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La cirugía robótica cumple 15 años en España: la tecnología que revolucionó el quirófano

En este momento de emergencia sanitaria, el sistema robótico da Vinci ayuda a la eficiencia de los hospitales

22/02/2021

En este momento de emergencia sanitaria debido a la covid-19, la cirugía robótica ha demostrado ser una herramienta fundamental para reducir los tiempos de hospitalización, agilizar las listas de espera y liberar camas de UCI. En el 2005, el hecho de abordar una cirugía mediante un sistema robótico podría parecer ...

En este momento de emergencia sanitaria debido a la covid-19, la cirugía robótica ha demostrado ser una herramienta fundamental para reducir los tiempos de hospitalización, agilizar las listas de espera y liberar camas de UCI. En el 2005, el hecho de abordar una cirugía mediante un sistema robótico podría parecer ciencia ficción. Por eso, cuando el sistema quirúrgico da Vinci llegó al mercado hace 20 años y se implantó en España hace 15, revolucionó el quirófano.

Detrás de esta efeméride se encuentra Aex Excelencia Robótica, empresa española que opera en la Península Ibérica de forma exclusiva para la distribución del sistema robótico da Vinci. Actualmente, más de 70 centros en España cuentan ya con esta ayuda en sus quirófanos, con la que se realizan cirugías urológicas, de ginecología, cirugía torácica, cirugía general y otorrinolaringología.

10.000 pacientes demuestran su eficacia

Pablo Díez, director de Negocio para la Península Ibérica de Abex, asegura que "partíamos de cero y teníamos que demostrar esta eficacia con los pacientes. La sanidad o el mundo médico quirúrgico no adoptan las innovaciones de una manera inmediata, sino que al estar tratando con pacientes requieren de un nivel de evidencia y esto nos ha exigido mucho trabajo". Hoy, con más de 21.000 publicaciones que avalan los beneficios de sistema robótico da Vinci, y más de 9.000 cirugías asistidas por esta innovadora tecnología solo durante 2020 en España y más de un millón doscientos mil en el mundo, su eficiencia está más que demostrada.

En estos 20 años, han sido cuatro las generaciones del sistema quirúrgico da Vinci que han salido al mercado, mejorando en cada versión la instrumentalización que utilizan los doctores, los brazos, la visión, el software o las ayudas visuales durante la cirugía, pero según Pablo Díez, "el mayor desarrollo que ha recibido el da Vinci durante este tiempo ha sido que se han ampliado considerablemente las indicaciones médicas que pueden ser realizadas con este sistema quirúrgico".

Además, la empresa española ha contado con otros grandes avances como la incorporación de soluciones para el aprendizaje y la gestión más eficiente del propio sistema robótico tanto para los hospitales como para los cirujanos. Por eso Pablo Díez, asegura que en Abex "no vendemos sistemas robóticos, desarrollamos programas de cirugía robótica".

Es decir, acompañan y asesoran al hospital, no solo durante toda la vida del sistema quirúrgico, sino incluso antes de hacer la compra, ayudándoles en la planificación previa: "aportamos análisis de la tecnología, evaluación de tiempos y procedimientos en la gestión para que sus programas de cirugía robótica sean más eficientes, y proporcionamos formación continua a todo el equipo de cirujanos, anestesistas y enfermeros", añade.

Tecnología punta en el sistema quirúrgico da Vinci

Con el sistema robótico da Vinci, el cirujano no opera directamente sobre el paciente, sino que lo hace sentado en una consola desde donde maneja virtualmente unas pinzas. La visión en tres dimensiones con un aumento de hasta 10 veces, permite al clínico trabajar con una gran precisión. El sistema traduce los movimientos de las manos del médico en impulsos que son trasmitidos de forma literal a los brazos robóticos permitiendo llegar a zonas de difícil acceso.

Las ventajas son para Abex, "incuestionables": con el sistema quirúrgico da Vinci es más fácil el acceso en anatomías complicadas, se tiene una excelente visualización de los puntos de referencia anatómicos y de los planos tisulares, y se elimina el temblor fisiológico o movimientos involuntarios del cirujano, así como el cansancio postural tras largas horas de intervención.

Estas ventajas repercuten de forma directa en el paciente ya que el tamaño de las incisiones es claramente menor lo que deriva en un mejor y más corto periodo post-operatorio, menos sangrado, menos dolor, menos posibilidades de complicaciones y, en definitiva, una más rápida incorporación a la vida diaria. Todo ello, incide en una mejor gestión del uso de las instalaciones y recursos del hospital.

Reducción de las listas de espera

La crisis del covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de invertir en tecnología médica. La presión hospitalaria ha conllevado que los hospitales presenten niveles altos de ocupación aumentando las listas de espera quirúrgicas.

En este sentido, se está prestando más atención a aquellas terapias, técnicas o tratamientos quirúrgicos que bajan la estancia hospitalaria, liberan camas y garantizan en mayor medida que el paciente no requerirá una nueva cirugía. A esto, Pablo Díez ha añadido que "en el caso de la tecnología da Vinci, si tenemos una tecnología que en manos de buenos cirujanos permite menores estancias, menores tasas de reintervención a pacientes por potenciales efectos adversos y además reduce la estancia en UCI, al final estamos haciendo un hospital más eficiente".

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