El 90% de los españoles considera el colesterol peligroso o muy peligroso para la salud. Sin embargo, esta percepción tan alta de su riesgo no se corresponde en igual medida con su control, según se recoge en un estudio demoscópico realizado por Mylan, una compañía de Viatris, con el apoyo de IQVIA, cuyos resultados han presentado este jueves en una rueda de prensa virtual.

Como avanza Javier Anitua, Head of Corporate Affairs de Viatris en España, "se trata de un estudio ambicioso, sustentado en 1.000 entrevistas a lo largo de toda la geografía española, y abarcando todos los rangos de edad a partir de los 18 años". Sobre punto de partida, señala que es la importancia que tiene el colesterol para la salud y la percepción de que sobre su conocimiento hay una cierta confusión en la población.

No en vano, en España la prevalencia de hipercolesterolemia en la población adulta es del 50%. De este porcentaje, un 23,7% estaría siendo tratado y solo un 13,2% controlado. "Sin duda, estos niveles altísimos del colesterol tienen un impacto muy relevante en la salud por su relación con las enfermedades cardiovasculares", resalta.

Además, el experto considera que el miedo de la población a acercarse a los centros de salud desde que empezó la pandemia, ha hecho que se baje la guardia en relación a la prevención de las enfermedades cardiovasculares.

Una prevalencia aún más alta

Por su parte, Carlos Escobar, cardiólogo del Hospital de La Paz, explica que las cifras de la hipercolesterolemia en España son aún mayores que las que indican los datos. "En estos estudios el punto de corte se pone en un colesterol de 200, pero con las evidencias que tenemos actualmente debe ser ser más bajo. Es decir, que realmente más de la mitad de la población española tiene un colesterol alto".

Cifras que tienen destacables implicaciones. "No son solo un factor de riesgo como puede ser el tabaco o la hipertensión arterial, el colesterol es la propia génesis de la arteriosclerosis", subraya. Con lo cual, "si somos capaces de reducir el colesterol vamos a disminuir la posibilidad de desarrollar complicaciones cardiovasculares tan importantes como el infarto de miocardio, la angina de pecho, el ictus, etc., que son enfermedades muy prevalentes en nuestro medio, son muy invalidantes, requieren hospitalización en muchos casos y se asocia a unos costes sanitarios y personales muy elevados". Por lo tanto, el especialista insiste en que hay una elevada proporción de hipercolesteriolemia, y que hay que reducirla para disminuir la probabilidad de que se desarrollen estas complicaciones.

En este sentido, la encuesta aporta datos "muy reveladores y a la vez muy preocupantes". Por ejemplo, que el 60% de los adultos españoles no se ha medido el colesterol en el último año, que el 76% no recuerda sus últimos valores de colesterol aún habiéndose hecho la analítica, y que el 40% pensaba que lo tenía en valores normales y en realidad lo tiene elevado. De manera que para Escofar, subyace una falta de conocimiento y concienciación de lo que implica tener el colesterol elevado. "Es muy importante conocerlo para evitar complicaciones, porque aunque el colesterol no duela, realmente produce un daño vascular brutal".

En cuanto a su abordaje, el doctor expone que si con una dieta sana, como puede ser la mediterránea, y con ejercicio, no se pueden alcanzar los niveles adecuados, existen una serie de alternativas terapéuticas, algunas farmacológicas y otras como los complementos alimenticios. En relación a estas sustancias naturales, hace hincapié en que "diversos estudios han demostrados sus efectos positivos sobre los niveles de colesterol".

Ahora bien, también matiza que no todos los complementos alimenticios son iguales, ni tienen las mismas evidencias científicas. Por lo tanto, "solo se deben recomendar aquellos en los que haya habido estudios clínicos que hayan demostrado en distintos perfiles de pacientes que realmente son eficaces y seguros".

El papel de la farmacia comunitaria

Eugenia García Zaragoza, farmacéutica comunitaria en Alicante y miembro del grupo de HTA y riesgo cardiovascular de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), incide en dos cambios fundamentales que se han dado en las últimas décadas, y bajo su punto de vista dan a los sanitarios un papel muy importante en cuanto a proveedores de información sanitaria para el público.

En primer lugar, "los ciudadanos se han dado cuenta de que una mejora en su salud va a redundar en una mejora de la calidad de vida. Con lo cual, se han empoderado, han adquirido el protagonismo a la hora de controlar su salud".

El segundo de estos cambios es la "revolución que ha tenido el desarrollo de las ciencias de la información", sobre todo con la accesibilidad universal a internet. Y todavía más en la situación de pandemia. Todo ello ha hecho, continúa la especialista, "que estemos asistiendo a un momento de mayor desarrollo de la información sanitaria, y por ello los farmacéuticos y médicos tenemos la obligación de tomar un poco el control de esta transmisión de información fiable a la población". Esta necesidad se ha visto plasmada en la encuesta, puesto que 3 de cada 5 españoles estaban muy interesados en recibir información sobre el colesterol, y de estas personas, el 73% en saber cómo prevenirlo.

Además, agrega García, un tercio de estos encuestados buscan o han buscado la información en el médico, tanto de atención primaria como del especialista, y un porcentaje muy similar en el farmacéutico comunitario. A su modo de ver, son datos que reflejan que "la farmacia comunitaria actualmente está viviendo un cambio hacia una farmacia más asistencial, más centrada en el paciente".

Esto es importante, insiste, porque los farmacéuticos tienen tres roles en el control del colesterol: la educación sanitaria al paciente, es decir, detectar las carencias de información en los ciudadanos para transmitirles la importancia de la enfermedad y de su control; el refuerzo de la adherencia, aprovechando la situación de cercanía con el paciente para recordar cómo seguir los tratamientos y ayudarlos a hacerlo; y, el más importante, el rol del cribado oportunista.

Así pues, considera que "se debe aprovechar desde la farmacia cualquier interacción con el paciente para sugerirles realizar una determinación en sangre capilar de los niveles de colesterol en el mismo establecimiento. Cada vez más las farmacias tiene a su disposición estos aparatos que nos permiten de manera rápida y fiable obtener los niveles de colesterol del paciente". De hecho, concluye, "en esta encuesta se ha visto que este screen es fundamental, porque 2 de cada 5 pacientes creen tener los niveles de colesterol normales cuando en realidad lo tienen más elevados".