El presidente recuerda que la pandemia de Covid-19 que estamos atravesando es, sin duda alguna, uno de los retos más exigentes a los que se han enfrentado los sistemas sanitarios del país y del mundo. Y si a esto se suma lo que llevan años denunciando, el deterioro continuado de la Atención Primaria -ante las numerosas dificultades que tuvieron que enfrentar y siguen enfrentando los profesionales-, hacen un caldo de cultivo perfecto para vivir una situación difícil. "Creo que hubo aciertos y desaciertos, y nuestra sociedad científica es una de las que pensamos que es necesario un análisis o auditoría externa de la toma de decisiones, con el ánimo de no incurrir de nuevo en los mismos errores".
Desde la SEMG señalan que esta pandemia ha puesto en el foco de debate algunos asuntos, como la telemedicina, la salud pública, etc. La urgente necesidad de adaptarse a una consulta telemática a distancia, y el cambio acelerado de la forma de comunicarse con los pacientes y con el resto de profesionales.
"Esto generó cierta incertidumbre, obligando en muchos casos a un nuevo formato: la teleconsulta, que creo llegó para quedarse. Evidentemente, habrá que desarrollar nuevas herramientas y el sistema se verá obligado a realizar una importante inversión en infraestructura y regulación para llevar a cabo estos nuevos formatos de comunicación".
Desde el punto de vista del presidente, la esencia de Atención Primaria seguirá siendo la misma antes y después de la pandemia, pero evidentemente las herramientas se deben modernizar, sobre todo lo referente a las comunicaciones y a la telemedicina en todas sus vertientes y modalidades. "Debemos seguir empleando los nuevos medios telemáticos de asistencia: no cabe ninguna duda que llegaron para quedarse. Es necesario reformular la consulta donde, además de la atención a la cronicidad y al resto de enfermedades, aparecerán casos de estrés postraumático".