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Los profesionales sanitarios piden mayor sensibilización contra el estigma de las enfermedades mentales

El estigma y la vergüenza que sufren los pacientes de salud mental puede impedir que accedan a los tratamientos sanitarios que necesitan. Profesionales y medios de comunicación deben trabajar conjuntamente para dar información veraz y normalizar estas enfermedades en la sociedad.

21/09/2021

Depresión, ansiedad, trastornos de conducta alimentaria o del sueño son algunas de las enfermedades más comunes y frecuentes que el 20% de la población española padecerá a lo largo de su vida. Unas enfermedades que han visto aumentada su incidencia con la pandemia y que todos debemos de normalizar para ...

Depresión, ansiedad, trastornos de conducta alimentaria o del sueño son algunas de las enfermedades más comunes y frecuentes que el 20% de la población española padecerá a lo largo de su vida. Unas enfermedades que han visto aumentada su incidencia con la pandemia y que todos debemos de normalizar para dificultar e impedir la búsqueda de ayuda por parte de los pacientes. Así lo han puesto de manifiesto profesionales sanitarios en el seminario "Sensibilización contra el estigma asociado a la enfermedad mental" un evento dirigido a medios de comunicación organizado por las sociedades españolas de Psiquiatría (SEP), Psiquiatría Biológica (SEPB) y Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) en colaboración con la compañía Janssen.

Las enfermedades mentales tienen un estigma que en ocasiones viene dado por el uso negativo y peyorativo de un trastorno o enfermedad mental que hacen profesionales y medios. Por eso el doctor Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, afirma que "es necesario poner fin al estigma que acompaña a estas enfermedades, no se puede culpabilizar a alguien por tener una enfermedad, es algo muy cruel. Para ello, profesionales y medios de comunicación debemos trabajar conjuntamente para difundir información veraz y de calidad que evite creencias erróneas y discriminatorias para estos pacientes".

Arango ha querido recalcar que el hecho de alguien padezca una enfermedad mental no le define únicamente por esa enfermedad como persona, sino que la dolencia debe ser tratada como otras que los pacientes sufren a lo largo de su vida y que son dolencias crónicas con las que se convive de manera habitual. Para el doctor Arango el desconocimiento o el miedo al rechazo son algunas de las razones por las que se habla menos de este tipo de patologías: "las veces que se habla de ellas, no se hace de la manera correcta. Hemos de normalizar frente a la sociedad este tipo de patologías y que la población vea que cualquiera podemos tener uno de estos trastornos".

En España solo el 58% de las personas que padecen, por ejemplo, depresión, buscan ayuda en los servicios sanitarios de salud. Esta cifra no refleja correctamente la magnitud del problema porque con la pandemia muchos casos no se han diagnosticado. A este respecto la doctora Ana González-Pinto, presidenta de la Federación Española de Psiquiatria y Salud Mental (FEPSM) ha destacado la importancia de poner los recursos para diagnosticar y tratar la enfermedad, "la falta de profesionales en la sanidad pública contribuye a que la atención a estos pacientes se retrase".

Además, González-Pinto ha explicado que existe un desconocimiento del origen de la enfermedad mental. Estas tienen un origen biopsicosocial, es decir, existen genes de riesgo más el entorno o ambiente a los que se suman factores de personalidad. Asi, esta doctora aclara que los trastornos mentales no son los únicos con origen biopsicosocial. "Hay otros problemas de salud que también tienen un origen biopsicosocial, como por ejemplo la hipertensión, que se relaciona no solo con condicionantes genéticos sino también con hábitos de vida, nivel socioeconómico y factores individuales. Y este aspecto se desconoce por completo en la salud mental".

Para la Doctora estamos en un momento de transición de como se trataba la salud mental en el pasado hacia un futuro en el que empiezan a visualizarse testimonios de personas relevantes que ayudan mucho tanto a los pacientes como a sus familiares para dejar de lado ese estigma.

Para el doctor Víctor Pérez Solá, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, la pandemia ha puesto de manifiesto si aun no lo era la salud mental y su importancia. Por ello es fundamental aprovechar este momento para eliminar los estigmas. "Tanto los enfermos como los profesionales de salud mental tenemos ese estigma de ser diferentes y extraños, eso hace que la sociedad no vea estos problemas de salud como una enfermedad más. Por ello es importante que las urgencias de psiquiatría formen parte de las urgencias generales, que las plantas donde están los enfermos mentales estén dentro de los hospitales generales. Hay un trabajo muy importante de la sociedad para normalizar este tipo de enfermedades".

Los problemas de salud mental en niños y jóvenes aumentan su incidencia

La pandemia del COVID ha aumentado los problemas de salud mental en personas de todas las edades, pero especialmente en niños y jóvenes: "la falta de contacto social, la forma en que esta población se proyecta en el futuro y el hecho de estar "encerrados" en casa, sin poder desarrollar su rebeldía, le ha afectado mucho" afirma el doctor Arango con respecto a este incremento.

A este respecto tiene gran importancia la reciente aprobación de la espacialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia pues "ahora que se ha aprobado la especialidad, se va a multiplicar por 10 el tiempo que durante la residencia se dedica a la salud infanto-juvenil" explica el Doctor Arango.

Prevención, profesionales cualificados y normalización la mejor estrategia para las enfermedades mentales

La estrategia para sensibilizar a la sociedad sobre este tipo de patologías pasa por la prevención, por tener profesionales cualificados y por normalizar en los diferentes ámbitos de la sociedad las enfermedades mentales.

Invertir en programas de detección precoz haría disminuir los casos graves y también se reducirían los costes de tratamientos asociados. Igualmente tener profesionales cualificados aumentando el numero de ellos en los servicios sanitarios ayudarían a atender y resolver con mayor rapidez trastornos de conducta alimentaria, prevención del suicido u otras conductas.

La normalización de las patologías y la información a través de campañas educativas en los centros escolares, a través de los medios son también aspectos fundamentales para que los ciudadanos normalicen estas enfermedades y sensibilicen con ellas dejando de ser un estigma.

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