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"Tener experiencia en cirugía laparoscópica es un plus al iniciar un programa de robótica"

‘De la cirugía laparoscópica a la Cirugía Robótica: cómo Iniciar programa de cirugía robótica’ es la última mesa de la I Reunión Nacional Virtual de los Grupos de Litiasis, Endourología, Laparoscopia y Robótica de la Asociación Española de Urología

29/01/2021

`De la cirugía laparoscópica a la cirugía robótica´ es la mesa redonda con la que la I Reunión nacional Virtual de los grupos de Litiasis, Endourología, Laparoscopia y Robótica de la Asociación Española de Urología ha echado el cierre. De este modo, Rafael Medina, director de la Unidad Clínica Urología-Nefrología ...

`De la cirugía laparoscópica a la cirugía robótica´ es la mesa redonda con la que la I Reunión nacional Virtual de los grupos de Litiasis, Endourología, Laparoscopia y Robótica de la Asociación Española de Urología ha echado el cierre. De este modo, Rafael Medina, director de la Unidad Clínica Urología-Nefrología H.U. Virgen del Rocío; y Tomás Concepción, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Canarias, han debatido acerca de las claves que hay que plantearse a la hora de iniciar un programa de cirugía robótica.

Sobre si tener experiencia en cirugía laparoscópica va a mejorar o adelantar de alguna forma la formación en cirugía robótica, la opinión es compartida. "Para mí es un plus", revela Medina. "Nosotros hace 14 años teníamos el programa de laparoscopia en marcha, pero fundamentalmente renal, y cuando llegó el robot no hacía ni un año que habíamos empezado el programa de prostatectomía radical laparoscópica".

Casualmente se recomienda empezar con la prostatectomía radical el programa de cirugía robótica, pero en su centro tenían muy poca experiencia en cirugía laparoscópica. "Con lo cual esto, después de analizarlo a lo largo de los años, sí que dificultó el despegue del programa en relación a otros grupos que tenían bagaje en cirugía laparoscópica", reflexiona.

Aunque la experiencia del Hospital Universitario de Canarias es diferente teniendo en cuenta que es un programa joven (cumple dos años en marzo) y que tenían previamente mucha experiencia en cirugía laparoscópica, la valoración de Tomás Concepción es similar. "Prácticamente durante el primer año hemos desarrollado, excepto la cirugía compleja de cáncer de testículo y el trasplante robótico, toda la cirugía que hacemos habitualmente por laparoscopia. Entonces creo que la respuesta es sí, ayuda muchísimo".

¿Por qué cirugía empezar?

A la hora de empezar un programa de robótica por una cirugía concreta, Abex recomienda hacerlo por la prostatectomía. Como expone Concepción, el consejo que da la empresa especializada es parecido a cómo empiezan algunos grupos, porque implica correr menos riesgo y se trata de una anatomía que conocen bien. "Sin embargo, cuando ya tienes una experiencia laparoscópica, da un poco igual, puede empezar por donde quieras", apunta.

A este respecto, Rafael Medina considera que hay contextualizar cómo se inició la cirugía robótica, no olvidando que a principios de la primera década de este siglo, cuando se pusieron en marcha los sistemas de robótica, la FDA aprobó muy pocos procedimientos para la cirugía robótica. "Y entre ellos el que más llamaba la atención y menos dominábamos en aquel momento era la prostatectomía radical laparoscópica". Por eso, agrega, "creo que fue uno de los motivos por los que se lanzó todo el desarrollo de la cirugía robótica en urología hacia la próstata".

En cambio ahora, "indiscutiblemente", con la experiencia que tienen todos los grupos en laparoscopia podría empezarse por cualquier procedimiento. Ahora bien, el especialista pondría unos criterios mínimos. "Primero, que esté avalado que la robótica aporta algo a ese procedimiento y por otro lado, que tenga una prevalencia suficientemente importante como para que el grupo adquiera experiencia en un tiempo razonable. Si empezamos por ejemplo haciendo liberación del nervio pudendo, pues probablemente hayamos errado en elegir la diana. Es decir, fundamentalmente optaría por un procedimiento con una prevalencia importante y con un aval de que merezca la pena hacerlo por robótica".

¿Cuántos miembros del servicio deben incluirse?

Por último, los ponentes comparten su punto de vista sobre cuántos miembros del servicio, de entrada, deben introducirse en un programa robótico y cómo manejar al resto del personal.

En este sentido, Medina comenta que en su centro empezaron solo con tres cirujanos, que era lo que recomendaba Abex para tener un equipo versátil para los proyectos a poner en marcha. "En aquel momento solo era la prostatectomía laparoscópica", recuerda.

Entonces, "empezamos tres y a lo largo de los 13 años que llevamos hemos llegado a seis, de un total de 20 profesionales. Hemos incrementado igual que evidentemente lo hemos hecho también con el número de procedimientos".

A su parecer, el número ideal depende mucho del volumen de casos de la patología al año, por lo que habría que adaptarlo según cada hospital. "Y el manejo en el servicio pienso que es una cuestión difícil, pero también depende mucho de los programas abiertos de la urología, no solo de robótica".

No es lo mismo, añade, "un servicio donde sean seis u ocho y el robot sea un caramelo para todos, que servicios grandes como el mío donde hay otras programas donde desarrollarse. Entonces, cuando se incluyó el programa de robótico se optó por ese número de urólogos porque otros estaban también desarrollando otro campo. Ahora sin embargo que se están universalizando las indicaciones de cirugía robótica, sí que me planteo ir incorporando gente de esos grupos asistenciales".

Por su parte, Tomás Concepción subraya que este procedimiento que cuenta su colega es totalmente diferente a cómo se está planteando ahora desde Abex. "Actualmente lo que plantea la compañía es que pueden ser dos, hay una formación online y luego vas con un proctor y asistes a verle como opera él. Más tarde ese proctor acude a tu centro para ver cómo eres capaz de desarrollar mucho esa cirugía. Nosotros disponemos de dos consolas, lo cual favorece muchísimo la enseñanza y permitiendo que el proctor te corrija sobre la marcha".

Explica que cuando empezaron el programa, la acreditación que les dieron fue una de cirujano de consola y otra de cirujano de campo. "Cuando el cirujano de consola lleva hechos unos 20 o 25 casos, este podría acreditar al otro cirujano. Pero esto lo ha cambiado Estados Unidos, ahora ya no es así. Ahora el cirujano de campo tiene que volver a un centro en Europa para acreditarse como cirujano de consola. Probablemente esto tiene que ver con los seguros que cubren si hay algún accidente con la robótica", explica.

Por todo ello, considera que "el robot es una alegría cuando entra en el servicio, pero también es un gran problema gestionarlo, porque ya en un servicio moderno de urología la mitad del personal hace cirugía laparoscópica". Por lo tanto, concluye, "estos cirujanos quieren y hay que darle la oportunidad de que entren. Pero para eso el servicio de urología tiene que tener un robot solo y exclusivamente para el servicio de urología. Porque nosotros hacemos ya todo con laparoscopia, y el objetivo es hacerlo todo con robótica".

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