasplante completo al terminar su formación".

Y qué pasa después del MIR, pregunta Resel. "No existe una obligación de re-acreditación de aptitudes y conocimientos una vez finalizado el MIR, cosa que sí sucede en oreos países como Canadá y Reino Unido. El European Board of Urology va en esta linea, pero tampoco es obligatorio superarla. En España, sin embargo, existe el ESSCOLap (Evaluation System for Surgical Competences on Laparoscopy), un sistema de evaluación objetivo de las competencias técnicas y no técnicas del cirujano en laparoscopia, endourología y microcirugía", explica.

Pero la realidad es que "desconocemos cómo se están formando los nuevos urólogos en nuestro país, dentro de cada uno de los ocho bloques temáticos en los que se ha dividido la especialidad".

Expone, en este sentido, que "la urología es una especialidad cada vez más compleja, por lo que hacer de todo resulta imposible. Se necesitan cursos, talleres, simposium y congresos para conocer, ver y practicar destrezas que nos son demandadas en una especialidad cada vez más tecnificada. Y lo que es más preocupante, la financiación de esta formación extrahospitalaria no está regulada ni garantizada para todos".

Cuenta que para abordar este tema se puso en contacto con Véronique Phe, responsable en educación de la European Urological Scholarship Prrogramme (EUSP). En resumidas cuentas, "son todo buenas intenciones, pero la realidad es que no hay un programa de formación específica en urología funcional".

Respecto a la sección de educación de la ICS, "más de lo mismo". "Mucha información teórica contrastada, pero nada sobre formación quirúrgica, aunque sí que se ha creado un comité específico para ello", apunta,

En la formación, las sociedades científicas tienen un papel muy destacado. "En lo que respecta a nuestra asociación disponemos de una cantidad ingente de información. En nuestro campus tenemos tres cursos actuales: uno de urodinámica de tres niveles, otro de pacientes con síntomas del tracto urinario inferior en el entorno covid-19, y un taller de urología funcional básica", afirma Resel.

En esta línea, enumera los principales cursos y másters de formación online acreditados por la AEU: "Cursos de Experto Universitario Cirugía e la incontinencia urinaria y suelo pélvico (Universidad Cardenal Herrera), Máster Universitario en Urología Funcional Femenina y Urodinámica (AEU - FIU - Universidad de Salamanca),

Máster de Andrología y Cirugía reconstructiva del área genital masculina (AEU - Universidad Complutense) y Máster en Cirugía avanzada ese incontinencia urinaria y suelo pélvico (AEU - Universidad Complutense). Asimismo, "hay varios cursos teórico-práctico presenciales, como cirugía en incontinencia urinaria y suelo pélvico, curso diagnóstico en urología funcional, etc."

El principal problema del que alerta es la formación quirúrgica. "La cirugía del suelo pélvico es compleja, y tiene una curva de aprendizaje considerable. Durante la residencia y los primeros años de experiencia profesional puede haber un riesgo iatrogenico nada desdeñable", lamenta.

En este sentido, comenta la problemática que ha habido con el uso de mallas en la cirugía de los prolapsos por vía vaginal en los últimos años, todo esto, en parte, por la falta de formación acreditada. "La respuesta de las sociedades científicas a esta problemática ha sido una emisión de recomendaciones sobre la formación quirúrgica, que coinciden en varios puntos". Lo más importante, a su juicio, "es la selección adecuada de los pacientes basada en sus características, el asesoramiento e información completa a los pacientes, el seguimiento de las guías clínicas y en el uso de la malla solo en casos complejos o con alta sospecha de recidiva. Y coinciden todas en introducir un sistema de certificación de los cirujanos".

Sin embargo, concluye "son buenas intenciones, pero seguimos como al principio. No hay un plan de formación específico".

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