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Telemedicina en la continuidad asistencial en cardiología: cuántas oportunidades por desarrollar

José R. González-Juanatey, del servicio de Cardiología y UCC. Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, indica que disponen de diferentes modalidades de atención sanitaria no presencial, que, además de optimizar la gestión sanitaria, son de especial relevancia.

07/04/2021

En múltiples circunstancias de la atención sanitaria, en particular en la atención de pacientes con patologías cardíacas, se está produciendo una transición desde un modelo exclusivamente presencial para el conjunto de los actos sanitarios a una gradual incorporación de la atención virtual mediante el empleo de telemedicina. En dicha área ...

En múltiples circunstancias de la atención sanitaria, en particular en la atención de pacientes con patologías cardíacas, se está produciendo una transición desde un modelo exclusivamente presencial para el conjunto de los actos sanitarios a una gradual incorporación de la atención virtual mediante el empleo de telemedicina. En dicha área se incluye no solo teleconsultas mediante teléfono o videollamadas e interconsultas electrónicas entre niveles asistenciales, sino también la monitorización remota de los pacientes mediante aplicaciones móviles conectadas a la web que puede incluir la tele-rehabilitación, dispositivos implantables en el paciente, etc., que nos ofrecen información de utilidad clínica que debería poder ser integrada de forma directa en la historia clínica electrónica de los diferentes sistemas de salud. Los beneficios de la telemedicina no solo se traducen en la reducción de los tiempos de espera para la atención sanitaria, sino que debe jugar un papel decisivo para la organización de la creciente demanda sanitaria, favorecer la accesibilidad al sistema sanitario de los pacientes más alejados y, en particular en pacientes con insuficiencia cardíaca, ha demostrado mejorar el estado de salud de los pacientes y reducir la mortalidad.

Esta transición se ha acelerado con la aparición de la primera ola de la pandemia por Covid-19 debido a la necesidad de incorporar al sistema sanitario nuevas formas de asistencia que posibiliten una eficiente atención sanitaria garantizando la continuidad asistencial. La actual pandemia por Covid-19 no solo representa la mayor amenaza social y económica, sino que pone en riesgo nuestro actual modelo de atención sanitaria. No podemos permitir que esta enfermedad constituya una disculpa para una medicina de segundo nivel en áreas tan relevantes con son la atención de pacientes con patologías cardiovasculares y cáncer.

E-consulta en el Proceso de Gestión de la Atención Ambulatoria en Cardiología

Durante más de 10 años hemos desarrollado un proyecto de gestión de la atención ambulatoria que incluye una consulta electrónica (e-consulta) para todas las interconsultas de los médicos de Atención Primaría de nuestra área y en los últimos años del conjunto de las demandas de atención ambulatoria no urgente a nuestro Servicio. A través de nuestra historia clínica electrónica se recibe el motivo de la e-consulta acompañada de pruebas complementarias básicas según un protocolo previamente pactado; mantenemos el compromiso de contestar la e-consulta en menos de 72 horas y en los pacientes que se considera necesaria una consulta presencial, que será con una demora máxima de 15 días, esta se lleva a cabo siguiendo un modelo de acto único en el que el cardiólogo lleva a cabo las pruebas complementarias necesarias justo con la consulta.

Recientemente hemos publicado en la Revista Española de Cardiología los resultados de nuestro programa de gestión de la atención ambulatoria a nuestro Servicio de Cardiología de las interconsultas remitidas por los médicos de Atención Primaria de nuestra Área Sanitaria. Tras un análisis de cerca de 50.000 consultas a nuestro Servicio, pudimos evaluar el impacto de la inclusión de una e-consulta en la atención ambulatoria al comparar la actividad del primer período desde 2008 a 2012 en que todas las derivaciones se atendían de forma presencial (Período de Acto Único) y del 2012 al 2019 en el que se incorporó la e-consulta (Período de e-consulta). Mediante la e-consulta logramos resolver algo mas de 21% de la demanda sin necesidad de consulta presencial, y en cerca del 50% de ellas la demanda asistencial se resolvía en una única consulta. La inclusión de la e-consulta se acompañó de un incremento de la demanda asistencial de los centros de salud más alejados del hospital de referencia, así como una rápida y drástica reducción del tiempo de espera para ser atendido por un cardiólogo que en todo caso siempre fue menor de 15 días. Por otro lado, la introducción de la e-consulta modifi có el perfi l de los pacientes remitidos, ya que durante el periodo de consulta presencial se derivaban de forma preferente pacientes de menor edad uniformizándose el rango de edad tras la e-consulta.

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