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Más de 2.000 mujeres son diagnosticadas de cáncer de cérvix cada año en España

Alrededor de 800 mueren al año. Asimismo, más de 20 millones están en riesgo de desarrollarlo

26/03/2021

El cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del de mama, con una incidencia de 604.127 casos nuevos en el año 2020 en todo el mundo y alrededor de 2.000 en España. Sin embargo, no es uno de los que presenta mayores índices de ...

El cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del de mama, con una incidencia de 604.127 casos nuevos en el año 2020 en todo el mundo y alrededor de 2.000 en España. Sin embargo, no es uno de los que presenta mayores índices de mortalidad.

En los últimos años tanto la detección de nuevos casos como la mortalidad del cáncer de cérvix han disminuido un 50%, lo que confirma que además de ser necesario dar continuidad a los protocolos de abordaje que están siendo efectivos, se necesita concienciar a la población general sobre cómo actuar ante un caso de positividad al VPH para conseguir bajar más aún estas cifras.

El origen principal de esta patología se produce por la infección por VPH, que se transmite por contacto sexual. A pesar de la alta incidencia, se trata de un virus que suele ser eliminado de manera espontánea, es decir, en la mayoría de los casos el virus desaparece, sin causar ninguna manifestación clínica. En el 90% de los casos, el propio sistema inmunológico es capaz de resolver la infección. En el 10% restante, la infección persiste, pudiendo desembocar en la aparición de lesiones precancerosas, y en última instancia, evolucionar a varios tipos de cáncer, entre ellos, a cáncer de cuello de útero.

En este sentido, el director científico de Gedeon Richter, Miguel Ángel Losada, destaca que "la infección por VPH pone de manifiesto la necesidad no solo de detección del mismo, sino de determinar los genotipos de alto riesgo y, sobre todo, diferenciar entre aquellas infecciones transitorias y las que tienen potencial de transformación oncogénica que son el principal responsable del cáncer de cérvix".

El especialista en Ginecología de HM Gabinete Velázquez, Luis Serrano Cogollor, recalca también que "ahora empezamos a desarrollar métodos moleculares que nos dicen no solo quien tiene VPH, sino quien tiene VPH y es potencialmente peligroso". Asimismo, otra de las novedades que el doctor menciona es la vacuna contra el VPH. "El desarrollo de la vacuna nos ha fortalecido y va a marcar los próximos años en que haya más o menos cáncer de cuello, ya que con ella podemos prevenir la infección. Nosotros proclamamos la necesidad de que se vacune toda la población, chicos y chicas, todo el mundo que sea sexualmente activo", añade.

Test de detección del cáncer de cérvix

La Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia recomienda distintas pruebas de cribado para la detección del cáncer de cérvix en función de la edad de las mujeres. Para las mujeres de entre 25 y 30 años, se aconseja la citología cervical cada tres años. El doctor Serrano asegura que "durante el siglo XX se ha venido utilizando con bastante éxito. En los países industrializados se ha reducido el cáncer de cuello entre un 80 y un 90%".

No obstante, en los últimos años, en los que se ha descubierto que el cáncer de cérvix tiene una causa única que es el VPH, para las mujeres de entre 30 y 65 años, se recomienda la prueba de VPH cada cinco años junto con la citología. "Tú haces una prueba de VPH y si eres negativa puedes no volver a hacerte la prueba en tres, cuatro, cinco años. Nos sirve más para quitarnos de encima a la que no lo tiene y la que lo tiene le haces también la citología. Te quitas de encima el 75 u 80% de las citologías", explica el doctor.

Por otro lado, Losada hace hincapié en que "existen otras pruebas que además permiten determinar la posible actividad oncogénica de los virus detectados a través de la expresión de su ARNm y detección de biomarcadores específicos como Mía by XytoTest". En este sentido, el doctor asegura que "esta prueba detecta el ARN mensajero, una especie de molécula que nos prueba que el virus está activo, no solamente que está sino que está integrado su ADN en el de la célula y está provocando la aparición de líneas celulares diferentes".

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