Andalucía

La reposición de las plantillas en los centros de salud y hospitales de Andalucía representa una prioridad. Más aún cuando se calcula que casi la mitad de los médicos en una de las CCAA más envejecidas tiene más de 55 años.

Es preciso, pues, renovar el personal para atender correctamente a una población mayor con problemas crónicos y polimedicada cuyo índice de envejecimiento en el caso de Andalucía es 104,17 siendo 125,75 la media nacional.

La consolidación del médico joven unido a la mejora de las condiciones laborales y a la convocatoria de un mayor número de plazas MIR que permitan estabilizar las plantillas son algunas de las demandas del colectivo.

Pandemia

La pandemia ha puesto de manifiesto la falta de sanitarios. De hecho, organismos sectoriales sostienen que en la actualidad no está asegurada la reposición de las consultas. En concreto, cifran el déficit de especialistas en 778 efectivos (MIR) cada año en Andalucía.

Al desequilibrio entre las plazas MIR convocadas y los puestos a cubrir por el envejecimiento de las plantillas, hay que añadir la fuga de especialistas a regiones donde existen mejores condiciones laborales.

Ello repercute en la atención a los pacientes. De manera que se calcula que la ciudadanía andaluza cuenta con un médico en activo para 234 habitantes, lo que se traduce en 0,4 médicos por 100 habitantes.

Investigación

Pero la restructuración de plantilla y la ampliación de plazas no es suficiente para consolidar el sistema autonómico. Hace falta seguir apostando por la investigación. Y, de hecho, la sanidad pública andaluza cerró 2020 con casi 2.800 ensayos clínicos activos, un 12,8% más que en 2019. Algunas de las especialidades más requeridas fueron oncología, hematología, neurología o cardiología.

De los casi 3.000 ensayos clínicos en activo en 2020, 667 se iniciaron el año pasado, lo que evidencia que a pesar del impacto del Covid-19, Andalucía continúa apostando por I+D+i con un programa de investigación propio a través de proyectos ligados a la utilización de plasma hiperinmune de pacientes curados o a la utilización del calcifediol para evitar la agravación de los síntomas respiratorios.

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