Durante décadas, los científicos han estado utilizando la genética para rastrear distintas enfermedades. Ahora, científicos de la universidad de Purdue, en Francia, que rastrean la enfermedad de la malaria están utilizando su experiencia para rastrear COVID-19.

Rastreando variantes de diversas enfermedades, si son bacterianas como la tuberculosis, viral como SARS-CoV-2 o parásita como malaria, los científicos ayudan a comprender cómo viajan entre territorios, cómo se transforman y se adaptan, y cómo las vacunas y otras estrategias para su erradicación están funcionando.

El SARS-CoV-2 y la malaria tienen muy poco en común, ya que esta es un protozoo, un parásito portado y transmitido por ciertas especies de mosquitos. El coronavirus se transmite principalmente por contacto de persona a persona y a través de pequeñas gotas de fluidos corporales en el aire. Pero aunque son patologías diferentes, tanto a nivel microscópico como en la forma en que se propagan, los métodos que utilizan los científicos para estudiarlas son similares.

En concreto, el laboratorio de Giovanna Carpi, que forma parte del Instituto Purdue de Inflamación, Inmunología y Enfermedades Infecciosas, estudia la genómica de las enfermedades infecciosas para comprender mejor cómo se propagan. Con el inicio de la pandemia, su laboratorio se transformó para estudiar la epidemiología genómica del SARS-CoV-2 y sus variantes.

Desde el pasado mes de enero, el laboratorio de Carpi ha secuenciado y estudiado alrededor de 200 genomas virales completos, incluidas variantes que pueden detectarse mediante pruebas. Ahora están rastreando el nuevo coronavirus en la comunidad de Purdue, trabajando con el centro de salud Protect Purdue, así como en todo el estado norteamericano de Indiana. La información que recopila ayuda a informar a las autoridades sanitarias, contribuyendo a una información más precisa y actualizada.

El seguimiento de la genética de un virus, o de cualquier enfermedad, brinda a los científicos información sobre cómo se está moviendo en una comunidad. Los pacientes con variantes similares, con virus con mutaciones similares, probablemente contrajeron el virus del mismo lugar o entre sí. Las nuevas variantes pueden indicar la llegada de nuevos virus a una comunidad desde otros lugares. La comparación de la genómica también puede ayudar a los científicos a comprender cómo responde la variante a las vacunas, así como a otras medidas antiinfecciosas.