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"La implementación de la IA en los sistemas sanitarios europeos podría salvar hasta 403.000 vidas al año"

El proyecto SmartWork, que está desarrollando soluciones para mantener la viabilidad en entornos de oficina a medida que los trabajadores envejecen, organiza en el congreso de la DHS la sesión ‘Beneficios y riesgos de la IA para la salud y el bienestar en el lugar de trabajo’.

18/11/2020

Este miércoles 18 se celebra la segunda jornada del II congreso de la Digital Health Society y, como ya ha ocurrido anteriormente, la Inteligencia Artificial ha tenido un papel protagonista. En esta ocasión, el proyecto SmartWork, que está desarrollando soluciones innovadoras para mantener la viabilidad en entornos de oficina a ...

Este miércoles 18 se celebra la segunda jornada del II congreso de la Digital Health Society y, como ya ha ocurrido anteriormente, la Inteligencia Artificial ha tenido un papel protagonista. En esta ocasión, el proyecto SmartWork, que está desarrollando soluciones innovadoras para mantener la viabilidad en entornos de oficina a medida que los trabajadores envejecen, ha organizado una sesión titulada `Beneficios y riesgos de la IA para la salud y el bienestar en el lugar de trabajo´.

En primer lugar, Charalampos Vassiliou, consultor de Estrategia Digital y Desarrollo de Negocios de Byte Computer, introduce SmarWork, proyecto europeo que aborda un desafío clave al que se enfrentan las generaciones mayores de hoy, ya que viven y trabajan más tiempo que sus predecesores: el diseño y la realización de espacios de vida y de trabajo adaptados a las personas mayores", apunta.

De esta forma, la iniciativa "apoya el envejecimiento activo y saludable en el trabajo para los trabajadores de oficina mayores, a través de un conjunto de servicios inteligentes, creando un sistema de inteligencia artificial centrado en el trabajador, para la sostenibilidad de la capacidad laboral". En otras palabras, "hacer que las personas de edad avanzada sigan trabajando durante más tiempo apoyándolas con una detección y un seguimiento discretos de su salud, comportamiento, estado cognitivo y emocional, y respondiendo a sus necesidades".

El impacto de la IA

Seguidamente, Karolina Mackiewicz, gerente senior de proyectos internacionales de ECHAlliance, aporta una visión general sobre la IA con datos del informe `Inteligencia artificial: seguridad y salud en el trabajo y el futuro del trabajo, elaborado por la EU-OSHA. Acorde a las conclusiones de este estudio, explica, "por regla general los trabajadores prefieren la incorporación de la AI en el lugar de trabajo como ayudante, pero no como gerente, o asistenta proactiv".

Es decir, consideran que estas herramientas que sustituyen al jefe físico son fuentes de peligros psicosociales. Pero, si se aplica correctamente, agrega Mackiewicz, "los trabajadores también creen que la IA podría mejorar la seguridad, ayudar a reducir los errores y limitar el trabajo rutinario".

Por otro lado, continúa la experta, según el informe `El impacto socioeconómico de la IA en la asistencia sanitaria´ de Deloitte y MedTech Europe, "la implementación de la IA en los sistemas sanitarios europeos podría salvar entre 380.000 y 403.000 vidas al año". A la vez, el potencial ahorro sería de entre 170 y 212 mil millones de euros al año.

Por tanto, proyectos de apoyo a las personas mayores en el trabajo con una solución de IA, como SmartWork u otros impulsados por Seefar, SustAFE o Bionic, en su opinión, "juegan un gran papel".

En este contexto en el que el covid-19 ha impactado severamente en la forma en la que vivimos, trabajamos y pasamos el tiempo libre, con sus inevitables efectos sobre la salud física y mental, Mackiewicz concluye que "la IA puede desempeñar un papel importante en la provisión de soluciones, no solo durante la emergencia, sino también a largo plazo, y no solo para los trabajadores sino también para las industrias".

Pero, por supuesto, también existen riesgos y desafíos. "La resistencia de los empleados a la IA es igual a no desear ser monitoreados y compartir información sobre su estado de salud con su empleador", como manifiestan los usuarios de SmartWork, que indican que la gestión y la protección de la privacidad serían una preocupación para los empleados que utilizan el este sistema.

Beneficios y riesgos

A raíz de esta exposición de beneficios y riesgos, se genera un debate entre los expertos presentes en la sesión, en el que explican cómo los perciben desde su experiencia profesional.

Cornelia Kutterer, senior director, Rule of Law & Responsible Tech, European Government Affairs de Microsoft la amplia gama de beneficios de la IA es una evidencia, como recoge la próxima propuesta de la Comisión Europea para regularla, así como su Libro Blanco sobre el futuro de Europa. Aunque en su opinión, "sin las salvaguardas adecuadas", los riesgos están al acecho. "Creo que probablemente no haya un mejor ámbito para debatir sobre esto que el de los datos de salud, ya que son informaciones sensibles, y es en el contexto de trabajo donde se tienen relaciones más delicadas", señala.

Para Giulio Jacucci, profesor de la Universidad de Helsinki, "la introducción de la IA en el lugar de trabajo es un paso adelante", ayudando a cumplir un objetivo a corto plazo, además de muchos otros a largo plazo. Se trata de la capacidad de trabajo y la productividad. "Para mí posiblemente significa también igualdad", apunta. "Si se piensa en la capacidad de trabajo, y es por eso que en esta sesión estamos trabajando con el envejecimiento, la IA pueda ser un instrumento que ayude a los trabajadores de mayor edad, equilibrando sus capacidades". En el caso de estos empleados, añade, a pesar de su experiencia, "la IA puede facilitarles la introducción al ámbito de las tecnologías de la información, puesto que muchas veces se quedan atrás en el uso de las herramientas".

También desde la perspectiva académica, Iraklis Varlamis, profesor asociado del departamento de Informática y Telemática de la Harokopio University de Atenas, en Grecia, considera que "la frontera es entender con quién compartimos nuestros datos, con qué propósito y para qué objetivo". Así que, concluye, "si esto funciona de alguna manera, si estamos contentos de compartir nuestros datos con alguien para un objetivo específico, y si sabemos de antemano (aquí es donde la regulación también puede ayudarnos) donde van a ir a parar y para qué fin, es posible que los usuarios acepten el riesgo del uso de la IA y estarán felices de obtener sus beneficios al final del día: seguridad, sugerencias para su bienestar, y, en definitiva, cualquier recomendación que sea beneficiosoa para empoderarse física y emocionalmente".

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