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Evitar la caída estacional del cabello con la llegada del otoño

La llegada del otoño supone para muchos una caída masiva del cabello, pérdida de vigor, brillo y densidad.

22/09/2021

Aunque el pelo está en constante cambio durante todo el año, tras el verano se nota de una manera más acusada y significativa. Para evitar que se convierta en un problema mayor y ...

Aunque el pelo está en constante cambio durante todo el año, tras el verano se nota de una manera más acusada y significativa. Para evitar que se convierta en un problema mayor y conseguir lucir una melena sana, fuerte y abundante, Clínicas Dorsia recomienda poner en práctica una serie de hábitos, combinados con avanzados tratamientos orientados a anclar el folículo piloso y estimular su crecimiento natural.

¿Por qué se cae el pelo en otoño?

Por lo general y de manera habitual, una persona que goce de buena salud pierde unos 100 cabellos al día. En otoño, la caída puede llegar a los 200, un crecimiento exponencial debido a diferentes motivos. Por una parte, la pérdida de masa capilar puede venir causada por el verano y el sol, cloro, sal, etc. Como resultado de la acción de estos agresores externos, se percibe la melena más apagada, débil e incluso se detecta más pelo perdido en la ducha o en la almohada. Por otro lado, el otoño coincide con la vuelta a la rutina, lo que suele generar más estrés, un factor que influye directamente en la caída. Además, durante esta época, y a diferencia de la primavera o el verano, los rayos solares inciden menos en el cuero capilar, los cuales estimulan en menor medida el ritmo de crecimiento.

El champú y la alimentación adecuada, claves del éxito

Los expertos de Clínicas Dorsia recomiendan empezar buscando los productos de higiene que se adecuen al tipo de cabello, ya sea teñido, graso o seco. Hay miles de opciones en el mercado, pero utilizar a diario champús o acondicionadores que no se adecúen a nuestras necesidades puede tener un efecto contrario indeseado.

Así, para cabellos débiles o con tendencia a la caída y la rotura, más propensos a sufrirlas de manera exponencial en otoño, es recomendable escoger aquellos que contengan proteínas y aminoácidos que ayuden a reforzar y rellenar la fibra capilar. Además, hay que procurar ingerir alimentos ricos en vitaminas B6 y B12 (como las almejas o los huevos) y carnitina (como la carne de ternera o el aguacate), ya que pueden ayudar a paliar la debilidad capilar.

Bioestimulación y mesoterapia para frenar la caída

Los avances en medicina estética permiten desarrollar tratamientos altamente eficaces en lo que al cuidado del cabello debilitado se refiere. Dos de los protocolos más innovadores que se practican en Clínicas Dorsia con exitosos resultados son:

  • BIOESTIMULACIÓN PLASMASENSE: infiltración de Plasma Rico en Plaquetas (PRP), mediante microinyecciones prácticamente indoloras, en el cuero cabelludo para estimular la regeneración de los tejidos. Se trata de un tratamiento revolucionario en el que se utiliza la sangre del propio paciente para extraer, mediante centrifugación, el plasma que acelera la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico. Además, aumenta la vascularización a nivel del folículo piloso.
  • MESOTERAPIA CAPILAR: con vitaminas específicas para el pelo, capaces de frenar su caída, ya que la infiltración directamente en la raíz folicular, con finalidad preventiva o correctora, estimula su crecimiento. Se realiza en sesiones de unos 30 minutos aproximadamente y al finalizar no deja marcas visibles, pudiendo ser combinado con otros tratamientos para potenciar los resultados.
  • Durante las épocas de mayor caída del cabello es importante saber diferenciar si es una pérdida estacional y/o puntual o si estamos frente a un caso de alopecia androgénica. Al contrario de lo que se cree, este segundo tipo de pérdida de pelo no es específicamente masculina y las mujeres también pueden sufrirla. Para detectarla, tendremos que atender a su característica debilitación de la raíz del pelo, que se ve más fina, y a la mayor incidencia en determinadas zonas, como las llamadas `entradas´ o la coronilla.

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