La Asociación Española de Pediatría (AEP) celebra elecciones el próximo 4 de junio para renovar su Comité Ejecutivo. Los candidatos a presidirla son Luis Carlos Blesa, pediatra de Atención Primaria, e Inmaculada Calvo, pedíatra especialista en reumatología. Desde la candidatura de Blesa, denominada Un paso necesario, contactaron con esta revista para invitarnos a entrevistarle y a hablar de su proyecto.

¿Por qué ha decidido dar "un paso necesario" para ponerse al frente de la AEP? Responde que la pediatría es una profesión que lleva ejerciendo casi 30 años y que le encanta. Se muestra muy orgulloso de ella, no sólo desde el punto de vista personal, sino "como organización, compañeros y por supuesto al servicio de la salud infantojuvenil y en la defensa del niño".

"Los pediatras tenemos que expresar nuestro criterio, nuestra formación y nuestra valía en muchas de las cosas que están relacionados con los niños y adolescentes de nuestro país. La AEP representa a más de 14.000 pediatras en toda España", considera. Insiste en que la inmensa mayoría de pediatras de este país forma parte de la AEP.

Se presenta -aunque en todo momento habla en plural, del equipo de la candidatura, con otros seis compañeros más- porque piensa que puede aportar su visión, su experiencia, la ilusión y las ganas de cambiar ciertas cosas. "Hay algunas cosas en las que podemos aportar una visión un poco diferente e intentar abarcar o dar nuevas perspectivas a algunos de los problemas presentes en la pediatría", afirma. Recuerda que el modelo pediátrico español es algo distinto al de otros países europeos. En los del norte, en los más anglosajones, tienen un modelo en el que el pediatra no está presente en los centros de Salud, en Atención Primaria o están en pocos de ellos. En el nuestro, los pediatras no sólo están en los hospitales y en los centros de especialidades, sino que también se encuentran en los centros de salud, en Atención Primaria.

Precisamente, la novedad de la candidatura de Blesa, pediatra de Atención Primaria en el centro de salud Serrería 2 de Valencia y actual presidente de la Sociedad Valenciana de Pediatría, es que se trata de la primera vez que un pediatra de Atención Primaria se presenta a las elecciones. Anteriormente, todos los presidentes han sido de Atención Hospitalaria. "Esto no debería ser un hecho a destacar, sino que fuera un criterio de normalidad. En España, de los 14.000 pediatras de la AEP, más de la mitad ejercemos en Atención Primaria. Los pediatras que trabajamos en Atención Primaria somos especialistas de Atención Primaria y luego están los compañeros especialistas en oncología, en neurología, en hematología, en endocrinología, en todas las cosas. Y para cuando el niño, niña o adolescente necesita pues un tratamiento o un diagnóstico hospitalario, etcétera. Nos complementamos entre todos. Es curioso que en 80 años de historia de la AEP nunca haya habido un presidente, ni siquiera ha habido un candidato, desde la parcela de Atención Primaria cuando representamos a más de la mitad", manifiesta. Si bien, deja muy claro en la entrevista que en su candidatura hay tanto miembros de Atención Primaria como de Hospitalaria, que no es una candidatura exclusiva de Primaria ni personalista.

Le pedimos que nos resuma el proyecto que tienen en su candidatura. "Es un poco trasladar lo que hemos hecho en la Sociedad Valenciana de Pediatría. Hace cuatro años, cuando nos presentamos a dirigirla, había un pequeño problema de que muchos de los pediatras no se sentían identificados con la sociedad. Muchos políticos piensan que la solución al problema de que no haya suficientes pediatras, o de que no puedan cubrir todos los puestos de pediatría, en Atención Primaria, podría ser hacernos desaparecer y que la atención pediátrica fuera realizada por los médicos de familia. Es decir, que los médicos de familia realizaran la atención de los niños, de los adultos y de los ancianos. Como en otros modelos europeos, llevar la asistencia sanitaria desde que uno nace hasta que se muere. Nosotros, los pediatras de Atención Primaria y los pediatras de Hospitalaria en su 99% creemos que no debe ser así. El que haya pediatras en los centros de Salud, y tenemos estudios y evidencias que lo demuestran, consigue mejores resultados en salud para los niños, mayores tasas de vacunación", reflexiona. Defiende que los pediatras están mejor preparados y formados para brindar una atención al niño más específica y lograr mejores tasas de vacunación, menor uso de antibióticos y mejores resultados en salud.

Lo que pretenden es que "ese peligro real que estamos viendo los pediatras de Atención Primaria" no se llegue a consumar. "Muchos de nosotros se van a jubilar dentro de cinco, diez o 15 años y no vemos relevo generacional. Un especialista en pediatría no se consigue en uno o dos años. Es un proyecto que tiene que tardar mínimo diez años. Son seis años de Medicina, un año del examen MIR y cuatro, e incluso queremos que sean cinco años, de especialidad en pediatría", matiza. Preparar a un pediatra cuesta al menos once años. Asegura que las familias quieren que sigan estando los pediatras en los centros de Salud y éste es el objetivo principal de su candidatura.

No obstante, en este punto, reitera que su candidatura no sólo es de Primaria y no sólo es él. "La pediatría tiene igualmente problemas a nivel hospitalario. Hay que pelear por el reconocimiento oficial de todas las especialidades pediátricas", remarca Blesa. Apunta que, a veces, al público general le puede costar entender que haya especialistas dentro de la pediatría, "que tienen además que tener su reconocimiento, su formación y su capacitación específica". Igual que es importante en un adulto el que haya un cardiólogo que vea sus problemas de corazón, también lo es para un niño en los problemas de corazón infantil. Es bueno que lo valore, cuando se necesita, un especialista en cardiología infantil, no un cardiólogo de adultos y no un pediatra que no sea especialista en cardiología.

Si es elegido presidente de la AEP, lo primero que hará será reunirse con "las personas encargadas de querer variar esta perspectiva de futuro tan pesimista". "Mi primera tarea, si yo gano las elecciones y soy el presidente de la AEP, será, desde luego, intentar buscar los interlocutores válidos y adecuados a nivel de universidades, a nivel de Ministerio de Sanidad, a nivel de ministerio Educación y a nivel de Ministerio de Hacienda, porque en todo proyecto no se consigue nada si no va acompañado de un presupuesto", apuntala. La idea es transmitirles como profesional el problema mencionado y la importancia de invertir en Sanidad. Certifica que la sanidad debe ser un aspecto prioritario.

"La Primaria necesita una Hospitalaria fuerte y la Hospitalaria necesita una Primaria que esté bien capacitada. Repercute mucho en la hospitalaria la calidad de sanidad que se da en la Atención Primaria", observa. Advierte de que, si hay compañeros poco formados o con pocos recursos, repercutirá en que la gente va a ir mucho a Urgencias, al hospital, y va a ir muchas más veces al especialista. Así, "la Sanidad es un conjunto, es integral, es global, no se puede ver sólo desde una parte. Siempre está totalmente interconectada".

En su candidatura destacan que es irrenunciable ofrecer a la población infantil y adolescente la mejor atención pediátrica integral y especializada. "Las personas y las familias agradecen que veas a los pacientes como una persona en su conjunto. No es un corazón, no es un sistema respiratorio, no sólo es la piel. Es un niño que, a pesar de que pueda tener en un momento dado un problema en la piel, de endocrino, de cardíaco o renal, no deja de ser un niño en su conjunto. Los pediatras y los médicos de familia pensamos que es muy importante esa visión de los pacientes como conjunto", expone Blesa. Habrá muchos de esos problemas que, cuando tengan una cierta complejidad, especialización o necesidad de un cierto conocimiento, puedan derivarse a los especialistas adecuados o para determinadas técnicas o tratamientos que no se pueden hacer en Atención Primaria. La salud no se entiende sólo como una salud física, sino como una salud física, psicológica, económica y social. Una persona, para estar sana, no significa sólo que no tenga enfermedad. A los pediatras les gusta pensar en los niños "como parte de una familia y buscar no sólo su salud infantil, sino también el bienestar físico, psicológico y social".

La pandemia del Covid-19 ha tenido un impacto psicológico brutal para toda la población, en todos los segmentos de edad. "No nos olvidemos que los niños, aunque han demostrado una capacidad de adaptación y de resiliencia muy buena, quizá ha sido el colectivo que mejor ha acatado las normas y que menos ha protestado. Tenemos que estar muy orgullosos de nuestra salud infantil y también de los adolescentes", asevera. Los problemas los están viendo ahora los pediatras, meses después de la falta de contacto sociales, de la falta de relaciones familiares y de las dificultades surgidas en las familias, de las situaciones tensas.

Blesa concluye que la pediatría no es única, que es muy plural y compleja: "Hay compañeros de Primaria, de Hospitalaria, pero también hay una pediatría pública y una pediatría fuera de la pública. También hay compañeros que trabajan en la pediatría privada y es verdad que probablemente una cuarta parte de los niños y adolescentes españoles está atendida por médicos de la Sanidad privada, teniendo en cuenta que tiene que haber una red pública potente y suficientemente amplia para que todo aquel que quiera entre dentro del paraguas de la Seguridad Social. Y hablamos también, efectivamente, no sólo de Primaria y Hospitalarias, no sólo de pública o fuera de pública, en privada o en compañías, sino también del medio urbano y del medio rural".