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Un 20% de los pacientes covid-19 presentan síntomas cinco semanas después del diagnóstico

Este lunes arranca el II Congreso Nacional Covid-19, organizado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

12/04/2021

Después de más de un año de la detección de los primeros casos de coronavirus, esta enfermedad sigue siendo una gravísima emergencia sanitaria Por ese motivo, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) organiza el II Congreso Nacional Covid-19 para intercambiar experiencias y conocimientos a gran escala: 80 ...

Después de más de un año de la detección de los primeros casos de coronavirus, esta enfermedad sigue siendo una gravísima emergencia sanitaria Por ese motivo, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) organiza el II Congreso Nacional Covid-19 para intercambiar experiencias y conocimientos a gran escala: 80 sociedades científicas españolas, en las que se agrupan más de 200.000 profesionales sanitarios, participan en este evento que se celebrará en formato online del 12 al 16 de abril de 2021, como explica Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente de Separ, en la sesión de inauguración.

Para Jiménez Ruiz, el encuentro "marca un nuevo hito" dentro de las actividades científicas y congresuales que se están realizando para controlar la epidemia. No en vano, en el congreso participan 380 ponentes, y albergará más de 90 sesiones científicas entre mesas redondas y conferencias magistrales, que serán emitidas simultáneamente a través de cinco canales.

Así, cada una de las ponencias, añade el presidente de Separ, "desarrollará los aspectos más actuales y debatidos sobre el control, el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la covid-19". Pero además, remarca, "todos estos aspectos serán expuestos por grandes expertos nacionales e internacionales".

En palabras de Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad "no puede haber mejor homenaje a todos los compañeros y compañeras sanitarios que se han dejado la piel en esta pandemia". La mejor forma de responder a esta catástrofe sanitaria, caracterizada por la incertidumbre, "es el conocimiento, pues es lo que hace que podamos responder de una forma mucho más clara y con herramientas mucho más precisas", remarca. Por eso, bajo su punto de vista, "la importancia de este congreso reside en la multidisciplinariedad, en la coordinación entre todas las sociedades científicas y la respuesta innovadora que se está dando a esta pandemia".

Síndrome post-covid: ¿una nueva pandemia?

Seguidamente, el programa científico arranca con tres sesiones paralelas. Una de ellas, bajo el título Síndrome post-covid: ¿una nueva pandemia?, analiza la prevalencia, los síntomas y el abordaje de las secuelas que arrastran algunos supervivientes de la infección. Desde el NHS Highland Raigmore Hospital, en la localidad escocesa de Inverness, Javier Carod aborda la epidemiología y la propuesta de clasificación de criterios diagnósticos, recordando, en primer lugar, que más de 125 millones de personas en todo el mundo han padecido covid, y que desde el inicio de la pandemia se ha observado que en una parte significativa de ellas, los efectos persisten tras la "recuperación inicial".

Incluso hay varios estudios epidemiológicos anteriores. Uno de ellos ha evaluado, a 12 meses de seguimiento, a pacientes que sobrevivieron a la infección por SARS-CoV1. "Más del 50% de los pacientes presentaban fatiga y trastornos del sueño". Además, un estudio a 4 años en sobrevivientes de ese virus, "detectó que la misma proporción de pacientes presentaba fatiga crónica, y un 25% podría categorizaste como síndrome de encefalomielitis miálgica".

Por lo tanto, en el síndrome post-covid, "múltiples factores deben tenerse en cuenta, como el daño o la secuela de múltiples órganos o síndromes asociados a la hospitalización prolongada". Pero también hay que valorar, según el especialista, "que este síndrome post-covid es un paraguas en el que se incluye el efecto de inflamación residual, fenómenos autoinmunes, el agravamiento de comorbilidades previas, y también los efectos psicosociales tanto del confinamiento como del aislamiento social".

Respecto a los datos que existen sobre la persistencia de estos síntomas, expone que en Reino Unido, en la Coronavirus Infection Survey, publicada en noviembre de 2020 por la Uk National Statistics, "un 20% de las personas que han padecido covid han presentado síntomas de una duración superior a las cinco semanas, y un 10%, más de 12 semanas".

Obviamente, remarca, los síntomas son "muy variables" e incluyen síntomas respiratorios, cardiovasculares, muscuesqueléticos, etc. "Pero los neurológicos no son nada desdeñables. De hecho, una alta proporción de estas personas aquejaban síntomas cognitivos, problemas de atención y de concentración, cefaleas, alteración del sueño, etc".

Los principales estudios que fueron publicados en 2020 fueron de carácter descriptivo, y explica sus conclusiones de modo sintético.

"Un tercio de los adultos sintomáticos ambulatorios no se recuperaron en las 2-3 semanas posteriores. En otro estudio con pacientes graves hospitalizados, era muy común encontrar síntomas como fatiga, disnea, dolor, cambio de voz, tos, disfagia, ansiedad, depresión, síntomas de estrés y problemas de atención y memoria".

Asimismo, un tercer trabajo realizado a los 60 días del inicio de los síntomas, encontró que más de la mitad de las personas hospitalizadas con covid tenían síntomas de fatiga, que persistían independientemente del tratamiento clínico. "Y en otra investigación publicada a los cuatro meses, los síntomas más comunes fueron fatiga, dolor muscular, dificultad para respirar y dolor de cabeza".

Ahora bien, los síntomas son más persistentes en personas con covid grave, según un estudio que comparó la prevalencia entre los ingresados en la UCI y los hospitalizados en planta. Por ejemplo, en el caso de la fatiga, un 72% frente un 60%. "Pero en síntomas específicos como el estrés postraumático o los trastornos de la memoria y la atención, la prevalencia era de prácticamente el doble", apunta.

No obstante, estos síntomas también han sido descritos en pacientes que experimentaron covid leve, manifiesta Carod. "Un estudio estadounidense con una cohorte de mas de 700 pacientes reveló que el 35% de ellos no se había recuperado correctamente a los 16 días del seguimiento tras pasar la infección".

Enfoque diagnóstico y terapéutico

De profundizar en el abordaje de estos pacientes se encarga David García, neurólogo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, quien de nuevo insiste en que los síntomas neurológicos se encuentran entre los más frecuentes de la fase aguda, y que en el post-covid también son de los más prevalentes. Asimismo, apunta que "su valoración es especialmente compleja, dado que son síntomas muy frecuentes en la población general, lo que nos dificulta en ocasiones su evaluación".

Además, hay muy pocas contribuciones originales a la investigación de la fase post-covid y también existe un sesgo de selección, puesto que en muchos de ellos solo se han incluido a aquellos pacientes que tenían manifestaciones durante la fase aguda del post-covid, es decir, "no se evaluó la frecuencia ni el tipo de síntoma de manera sistemática en todas las personas que se infectaron durante la fase aguda". Y "prácticamente ningún estudio" tiene grupo control, "lo cual es importante para evaluar la incidencia de síntomas neurológicos, ya que algunos también pueden presentarlos personas sanas". En este sentido, "el futuro no es demasiado alentador desde el punto de vista científico, porque el número de estudios en marcha relacionados con el covid en neurología, es muy pequeño, solo hay 13 registros de ensayos clínicos", lamenta García.

Otro consideración es que los pacientes presentan generalmente múltiples síntomas. Esto, de cara a la organización de la consulta debe ser tenido en cuenta, "si queremos hacer las cosas de manera apropiada hay que hacer una evaluación adecuada del paciente". Y salvo que sea un servicio grande, con una lista de espera muy ágil, "probablemente lo más inteligente es centralizar la consulta de neuro-covid, de manera que exista un interlocutor que facilite el acceso de los pacientes al sistema", explica el neurólogo.

En concreto, centrándose en las manifestaciones más frecuentes, el especialista menciona en primer lugar, la cefalea. El mejor dato sobre su prevalencia viene de un estudio español en vías de publicación, indica, "en el que podemos observar que la prevalencia de la cefalea en la fase aguda está en torno al 20-25%, pero que a medida que va pasando el tiempo ese porcentaje va disminuyendo". Aunque a 9 meses de la infección todavía existe un porcentaje de pacientes que sigue con cefalea. "Ahora estamos tratando de identificar los motivos y los tratamientos adecuados".

En el manejo de estas personas, relata, "lo primero que debemos hacer preguntarnos si puede deberse a otra cosa, porque es un síntoma muy frecuente. Entonces, si la persona tiene datos de alarma, debemos hacer pruebas dirigidas en función de nuestra sospecha. No existe ninguna prueba que nos de la tranquilidad absoluta".

Durante la fase aguda, la cefalea asociada al covid suele tener unas características en la mayoría de los pacientes: de tipo opresivo, frontal, bilateral, de predominio anterior y con síntomas de tipo migrañoso. "El 50% de los pacientes cumplen criterios fenotípicos de cefalea tipo tensión y el 25% de migraña", agrega. Esto es importante, dice, "porque el tratamiento lo basamos en la cefalea primaria a la que más se parece". Por eso, el fármaco más utilizado es la amitriptilina, que se emplea tanto en cefalea tipo tensión como en la migraña.

El siguiente grupo importante de manifestaciones son los síntomas cognitivos, "en cuya evaluación hay una serie de pasos que son clave, como revisar el tratamiento actual o realizar un estudio analítico para descartar otras causas secundarias", continúa García, especificando que los más frecuentemente reportados son la inatención, la velocidad de procesamiento y las quejas mnésicas.

Desde el punto de visa del manejo, en caso que después de la valoración no se detecte que el paciente tiene un rendimiento cognitivo patológico o por debajo del percentil que le correspondería, "es importante no negar al paciente que tiene síntomas ocasionales, aunque no se haya encontrado una valoración neurológica preocupante". Por tanto, insiste, "es importante informarles de que la inmensa mayoría de los pacientes que reportan síntomas cognitivos van poco a poco hacia la mejoría".

El tercer gran grupo de síntomas, los neuromusculares, también son muy frecuentes en forma de parestesias, mialgias, sensación de debilidad…"Si las personas tienen síntomas neuromusculares, el mejor manejo posible suele ser la participación en programas de rehabilitación, que en algunos centros se han podido crear de forma específica para estos pacientes", concluye el neurólogo.

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