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Uno de cada tres médicos dejaría su profesión o se jubilaría antes de tiempo, si pudiera

El fuerte impacto de la pandemia en la profesión médica se traduce para un importante número de profesionales en dificultades para dormir, mayor consumo de psicofármacos y una merma de la energía vital y nivel vocacional que podría llevar a más de uno a tirar la toalla. Todo ello aderezado por una fuerte carga de precariedad laboral y presión asistencial.

21/04/2021

Durante la presentación del estudio `Repercusiones de la Covid-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España´ pudo confirmarse que estos profesionales demandan una mayor formación en competencias emocionales, más ejercicio saludable dirigido a compensar la creciente carga asistencial y una superior capacitación para ...

Durante la presentación del estudio `Repercusiones de la Covid-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España´ pudo confirmarse que estos profesionales demandan una mayor formación en competencias emocionales, más ejercicio saludable dirigido a compensar la creciente carga asistencial y una superior capacitación para la gestión y resolución de conflictos en el ámbito clínico. Ante el riesgo que supone, que más de un tercio de los médicos haya llegado a barajar la idea de abandonar la profesión durante los peores momentos de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 y después también.

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Dr Tomás Cobo

El doctor Tomás Cobo, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), institución editora del informe, aseguró en su introducción que los datos recogidos son más sólidos que los empleados hasta la fecha para tomar el pulso al ánimo de la profesión.

De primera mano, Cobo se refirió a esas ocasiones en las que los médicos tienen que taparse el rostro y llorar amargamente, sin que nadie vea sus lágrimas. Son trances como ver morir a un niño de cáncer en una unidad pediátrica o como tener que informar sobre el fallecimiento de un adolescente o por una muerte en carretera.

Razón que le llevó a la autocrítica al pensar que los médicos, en general, no han sabido transmitir a la sociedad en general esa dimensión humana y su empatía por los que sufren, sin ser nunca realmente insensibles a esos padecimientos.

Estableció el presidente de la OMC tres líneas de trabajo para recuperar el ánimo en la profesión. Se refirió en concreto a la formación, la protección mediante el programa de apoyo psicológico fijado ad hoc y la reflexión que debe llevar a mejorar la situación de los médicos. Gracias al esfuerzo de feed back, entre la OMC y los facultativos, que se hizo posible gracias al apoyo de Mutual Médica al informe presentado.

Aunque afirmó que las heridas que ha causado la Covid-19 a la profesión tardarán en cerrarse, también estimó Cobo como muy oportuno implantar estrategias de superación a partir de datos reales. A lo que ayudaría también, a su juicio, que se oficialice la especialidad de urgencias y que uno de cada dos médicos dejen de tener contratación precaria en el país.

Finalmente, y como datos más preocupantes del trabajo presentado, el presidente de la OMC señaló que el 33% de los médicos querrían jubilarse prematuramente y que el 60% padecen el síndrome de burn out. Los dos, motivos muy claros para la reflexión, según argumentó.

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Dr Luis A Morales y Antoni Calvo

El doctor Luis A. Morales, presidente de Mutual Médica, agradeció las palabras del máximo responsable de la OMC y coincidió con él en que los médicos viven situaciones personales muy difíciles en áreas como, por ejemplo, la Oncología. Aunque la profesión médica se lleva a cuestas gran parte del sufrimiento humano en cualquier especialidad y según grados, matizó.

Sobre su aseguradora, formada y dirigida por médicos, relató que nació hace 100 años, en coincidencia con la otra pandemia que asoló el mundo y que fue conocida como la gripe española

Habló Morales del 2020 como un año marcado por el sufrimiento y unas demandas y necesidades profesionales que, si ya existían, se vieron agudizadas desde marzo de ese mismo año.

Según aportó este ponente, antes de la pandemia el 44% de los médicos trabajaba 40 horas a la semana, mientras que el 24% lo hacía 50 horas. Un porcentaje que, con la llegada de la Covid-19 subió al 35%, es decir, once puntos por encima.

De lo que dedujo que los médicos experimentaron un incremento de tiempo medio de trabajo de tres horas a la semana. Así mismo, y a raíz del aumento de la presión asistencial, el tiempo de guardias subió del 52 al 58%.

En general, precisó, la autovaloración de una salud regular o mala pasó del 7% al 23% de los médicos con la llegada de la pandemia, circunstancia declarada en mayor medida por las médicas.

Dada su exposición profesional, los médicos se contagiaron cinco veces más que la población común y fueron ingresados en un 20% respecto al 2% de la población general.

También tuvieron que padecer en un 32% algún familiar infectado, con un médico con familiar en aislamiento por cada cuatro facultativos. Además de un 6,1% de ellos con un familiar hospitalizado por la Covid-19.

Esta situación epidemiológica coincidió con el daño moral de verse rechazados por vecinos que sabían que estaban en primera línea contra la pandemia y que, por ello, temían a ser contagiados.

Sobre el estado de ánimo para afrontar una segunda ola de pandemia, tras concluir la primera, el 51,4% declaró tener una menor preparación psicológica, una mayor para el 23% y un 24,8% con respuesta de indiferencia al respecto.

Hasta el punto de que el 19,8% expresó su deseo de adelantar la jubilación, frente a un 78,2%, que no mostró esta preferencia. Mientras que sólo un 2% se vio dispuesto a prolongar su vida laboral más allá de la edad legal de retiro.

Así mismo, y como visión de una profesión que se volvió inaguantable, el 34% de los encuestados se mostró proclive a tirar la toalla. Con un 30,2% que colgaría la bata, si tuviera recursos económicos para ello, y un 3,9% que confirmó su decisión de hacerlo.

También hizo daño el dilema deontológico de tener que priorizar casos ante la carencia de medios clínicos para todos. Dado que el 72,3% de los médicos tuvieron que tomar decisiones de este calado. Una decisión, en cualquier caso, que fue algo menos difícil cuando el equipo asistencial se mostraba unido. Por otro lado, el 27,7% de los médicos no tuvo que enfrentarse a ese trance sobre vida y muerte. Frente al 39,2% que tuvo que se vio esporádicamente en esa situación.

Añadió el doctor Morales que su compañía aprobó dos 2 millones de euros de ayuda para los facultativos más afectados.

Antonio Calvo, director de la Fundación Galatea, transmitió que los médicos sintieron el refuerzo positivo de sus colegas en el 83% de los casos y en el 82% por parte de los pacientes. Aunque se trató de un sentimiento de respaldo que bajó en altura y respecto a jefes de servicio y gerencias.

En términos generales esa mejor valoración se dio en los equipos más cohesionados. Sin que los cambios de ubicación al atender a los pacientes de Covid-19 fueran demasiado frecuentes.

Pese a ello, los médicos que dejaron de dormir un mínimo de 6 horas al día pasaron del 14 al 27%, junto a un consumo de hipnóticos que subió del 18,6 al 30%, con mayor frecuencia en las médicas. Profesionales que, sin embargo tienen menos reservas al pedir ayuda, aunque en general, los médicos sienten pavor a que se sepa en su centro asistencial que tienen eventos o desarrollos de salud mental.

En aquel contexto posterior a la primera ola de la enfermedad, 6 de cada 10 médicos declararon haber padecido fatiga, dolor y estrés como elementos de una peor percepción de su propia salud. Hasta registrarse un 60% de síndrome del profesional "quemado", o burn out, por hartazgo y agotamiento profesional y relacional. Con el resultado de que se triplicó el número de facultativos que, aseveró, no pueden seguir adelante.

De los cuadros ansiosos y depresivos, además de una mayor irritabilidad, vino un mayor consumo de ansiolíticos y antidepresivos, dado el mayor acceso que tienen los médicos a los psicofármacos.

Por eso, Calvo destacó la importancia del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), que también incluye las adicciones, ante esa cuarta parte de los profesionales sanitarios que están dispuestos a pedir ayuda. Ayuda que ya han encontrado 1.400 médicos en el servicio de Teleapoyo psicológico patrocinado por los colegios de médicos, la Fundación La Caixa y su propia entidad. Servicio que se puede encontrar a través del número de teléfono 900 677 777, como respaldo al principio deontológico de que, "para cuidar a los demás, el médico debe empezar por cuidarse a sí mismo".

Para concluir su intervención, Calvo afirmó que OMC y Galatea ya trabajan en un nuevo cuestionario destinado a conocer el estado de ánimo de los médicos e 2021, de cara a la inclusión de los datos en un informe en el que incluirán novedades como la inquietud que causa en los médicos la incertidumbre de las variantes de la Covid-19 ahora que todavía no se alcanzado la inmunidad de rebaño con las vacunas para el SARS-CoV-2.

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Dra Manuela García Romero

Como última en intervenir, la doctora Manuela García Romero razonó que los médicos tienen que estar preparados para lo que se les viene encima, en forma de listas de espera de las consultas y para las cirugías, actividades postergadas durante la pandemia.

En relación con el próximo Congreso PAIME, que se celebrará su novena edición los días 4 y 5 de noviembre en la ciudad de Cádiz, adelantó que tendrá participación de compañeros médicos de América Latina y que su formato será mitad telemático mitad presencial. Para abordar, entre otros temas, cuál es la situación del paciente desde que llegó el SARS-CoV-2 y qué estrategia se adoptan en cada comunidad autónoma respecto a los problemas sufridos por los médicos.

Precisamente sobre el referido programa PAIME aseguró que es la "joya de la corona" de la OMC, como fruto de la colaboración entre la Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC) y la Fundación Galatea.

Su programa, según refirió, ayuda a los facultativos y sus familias en caso de existir trastornos de salud mental o de adicciones previas a la llegada de la pandemia y durante la misma. Desde el deseo institucional, humano y corporativo de saber cómo se han sentido las personas más afectadas desde que explosionó la crisis sanitaria y cómo se plantean su futuro personal y profesional

Reiteró García Romero que los médicos han comprobado en carne propia como la pandemia les doblaba la carga de trabajo y las guardias. Algo que podría llevar a más de uno a dar un paso más hacia el abondono del ejercicio profesional, como se reiteró varias veces durante la rueda de prensa.

El informe presentado recogió respuestas de 4.515 médicos participantes sobre una población total de médicos en el país de 267.995, con un error de ± 1,5%. Los datos se obtuvieron de julio a octubre de 2020. Con el resultado de que opinaron mayoritariamente las médicas, que el 52% pertenecían al medio hospitalario y el 30% a la Atención Primaria, mientras uno de cada tres médicos tenía contrato temporal.

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