La saliva es segregada por las glándulas parótidas, submandibulares, así como por centenares de pequeñas glándulas bucales distribuidas por toda la boca. Diariamente se segregan entre 800 y 1400 ml. La saliva es un fluido incoloro, inodoro, algo espumoso y muy acuoso (contiene un 99% de agua) que tiene las principales funciones de lubricar, limpiar y mantener la integridad de la mucosa oral. Ejerce una acción antibacteriana, antiviral y antifúngica, prepara los alimentos para su masticación, deglución e inicia su digestión, potencia la percepción del gusto, facilita la fonación y actúa como una solución tampón y remineralizadora de los dientes regulando el pH. En consecuencia, cuando no hay salivación los tejidos de la cavidad oral se ulceran y se infectan.

La xerostomía se define como una condición clínica subjetiva que implica una sensación de sequedad bucal como resultado de una disminución de la secreción salival. La xerostomía puede ser un fenómeno crónico o transitorio, provocando efectos negativos sobre varios aspectos de la función oral y puede valorarse objetivamente midiendo el flujo de saliva. Cuando el flujo de saliva desciende por debajo de los 500 ml diarios se habla de hiposialia o hiposalivación.

Diversos estudios cifran entre un 17% y un 29% la incidencia de la xerostomía entre la población. En la población adulta (mayores de 60 años) este porcentaje puede incrementarse hasta un 46% y entre los pacientes que reciben cuidados paliativos puede rondar entre el 60% y el 70%. En pacientes afectados por VIH la incidencia de la xerostomía ronda entre el 30% y el 40%.

Las causas pueden ser múltiples, y además de las alteraciones psicológicas como el estrés, la ansiedad o la depresión, esta sensación se puede originar por la ingesta de gran variedad de medicamentos (cardiovasculares, antidepresivos, sedantes, analgésicos de acción central, antiparkinsonianos, antialérgicos y antiácidos), la quimioterapia y la radioterapia o la cirugía, diversas dolencias como la inflamación bucal o faríngea, la diabetes, el envejecimiento fisiológico, daños neurológicos, los malos hábitos como el tabaco, el alcohol o el café así como en patologías de carácter sistémico como el síndrome de Sjögren, entre otras causas que provocan sequedad de boca como el uso prolongado en la actualidad de las mascarillas durante la pandemia.

Laboratorios Dicadia ha desarrollado la saliva artificial con una fórmula claramente mejorada: Bucohidrat^® en formato spray que una vez pulverizado reequilibra, hidrata y refresca la cavidad bucal de forma rápida y eficaz. Su composición a base de agua, hipromelosa 4500, como viscosizante y lubricante junto con sales minerales, equilibrantes de electrolitos, hace que Bucohidrat^® sea el sustituto salival idóneo ya que prolongan su efecto humectante. Además, el cloruro de benzalconio que actúa como antiséptico combate la caries dental y la halitosis, dejando una agradable sensación de frescor. Bucohidrat^® proporciona un alivio inmediato de la boca seca y su empleo es muy fácil ya que sólo debe pulverizarse directamente en la cavidad bucal tantas veces como se necesite en cualquier momento del día. Con un formato cómodo, discreto y fácilmente transportable al ser un frasco con una válvula pulverizadora de 50 ml, es un producto sin receta médica y de venta en farmacias.

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