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"La factura por el aumento de la esperanza de vida es la aparición de otras enfermedades, como el cáncer"

La Oncogeriatría, la especialidad que trata a los pacientes ancianos con cáncer, surge como consecuencia del envejecimiento de la población. A día de hoy entre el 30 y el 40% de los tumores diagnosticados se producen a partir de los 70 años.

04/05/2021

La Oncogeriatría surge como consecuencia del envejecimiento de la población. Por una razón muy simple que explica la doctora Regina Gironés, Nº Colegiada: 464618191, coordinadora del Grupo de Trabajo de Oncogeriatría de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y especialista del Hospital Universitari i Politècnic La Fe. "A medida ...

La Oncogeriatría surge como consecuencia del envejecimiento de la población. Por una razón muy simple que explica la doctora Regina Gironés, Nº Colegiada: 464618191, coordinadora del Grupo de Trabajo de Oncogeriatría de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y especialista del Hospital Universitari i Politècnic La Fe. "A medida que vamos envejeciendo, por varias causas, tenemos mayor riesgo de sufrir cáncer".

Teniendo en cuenta que una persona anciana es "un superviviente" que ha ido superando otras enfermedades, expone, "al ir mejorando la atención a otras patologías que anteriormente eran causa de fallecimiento, como pueden ser las cardiovasculares o las infecciones, pues es más frecuente que la población viva más años, y, por tanto, tengan más probabilidades de desarrollar un tumor o una neoplasia". Con lo cual, "la factura por el aumento de la expectativa de vida es la aparición de otras enfermedades, en este caso, el cáncer", manifiesta Gironés.

De hecho, se calcula que, dependiendo de cada tipo de tumor, entre el 30 y el 40% de los diagnósticos se producen a partir de los 70 años. "Lo que estamos viendo como consecuencia de los avances terapéuticos y diagnósticos es que va a aumentar también la cantidad de personas mayores que han tenido un tumor o son supervivientes de un cáncer", apunta la coordinadora del grupo de trabajo de la SEOM. Entonces, no solo se dan más casos nuevos en ancianos, sino que las personas diagnosticadas en edad adulta o en edad más joven, como afortunadamente sobreviven y el cáncer se está convirtiendo en una enfermedad crónica, "llegan a la edad anciana y esto es el incremento que estamos notando en esos años".

En este sentido, pese a que no haya un cálculo específico en pacientes ancianos, incide Gironés, en relación a los tratamientos y la supervivencia el escenario es favorable. "Hemos llegado a que la mitad de los tumores que se diagnostican y se tratan pueden ser curados y tener una larga supervivencia. Esto a lo mejor en el paciente anciano puede que sea menor, porque sí que tenemos que tener en cuenta que la expectativa de vida sigue siendo limitada, es decir, que al final por desgracia todos vamos a fallecer, y a lo mejor ese incremento en supervivencia puede perderse cuando llegamos a edades extremas a partir de los 90 años. Pero probablemente esté en un porcentaje similar a la población adulta".

En el contexto de la pandemia

Sin embargo, como el resto del sistema sanitario, también se ha visto desestabilizada por la crisis sanitaria. La aparición de una nueva enfermedad ha obligado a que muchos centros destinen sus recursos al Covid-19 y disminuyan la atención a los pacientes no covid. "También es población que ha sido más sensible a la pandemia, al riesgo de contagio, a los retrasos de diagnósticos, de cirugía, etc. Y sí que hay un impacto en población anciana con cáncer porque se ha prolongado la pandemia. Si hubieran sido pocos meses probablemente no se notaría, pero ya llevamos un año", indica la doctora.

Respecto a qué tipos de tumores son los más prevalentes en las personas de edad avanzada, según la oncóloga, coinciden con los de la población adulta, es decir, "son los de mama, digestivos de colon y cáncer de pulmón". Sí que es cierto, apunta, "que a lo mejor una patología específica del varón y de la población anciana como es el cáncer de próstata puede ser más frecuente en esta población". Pese a que por lo general son las mismas enfermedades, uno de los objetivos del grupo de trabajo de SEOM es sensibilizar a la comunidad oncológica de la necesidad de abordar al paciente anciano de forma diferente a la población adulta. Que, sobre todo el oncólogo que empieza, "pierda el miedo a tratar a pacientes ancianos y tenga una expectativa diferente a lo que es el paciente joven", señala la coordinadora. "Generalmente asociamos al paciente joven con el paciente por el que tenemos que pelear más y en el que hay que poner tratamientos más agresivos, pero los ancianos son supervivientes y es población en la que no tenemos que desestimar tratamiento activo u opciones de aumento de supervivencia simplemente porque tengan mayor edad".

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