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La contaminación en la salud respiratoria: 9 de cada 10 personas respira aire inadecuado

Neumólogos, pacientes y administración debaten sobre el impacto de la contaminación y el cambio climático sobre la salud en un encuentro organizado por Separ.

02/12/2020

7 millones de personas mueren cada año en el mundo a consecuencia de la contaminación ambiental. El 35% de la población española vive en ambientes contaminados. El 3% de la mortalidad anual en España, alrededor de 10.000 muertes, son atribuidas a este problema. Además, se calcula que el 4% del ...

7 millones de personas mueren cada año en el mundo a consecuencia de la contaminación ambiental. El 35% de la población española vive en ambientes contaminados. El 3% de la mortalidad anual en España, alrededor de 10.000 muertes, son atribuidas a este problema. Además, se calcula que el 4% del PIB de los países desarrollados se gasta en atender a los problemas causados por la contaminación ambiental.

"Bastan de estos datos para percatarse de que la contaminación es un problema sanitario de primera índole, al igual que un escollo económico de primer grado", manifiesta Carlos Jiménez, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Con más relevancia que nunca por la celebración del Año Separ 2020-2021 por la Calidad del Aire, Cambio Climático y Salud, la sociedad científica organiza este miércoles una webinar para profundizar en el impacto de la contaminación y el cambio climático sobre la salud desde todos los puntos de vista.

Aportando la visión de la neumología, Isabel Urrutia, coordinadora del Año Separ 2020-2021 por la Calidad del Aire, Cambio Climático y Salud, resalta que 9 de cada 10 personas en el mundo respira un aire que no es el adecuado. Sin embargo, hace hincapié en que detrás de las cifras tan llamativas sobre este problema, hay mucho por hacer.

Las partículas PM10 y PM2.5, el ozono tropesférico, etc., todos estos gases son los causantes de los gases efecto invernadero y por consiguiente, del cambio climático. "El cambio climático es una amenaza que ha existido siempre, desde los inicios de la Historia del planeta. La diferencia con el actual es que es muchísimo más rápido, está acelerado y el planeta no tiene recursos para defenderse de él. Además, está producido por el hombre", apunta.

Lluvias torrenciales, olas de calor más severas, menos lluvias y más intensas, huracanes de mayor categoría o sequías extremas son algunas de las consecuencias de este desastre ambiental. Un impacto que, como subraya Urrutia, afecta a todo el mundo, pero especialmente a un grupo de personas más vulnerables como los niños, las personas mayores, los enfermos respiratorios, y las personas sin recursos. "Todos los contaminantes, producidos en su mayoría por el tráfico rodado penetran en el sistema respiratorio según el tamaño de las partículas contaminantes. Algunos se quedan solamente en la garganta, pero otros llegan al bronquio, al alveolo, haciendo su daño, y las partículas ultra finas llegan a la sangre".

Empiezan haciendo daño ya a la mujer embarazada. "Los niños que nacen de una madre expuesta a la contaminación tienen bajo peso al nacer, hay una alteración del sistema inmune, hay un aumento de la morbilidad y la función pulmonar está por debajo de los niveles normales", expone. Durante la infancia, los niños que viven en ambientes contaminados tienen mayores posibilidades de sufrir asma. También se ha confirmado que aquellos niños de entre 10 y 18 años que viven en un ambiente contaminado padecen una capacidad pulmonar 4 veces más baja que en condiciones sanas.

Continúa el daño también en el futuro. "Aquellos adultos que se exponen a la contaminación van a tener unas cifras de función pulmonar por debajo de los niveles normales, con lo que estarán más expuestos a padecer una enfermedad respiratoria crónica", recalca la experta.

El resumen de su intervención es que la contaminación influye de forma de negativa en todas las enfermedades respiratorias, no se queda ninguna libre de su impacto. Por eso, concluye, "dedicar el año Separ a la calidad del aire y a la contaminación es una cuestión de responsabilidad. La sociedad ha enfermado al planeta, le hemos sacado todo lo bueno que tenía, y desde hace 500 años le hemos dado todo lo malo nuestro. Nuestra responsabilidad como neumólogos es cuidarlo".

Efectos de la contaminación en el paciente

Al encuentro también han acudido los pacientes como uno de los colectivos más afectados por el impacto de esta amenaza global. En esta ocasión su portavoz es Iñaki Morán, vicepresidente y coordinador nacional de Epoc de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Respiratorias (Fenaer). "A estas alturas sabemos sobradamente cual es el impacto de la contaminación en las personas y en particular de las que padecemos enfermedades respiratorias. Los estudios ya hace tiempo que son concluyentes Los estudios ya hace tiempo que son concluyentes. Y los pacientes lo sufrimos a diario junto a los profesionales que nos tratan", expone.

En tiempos de pandemia, agrega, "no puedo evitar recordar lo sencillo que es reducir drásticamente la contaminación del aire en las ciudades

Me ha quedado gravado a fuego esas imágenes de cielos limpios y ciudades de todo el mundo libres del nefasto sombrero negro de la contaminación muy poco después de iniciarse el confinamiento".

En este sentido, Morán destaca que el coronavirus está siendo terrible para todas las sociedades de todo el mundo, y casi no tiene aspectos positivos. Pero entre "tanto sufrimiento" hay dos cuestiones a resaltar. Primeramente, lo que el virus ha supuesto para la divulgación y mejor conocimiento de las patologías respiratorias entre la población. "Creo que hoy somos todos más conscientes de la importancia de la salud pulmonar, del daño del tabaco, de los beneficios de la fisioterapia respiratorio, del riesgo de no cuidar nuestros pulmones", valora. En segundo lugar, el portavoz de los pacientes considera que "sí es posible reducir la contaminación y que la naturaleza tiene una capacidad sobrada para recuperar terreno muy rápidamente si le damos esa opción".

Es evidente que todo esto ha sucedido a costa de una gran catástrofe sanitaria, económica y humana, insiste, "pero también que con voluntad y las decisiones adecuadas es posible retroceder y modificar una serie de comportamientos y hábitos del conjunto de la sociedad que inciden muy negativamente en el entorno y en la salud de todos nosotros".

En su opinión, la población debe saber que todas sus pequeñas decisiones diarias están influyendo decisivamente en la aparición y el agravamiento de enfermedades no solo respiratoria, sino también cardiovasculares. "En su mayor parte los contaminantes son invisibles, pero están ahí. Afectan mucho a los que ya tenemos algún tipo de enfermedad respiratoria e incrementa el riesgo de sufrir enfermedades agudas como la neumonía o crónicas, como el asma o la epoc. Pacientes, niños y ancianos somos los más vulnerables a sus efectos, pero nadie está libre".

Las medidas pioneras de Bilbao

La ecuación la completa la Administración. Para ello Separ cuenta con Alfonso Gil, teniente alcalde del Ayuntamiento de Bilbao y presidente de la Comisión de Transportes, Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) quién desarrolla las medidas que han hecho de la capital vizcaína un municipio algo más concienciado con el cuidado del medio ambiente.

Bilbao ha sido pionera en reducir la velocidad interurbana a 30 km / hora una mediada fundamental para reducir las emisiones de ejemplo óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión. Bajo el punto de vista de Gil, "inauguramos un casillero en Europa, un plan de movilidad que pusiera como eje al ciudadano. Se acabó que el eje de la movilidad sea el coche. Y el primer vector a conseguir es la mejora de la salud de los ciudadanos. Queríamos cohesión social y territorial, competitividad, calidad ambiental. Las ciudades tienen que tener menos humos, menos ruido y coche contextualizado".

Por eso, el teniente de alcalde es contundente. "Tenemos que atajar el urbanismo, los efectos adversos sobre el medioambiente, las víctimas que se producen por los accidentes. Necesitamos ser eficientes y eficaces moviendo a las personas".

Estas medidas se remontan a 2018, cuando el Consistorio decidió bajar la velocidad de tránsito en el 87% de las vías urbanas y se quedó solo un 13% a 50 km/h. Este mismo año, aprovechando el Día Europeo sin Coche ampliaron el límite de velocidad a toda la ciudad. "Todo esto nos ha llevado a disminuir la contaminación acústica, los efectos adversos de los gases efecto invernadero y aumentar el ahorro energético", expone Gil.

Así, la entrada de vehículos a Bilbao durante la semana se ha reducido un 1,84%, 10.214 vehículos. A la vez, ha aumentado el uso del transporte público en una media de un 9,5% y de la bicicleta (un 18% el servicio de préstamos). La movilidad saludable triunfa en la ciudad", apunta.

Aunque el dato del que asegura sentirse más orgulloso es de la bajada de la contaminación atmosférica: un 3% las emisiones de dióxido de nitrógeno, un 9% las de NOx y un 12% las PM10. "Esto es una de las mejores noticias que tenemos para decirles a los ciudadanos con enfermedades respiratorias, que necesitan que esto se baje de manera importante, que se puede. Y en Bilbao hay una demostración de que es así".

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