La pandemia ha supuesto un desafío para todo el sistema sanitario. Los primeros meses preocupaban los positivos, los ingresos, la mortalidad… Poco a poco hemos descubierto que esto del covid-19 es un gran iceberg, y que eso solo era la punta. La base está llena de pacientes con una morbilidad importantísima. Son los pacientes long-covid o covid persistente y su abordaje es un reto para AP porque se desconoce su etiología ni su manejo. Intentando esclarecer un poco esta enfermedad, el XXVII Congreso Nacional de Medicina General y de Familia incluye en su quinta jornada una sesión de actualización en long-covid.

Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz covid-19 de la SEMG, se encarga de aportar algunas nociones sobre esta enfermedad tan compleja. "Es una patología nueva, que tiene sus características propias y que afecta de una forma tremenda a quienes la padecen. Llevamos conociéndolos desde mayo del año pasado, cuando tuvimos los primeros contactos, sufriendo con ellos todo lo que han sufrido tanto en su aspecto orgánico como en su entorno. Como enfermedad, como trastorno laboral, situaciones legales… Es muy difícil la consideración de una nueva enfermedad", expone.

Asimismo, considera que para hablar de la definición hay que diferenciarla de las secuelas, porque no son lo mismo. "En las secuelas la sintomatología es diferente a la inicial. En cambio, se considera que padecen covid persistente aquellos pacientes con antecedentes de afectaciones generalmente leve o moderada en la fase aguda de la covid-19, pero que pasadas cuatro e incluso 12 semanas siguen presentando sintomatología muy variada, frecuentemente fluctuante e incapacitan, que no se explica por una enfermedad subyacente alternativa".

La definición que se incluye en la guía clínica de la SEMG es la más concreta bajo su punto de vista. "Esta habla de un complejo sintomático multiorgánico que afecta a aquellos pacientes que han padecido el covid-19 y que permanecen con sintomagtología tras la considerada fase aguda de la enfermedad, pasadas 4 e incluso 12 semana, persistiendo los síntomas en el tiempo", argumenta. "Hay pacientes que lo siguen manteniendo 15 meses después de enfermar".

En cuanto a la epidemiología, explica que un estudio nacional y otro internacional indican que la mayoría de las personas que sufren la enfermedad son mujeres con una media de 43-46 años, las cuales presentan los síntomas aproximadamente durante 90 días. "Este número de síntomas es altísimo, supera los 200 en ambas investigaciones, y afectan a una multitud de órganos", agrega Armenteros, quien especifica también que es un escenario general, pero no es óbice para que afecte también a hombres y niños. "De hecho cada vez es más frecuente con sintomatología covid persistente".

Tres son las teorías de por qué se produce, según el especialista: que persista el virus, que sea una consecuencia de la tormenta inflamatoria y alteración de la inmunidad, o una teoría de los autoanticuerpos. En su opinión, "es muy probable que estén las tres en cada persona con una predominancia de una u otra dependiendo de cada uno y de su sintomatología posterior".

Lo considera así porque es una enfermedad que presenta multi etiopatogenia. "Hablamos de 201 síntomas en la clínica, unos 20 son más frecuentes y aparecen en el 70% de los pacientes. La astemia y el cansancio, la cefalea, la niebla mental (falta de concentración y memoria) son los más habituales. Algunos de estos pacientes pueden llegar a tener hasta 70 síntomas".

A partir de esta multi etiopatogenia, la SEMG propone un modelo de asistencia compartida. "Vertebrado en torno al nivel de AP, con toma decisiones compartidas con el paciente y con un equipo multi e interdisciplinar basado en el concepto de consulta compartida. La AP seguiría una dimensión longitudinal del proceso y de él participarían subprocesos transversales de interconsulta y asistencia compartida con AH", concreta.

Investigadores y pacientes

Por su parte, Silvia Guerrero Caballero, bioquímica y bióloga Molecular y representante @LongCovid ACTS introduce que las plataformas de pacientes surgieron en varios colectivos autonómicos en mayo del año pasado "porque veíamos que teníamos una sintomatología persistente después de haber pasado la fase aguda el covid-19, que no era conocida y que todo el mundo decaí que tenía que durar menos". Entonces, "al sentirnos tan desatendidos nos quisimos unir como ciudadanía para intentar conseguir cosas. Ahora han crecido mucho todas las asociaciones, ya hay 12 en varias comunidades".

Pero además, construyeron una plataforma transversal denominada Long Covid Acts con el objetivo de visibilizar la problemática de la enfermedad. "La base fundamental es una enfermedad desconocida, y por eso el prisma que abordamos tiene diferentes caras: política, social, legal, de salud pública de investigación, de atención…"

"Al juntarnos en esta plataforma transversal creamos un grupo de investigación. Muchos de los infectados de la primera ola teníamos perfil sanitario o de investigación, entonces, nos juntamos con el objetivo de ayudar y aportar desde nuestra experiencia y perfil técnico el conocimiento de qué nos pasa y buscar un tratamiento curativo. Porque la mayoría somos de la primera ola, así que llevamos 15 meses enfermos", manifiesta Guerrero.

Entre esos investigadores la teoría sostenida con más fuerza sobre el origen de la patología es que el virus se mantiene en el cuerpo. De todos los estudios realizados, destaca una serie de conclusiones. Una de ellas es que "el estado inmunológico alterado podría ser la causa de la reactivación de otros virus antes latentes en el organismo (herpes, CMV o EBV) en pacientes long covid".

Además, la científica señala que ña permanente activación de los linfocitos (no solo los específicos de SARS-CoV2), los puede hacer susceptibles a responder a las propias estructuras internas (autoinmunidad). Asimismo, "la respuesta celular específica en pacientes covid persisten es mayoritariamente medida por T8, co una respuesta T4 débil o inexistente, al contrario de lo reportado en la literatura en el control primario de la infección".

La mitad de la población long covid analizada, apunta, "presenta valores bajos de T4 (pilar básico de una respuesta inmunitaria eficaz), pudiéndose ver alterada consecuentemente la producción de anticuerpos y la cooperación con los T8. Para compensar aumentarían las células NK (elevadas en su mayoría) para intentar combatir el virus con la respuesta insta más específica" . En este sentido, "infecciones virales con persistencia en el tiempo se han asociado con variadas disfunciones inmunitarias, entre ellas, T4 alterados".

Así pues, concluye, "la persistencia del virus SARS-CoV2 en el organismo de los pacientes covid persistente podría ser la causa o la consecuencia de la alteración inmunológica que se observa, y de la respuesta humoral y celular alterada frente al covid-19. Esta desregulación derivaría en una estado de inflación crónica que sería la causa de la mayoría de los síntomas de los pacientes".