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La clave está en la (buena) gestión de los datos

En el marco de último IM Meetings organizado por IM Médico, Javier Movilla, Guillermo Aldama, Maruxa Hernández y Luis Carretero han explicado su experiencia con el Clinical & Business Intelligence, una herramienta que ofrece muchas posibilidades para los profesionales sanitarios.

03/12/2020

Sobre la importancia de una correcta gestión de los datos en los procesos asistenciales ha versado el IM Meetings organizado este jueves por la revista IM Médico bajo el título `Gestión de la información en los procesos asistenciales: Clinical & Business Intelligence´ y que ha contado con la participación de ...

Sobre la importancia de una correcta gestión de los datos en los procesos asistenciales ha versado el IM Meetings organizado este jueves por la revista IM Médico bajo el título `Gestión de la información en los procesos asistenciales: Clinical & Business Intelligence´ y que ha contado con la participación de Javier Movilla, Guillermo Aldama, Maruxa Hernández y Luis Carretero. Durante algo más de una hora, los cuatro expertos han explicado su experiencia con el Clinical & Business Intelligence, una herramienta que ofrece muchas posibilidades para los profesionales sanitarios, y, por tanto, para el Sistema Sanitario y para la salud de la población.

Manual de uso

El primero en intervenir ha sido Javier Movilla, CIO de Asserta Global Healthcare Solutions y experto en la organización de áreas de IT y en la dirección de proyectos tecnológicos. "Los datos de salud en todo el mundo no paran de crecer: si en 2013 registraban un total de 153 exabytes (1.000.000 de terabytes), se prevé que para 2022 haya un total de 5.314, lo que supone un crecimiento del 48% anual", antes de añadir que "hay más datos y son más accesibles que nunca". Sin ir más lejos, 500 millones de personas en todo el mundo han usado una app de salud en 2020. Ante esta cantidad de información, es necesaria una herramienta para reducir los costes y mejorar los datos en salud. Es aquí donde entra el Clinical&Business Intelligence, que contribuye a "dar soporte a la toma de decisiones clínicas y de gestión en el día a día". Sin embargo, surgen amenazas: "El mayor enemigo del C&B Intelligence es el Bad Data, que son datos erróneos o imprecisos que provocan dificultades en la toma de decisiones estratégicas". Movilla ha recordado que todos los sistemas informáticos generan Bad Data, la clave es saber analizarlo y eliminarlo. Y no es para menos: "El Bad Data provoca un total de 25.000 millones de euros en pérdidas en los hospitales públicos y privados de España".

Pero, ¿cuál es el ciclo del C&B Intelligence? "Una vez absorbidos todos los datos, en nuestro caso a través de `aconnect´, pasan a ser tratados según las normas de privacidad, seguridad y compliance para luego ser `limipiados´. A continuación, pasan a formar parte de un `almacén de datos´ (`Vendor Neutral Archive´), donde se encuentran todos los datos del hospital. En este punto ya se pueden analizar mediante la herramienta `Pharmacy Analytics Manager´, capaz de hacer tres análisis distintos: descriptivo, predictivo y prescriptivo, según cada necesidad". Movilla no se ha olvidado del 5G, que "va a hacer explotar los datos en salud tal y como los conocemos. Va a generar una cantidad de datos brutal". Algo que nos llevará, plenamente, a la medicina personalizada: "permitirá, por ejemplo, en un grupo de personas con una misma enfermedad, analizar el genoma y las condicione particulares de cada paciente y crear un tratamiento a medida para cada uno de ellos". Lo mismo pasará en grupos homogéneos de pacientes: "se podrán diseñar programas a salud a medida para cada grupo poblacional", ha vaticinado Movilla.

Objetivo: coordinación

La perspectiva del clínico de un hospital público nos la ha acercado Guillermo Aldama, especialista en Cardiología Intervencionista en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, quién ha comparado el proceso asistencial a la elaboración de un buen plato. Si para ello se necesita para una buena materia prima, por un lado, y utensilios adecuados y cocineros por el otro, lo necesario en medicina serían los datos y las herramientas y analistas. Sin embargo, existen problemas con los datos médicos: "proceden de múltiples fuentes, y no solo eso, sino que actualmente no tenemos ninguna fuente a la que acudir y transformar todos estos datos. Además, están diseñados solo para uso clínico y como no están pensados para uso de explotación de datos, cada uno de nosotros los introduce a su manera, lo que lleva a resultados complejos, heterogéneos y de calidad variable. Por último, los datos médicos son extremadamente sensibles, por lo que están sujetos a una altísima regulación que los hace muy difíciles de manejar".

Respecto a la transformación de los datos, Aldama ha explicado que, a diferencia del cocinero, "a veces quien conoce las herramientas no es la misma persona que conoce lo que hay que hacer y entre ellos dos a veces no hay muy buena coordinación. Los clínicos muchas veces no disponemos de las herramientas, que las tienen otros profesionales: ingenieros, informáticos, estadísticos… nosotros necesitamos que ellos conozcan nuestro mundo, y nosotros conocer las capacidades y las herramientas del suyo". En esta línea, ha destacado la importancia de la alineación de intereses: "En el proceso asistencial intervienen muchísimos profesionales y es imprescindible que se alineen los que conocen los `utensilios´: los profesionales sanitarios, los directivos sanitarios y los políticos. Y tienen que alinearse en pro de la medicina personalizada", ha reflexionado Aldama antes de añadir que "no es nada fácil" y despedirse con una frase de Peter Sondergaard: "Los datos son el combustible del siglo XXI y su análisis el motor de combustión".

Un traje a medida

A continuación, le ha tocado el turno a Maruxa Hernández, que está al frente de la Dirección Corporativa de Farmacia de Grupo Quirónsalud. Según su experiencia, "las herramientas de BI aplicada a la Farmacia Hospitalaria permiten obtener información y generar conocimiento sobre el uso de medicamentos, a la vez que aportan información necesaria para desarrollar indicadores referidos a calidad, a seguridad y a eficiencia en el uso de los medicamentos. Unos indicadores que sirven para monitorizar la efectividad de las intervenciones llevadas a cabo y tomar decisiones". De hecho, para Hernández, "las herramientas de BI nos hacen informes parametrizados y los podemos modular, son como un traje a medida que se adapta al servicio de cada hospital".

Durante su intervención hemos podido conocer de primera mano la aplicación de dichas herramientas en diferentes casos prácticos como informes en oncología, optimización de la automatización, consumo de medicamentos por departamentos y servicios, indicadores y KPIs, informes soporte PROA o informes de distribución de prescripciones médicas. "Todo ello nos ayuda a evidenciar nuestra realidad a través de datos reales y facilita la toma de decisiones. Se trata de seguir tirando del hilo, no vale con quedarnos solo con unos datos o porcentajes". En esta línea, Hernández ha concluido que las herramientas de C&BI "ayudan o dan soporte en la gestión clínica, en racionalizar los recursos (no a recortar), en los procesos y circuitos internos de la farmacia, a monitorizar indicadores y tomar decisiones y a organizar la plantilla. En definitiva, aportan al profesional una visión detallada y fiable basada en datos y con poca inversión de tiempo".

Aliados para el éxito

"Generamos un enorme volumen de datos y el reto es transformarlos en información útil", Ha reflexionado Luis Carretero, director gerente de Marina Salud, concesionaria que gestiona el Departamento Sanitario de Denia, al comienzo de su presentación. "Como modelo de gestión necesitamos datos para tomar decisiones y compartirla entre todos los que nos dedicamos en el proceso asistencial". En Marina Salud, su repositorio central de datos, Atenea, "es una pieza clave en nuestra estrategia de BI. De hecho, una buena configuración de este repositorio nos permite crecer con seguridad en el desarrollo de nuevos cuadros de mando e informes".

Para Carretero, "el Business Intelligence sirve para detectar posibles problemas o sus causas, apoya en la toma de decisiones y da soporte en las políticas de calidad y en la innovación organizativa". Ha puesto ejemplos sobre ello y ha recordado que "los resultados no esperados no tienen que ser siempre negativos. Sin embargo, necesitamos saber lo que está pasando y evaluar si se producen efectos no esperados y si es necesario o no establecer medidas correctoras". Ante de despedirse, Carretero ha enfatizado que "los procesos de extracción de datos son muy importantes y que el repositorio de datos es clave para el éxito del proyecto", sin olvidar que "anticiparnos a los problemas gestionando la información aporta valor y que para trabajar en la gestión clínica es clave compartir datos". "Creo que nunca vamos a tener demasiados datos, pero si muchos datos", ha reflexionado.

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