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Una sanidad accesible y equitativa, el gran reto de la era covid-19

La Fundación IDIS reúne a varios expertos durante una jornada dedicada a la innovación, para debatir sobre la sanidad que viene.

08/10/2020

El futuro del sector salud es, ahora más que nunca, un camino incierto. Sin embargo, la crisis del covid-19 también ha servido como impulso para afrontar algunos de los retos de mejora que tenía pendiente. Con esa idea en mente, la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la ...

El futuro del sector salud es, ahora más que nunca, un camino incierto. Sin embargo, la crisis del covid-19 también ha servido como impulso para afrontar algunos de los retos de mejora que tenía pendiente. Con esa idea en mente, la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) celebra una jornada dedicada a la innovación, en la que también incluye una mesa redonda en la que expertos comparten impresiones sobre los retos y tendencias de la sanidad en la era coronavirus.

Visto desde dentro, ¿hay que sentirse orgullosos de cómo se ha afrontado la crisis? Para Ricardo Cubedo, médico adjunto del Servicio Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, y responsable de Sarcomas y Cáncer hereditario de MD Anderson, no. "En principio la sanidad española es una de las cosas de las que siempre nos hemos sentido orgullosos. Pero la sanidad es una cadena, y como toda cadena me temo que es tan fuerte como el eslabón más débil. Desde dentro de la sanidad tengo que decir que no me siento orgulloso".

En su opinión, hay que ser crítico, ver los resultados. "Respecto al control de la epidemia no hace falta discutir que no son buenos", apostilla. Eso sí, esto supone toda una oportunidad para el futuro. "Tenemos muchísimo que mejorar, y sobre todo mucho que analizar respecto a qué ha sido lo que ha hecho que nuestros resultados no sean tan buenos como los de otros países".

En cambio, Ángel Gil de Miguel, catedrático de medicina preventiva y salud pública de la Universidad Rey Juan Carlos, es algo menos duro a la hora de valorar cómo estamos actualmente. "Estamos bien o no, pues depende de con quién nos comparemos. Pertenezco al ámbito de la epidemiología, y desde ese enfoque no estamos mal comparándonos con otros países".

Otra tema es si el sistema sanitario estaba preparado para dar respuesta a una situación como la que estamos viviendo. Gil considera que ahí si se notan más las carencias, pero que aún así, tiene los mejores profesionales del mundo. "Lo que hay es que dotarlos de los recursos humanos y materiales necesarios para que puedan dar la respuesta que pueden dar. Hemos tenido un sistema muy eficiente, porque con poco gasto hemos dado una respuesta muy buena a la población", relata.

Por su parte, Santiago Moreno, jefe de Servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, opina, además de como profesional, como paciente. "A ese nivel muy bien, la atención recibida fue excelente. Eso no se cuestiona", apunta.

Sin embargo, a la hora de plantearse en qué situación estamos y cómo se plantea el futuro, cree que no se puede solo ser optimistas y ver la botella medio llena. ·Todo el mundo es consciente cuando comparamos la situación actual con la que vivimos en el mes de marzo, nos gusta ver que la cifra de pacientes que hospitalizados es infinitamente menor que entonces. Aquella aspiración de tener la curva aplanada es justo la situación que estamos viviendo ahora. Si nos fijamos solamente en esa parte podemos pensar que lo inevitable ha ocurrido, que estamos pasando una segunda ola pero de manera llevadera, y que, por tanto, estamos mejor. Pero creo que eso sería pecar de optimistas, reproduciríamos mensajes peligrosos".

Moreno insiste en que el número de personas infectadas actualmente es tremendamente elevado, aunque, por razones que no se conocen bien, el número de pacientes sintomáticos y hospitalizados es bajito. "Pero la transmisión no hemos logrado prevenirla y hay una tasa muy alta. Añadido a que estamos a primeros de octubre, cuando a priori habíamos asumido que en esta época los casos serían testimoniales", apunta. "Estamos expectantes de ver qué va a pasar cuando se acerque la época de las infecciones víricas estacionales. Esperemos que la situación no se agrave, pero puede ocurrir".

Por tanto, hablando de oportunidades, el especialista considera que "hemos aprendido en gran medida de aquella primera ola parte de los conocimientos adquiridos que estamos aplicando ahora, y eso se está viendo en la evolución de los pacientes hospitalizados". No obstante, continúa, "nos queda ver si las lecciones que aprendimos en plan salud pública y control, y que de momento parecen haber fracasado puesto que el número de transmisión es muy alta, nos sirven para controlar de manera eficaz la continuidad del brote de esta segunda ola. Tenemos una oportunidad extraordinaria para demostrar la robustez del sistema sanitario".

Deberes y aprendizaje

Como indican los profesionales, esos aprendizajes que ha dejado la pandemia pueden ser claves en un futuro para mejorar. "La sanidad tiene tantos agentes y todos son importantes. Creo que no han funcionado mal, no mucho más se podía haber hecho ni hacer. Si las cosas vienen mal dadas vamos a estar ahí. Absolutamente", insiste Ricardo Cubedo.

Por contra, en cuanto a la sociedad, el médico sí cree que se puede mejorar. "Sobre todo apelo a los medios de comunicación, que son una agente sanitario de primer orden. Perder un poco el foco del concepto tan periodístico de la noticia y desviarlo un poco más al de la información para que el mensaje cale".

En este sentido, Ángel Gil destaca un aspecto que considera importante. "La pandemia lleva detrás un lastre de una crisis económica muy importante y la brecha de las desigualdades sociales se hace cada vez más palpable. Lo estamos viendo ahora con los confinamientos perimetrales que nos dicen", señala.

Bajo su punto de vista, al menos en materia de salud hay que hacer todo lo posible para que estas desigualdades no se den. "El Ministerio de Sanidad tiene una tarea muy importante, la de conseguir un sistema de salud que realmente sea equitativo y accesible para todos". Gil apela a la necesidad de que los políticos se sienten de una vez hasta concretar un pacto por la sanidad, "que no esté condicionado a ideologías". Si no se hace ahora con la pandemia, lamenta, "posiblemente no se haga nunca".

Además, Santiago Moreno plantea propuestas para todos. "A los ciudadanos yo les diría que piensen, cuando se relacionen con los demás, como si estuviesen infectados y pudieran infectar al que tiene enfrente". De esa manera el especialista cree que la población no se va a relajar a la hora de adoptar las medidas de prevención, porque información sí tiene todo el mundo. "Insistir también en que no es una cosa para toda la vida, pero como no lo hagamos bien vamos a tener coronavirus durante mucho tiempo. Esa es la parte de responsabilidad de todos nosotros como ciudadanos".

El segundo punto que plantea es el refuerzo de la salud pública. "Estamos hablando de un reparto de tareas, y ahora mismo los que más tienen que decir son ellas, las administraciones. Al fin y al cabo son los que se tienen que encargar de controlar los brotes y la transmisión".

Por último, Moreno hace alusión a uno de los puntos firmados en el manifiesto de las sociedades científicas, en concreto el referente a que quienes toman las decisiones pida asesoramiento a quienes saben.

Este documento, emitido por 55 sociedades científicas nacionales que representan a más de 170.000 profesionales sanitarios, recoge un decálogo en el que insisten en cómo debe afrontarse la pandemia ante el creciente número de nuevos casos, la presión asistencial y las medidas restrictivas. "El lema del manifiesto es ´Ustedes mandan, pero no saben´. Esto no es un insulto, es un diagnóstico", concluye.

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