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La IA y el Big Data han llegado para quedarse en una sanidad de colaboración público-privada

Las tecnologías tienen la función de agilizar el trabajo administrativo de los profesionales. La transferencia de conocimiento entre privada y pública, esencial para la innovación del SNS.

28/05/2021

Inteligencia Artificial (IA) o Big Data ya son realidades que están comenzando a conformar, poco a poco, las herramientas de gestión sanitaria. En el segundo panel de la jornada `Desafíos para un nuevo modelo de gestión sanitaria´, organizada por el Hospital La Paz de Madrid y UCB Iberia con la ...

Inteligencia Artificial (IA) o Big Data ya son realidades que están comenzando a conformar, poco a poco, las herramientas de gestión sanitaria. En el segundo panel de la jornada `Desafíos para un nuevo modelo de gestión sanitaria´, organizada por el Hospital La Paz de Madrid y UCB Iberia con la colaboración de IE University y el aval de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), se dieron cita expertos del ámbito tecnológico y sanitario para dibujar el futuro horizonte de la atención sanitaria.

Para llegar a la aplicación de herramientas, el primer paso es la investigación. Los ensayos clínicos de cáncer de mama en marcha en la actualidad suman un total de 791. "Estos producen datos, una gran cantidad de datos sobre este tipo de cáncer. La Inteligencia Artificial aplicada a este respecto está diagnosticando mucho mejor a través de mamografías que los propios radiólogos", reflexionó Joaquín Arribas, profesor investigación ICREA, director científico IMIM y director investigación Parque de Salud Mar. El profesor defendió que la investigación y la asistencia sanitaria serán "imposibles" de separar, si se quieren implantar modelos de gestión sanitaria de la conocida como Medicina de precisión.

Si bien ya es necesario el esfuerzo y los recursos con que cuentan las grandes empresas tecnológicas, como Microsoft o Google, las dos únicas que han apostado por desarrollar herramientas en el campo de la salud. Por parte de la primera, Julián Isla, Data Analyst & Artificial Intelligence Resource Manager, lamentó que los sistemas de gestión administrativa que utilizan los profesionales estén anquilosados hasta el punto de considerar que "no hay datos" sobre los que se pueda trabajar.

Los tres pilares sobre los que Microsoft fundamenta su desarrollo tecnológico en salud son agregar datos, generar valor y orquestar. Todo ese proceso, explicó, debe ser circular, un "feedback loop". Al no haberlo, provoca situaciones como que un paciente fallezca y su médico de cabecera no lo sepa, o bien que este recete un medicamento adverso a la persona que acude con una dolencia.

Por ello, la tecnológica ya impulsa diversas herramientas que Isla se encargó de mostrar durante el panel. Desde el paquete Microsoft Cloud for Healthcare: servicio de nube de datos, experiencia de Microsoft 365 y herramientas Microsoft Dynamics 365, que permite a través del Deep learning de las máquinas, que permitiría agilizar la introducción de datos clínicos del paciente en el sistema de gestión hospitalaria y hacerlos interoperativos.

Cuestiones en las que la compañía está invirtiendo grandes esfuerzos son proyectos como Health Bot, que se asentó como un éxito en Estados Unidos durante la pandemia de COVID19; Microsoft Genomics: una herramienta para genetistas; Terra.bio: una iniciativa desarrollada por el Broad Institute que almacena datos en la nube y realiza análisis bioinformáticos. Microsoft y Verily (Google) se unen para impulsar esta herramienta. Pero también están otros sistemas como Infuse AI; Health Intelligence o Brain-Computer Interfaces.

Isla se quiso detener en otros dos programas vinculados a la salud, como son Microsoft Premonition y Microsoft Immunomics. Sobre el primero, mencionó que sirve para detectar patógenos de los mosquitos de la malaria. Hay 2.000 cajas en África que envían datos en tiempo real sobre los mosquitos que entran en las cajas instaladas en lugares con mayor propensión a que la enfermedad se extienda. Immunomics, por su parte, trata de extraer de un análisis de sangre toda la información disponible del paciente para que se creen modelos que permitan agilizar la gestión. Si bien avisó de que falta mucho camino por recorrer: "son sistemas `tontos´ a los que se les puede engañar. Todavía, nuestra tecnología es muy vulnerable a este tema. Hay que estar en alerta y vigilante".

Colaboración público-privada

Como parte de este segundo panel, tres profesionales de la sanidad y la gestión sanitaria analizaron el camino hacia el que tenderá la sanidad: el trabajo conjunto entre centros privados y públicos es la única vía para hacer sostenible el sistema. Para la doctora Leticia del Moral, directora general de Asistencia y Calidad de Quirón Salud, la sanidad privada es la que tiene esa capacidad de innovar, mientras que el sistema público de salud se nutre después de esos avances. Apoyó esta tesis la subdirectora de Gestión y Servicios Generales del Hospital Universitario La Paz, Ana Gómez: "el sector privado tiene la capacidad de reinventarse y ponerse a la rueda que el público no tiene".

Entre ambas administraciones ha de haber una trasferencia de conocimiento, opinó Pau Ricós, Managing Director de UCB Iberia, que ha sido "una de las barreras" en este tiempo. El sistema está tendiendo hacia un modelo "mucho más colaborativo, inclusivo y en el que se cuenta con las tecnológicas".

Gómez incidió en la importancia de esta colaboración, ya que la privada cuenta con "flexibilidad, personal y recursos". Una parte pública de la sanidad que para Del Moral debe garantizar la igualdad y equidad en el acceso a la asistencia sanitaria "a todos los ciudadanos". "Pero no está para gestionar", agregó.

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