__Con la llegada de la crisis del covid-19, se ha registrado un cambio frozado en los modelos sanitarios con la implantación de nuevas prácticas que han llegado para quedarse. Contar con una Atención Primaria resolutiva y bien dotada; una financiación capitativa, basada en la salud de la población; un plan de choque de financiación sanitaria pública y dotar a los centros públicos de buenas herramientas de gestión, resultan fundamentales para la modernización del SNS. Estas son algunas de las conclusiones que se han desprendido de la jornada "La oportunidad y conveniencia de transformar el modelo de salud", avalada por la EIT Health, Fundación Signo, ITEMAS y SEDISA, con la colaboración de Meeting Pharma Group y el patrocinio de Laboratorios Servier.

Los sistemas sanitarios de gran parte del mundo se encuentran en evaluación continua, con el objetivo de identificar puntos débiles, y reforzarlos para conseguir que sean más eficientes y eficaces. Fruto de las circunstancias actuales, causadas por la crisis del Sars-CoV-2, esta tarea de revisión se ha convertido en un imperativo para todos los Gobiernos. En este contexto, la jornada —que ha contado con la participación de Rafael Bengoa, co-director en The Institute for Health and Strategy (SI-Health) y asesor Internacional en Reformas Sanitarias; Beatriz González López-Varcárcel, catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de GC; y Jaume Ribera, profesor del IESE Business School— busca identificar cuáles son las necesidades, exigencias y oportunidades para modernizar y hacer frente a un nuevo modelo de salud.

Para Beatriz González López-Valcárcel el gran reto es transformar el sistema para que sea parte del SNS y se evalúe por el valor. "Hemos vivido un gran avance de conocimiento biomédico este año. La digitalización ha ido mucho más allá de la telemedicina, como la tendencia de extraer el valor de los datos, la telecirugía, la telemonitorización o el telediagnóstico", ha destacado López-Valcárcel. En este sentido, para Rafael Bengoa la transformación del SNS debe partir de la coordinación entre los servicios sociales y sanitarios, fomentando una trayectoria horizontal integrada y colaborativa. "Una mayor colaboración se traduce en un mejor resultado de gestión y menos visitas a urgencias, entre otros aspectos. Para llegar a esto, es fundamental desarrollar estructuras de gobernanza donde se fomente la comunicación. Hay que asegurar que haya acuerdos colaborativos entre los clínicos de primaria y hospitalaria, eliminando las barreras que no facilitan dicha colaboración", ha concluido.

Sin embargo, para conseguir esta mejora en la eficiencia de nuestro sistema, es fundamental identificar áreas de mejora, de forma que se puedan optimizar los recursos disponibles. El profesor Jaume Ribera ha hecho hincapié en la importancia de pagar por el valor, además de identificar y eliminar aquello que resulta ineficiente. "Existen estudios internacionales que han afirmado que hay un 25-40% del gasto sanitario que no aporta valor. Si tenemos esto en cuenta, y revisamos la cartera de servicios, podemos excluir aquellos elementos que muestren una eficiencia baja o nula", ha señalado. En esta línea, el Prof. Ribera ha remarcado que los cambios deben fundamentarse en "un modelo de salud centrado en las personas, en un uso efectivo de los recursos escasos disponibles y en considerar la salud como motor económico, aprovechando las oportunidades que brinda la colaboración público-privada".